Las investigaciones efectuadas por la Red en Defensa de los Derechos Digitales (R3D), Artículo 19 y Social Tic, documentan que el ejército mexicano espía a ciudadanos que les resultan incómodos.
El trabajo señala que existen documentos de la Secretaría de la Defensa Nacional (Sedena) que revelan espionaje con Pegasus al activista y defensor de derechos humanos Raymundo Ramos.
Documentan que el ejército mexicano espía a ciudadanos
Además de que ahora las nuevas investigaciones documentan que el ejército mexicano espía a ciudadanos, desde octubre del año pasado, el periodista Raymundo Riva Palacio difundió el espionaje del que han sido objeto 24 personajes públicos, entre líderes políticos, periodistas y otros incómodos al gobierno federal, en los que destacaba el gobernador Mauricio Vila, a pesar de la buena relación que a todas luces sostienen.
Posteriormente, en noviembre de 2022, Raymundo Riva Palacio señaló que otras 17 personalidades eran vigiladas de manera sistemática por el gobierno de AMLO, a quienes consideran “adversarios” por hacer críticas a los desaciertos gubernamentales o les resultan incómodos.
El trabajo realizado por lor organismos documentan que el ejército mexicano espía a ciudadanos con una estructura secreta ilegal que usa el software Pegasus para interferir en las investigaciones de abusos de activistas que denuncian violaciones a los derechos humanos de las Fuerzas Armadas.
El ‘Ejército Espía’
La investigación bautizada como “Ejército Espía”, señala que la red la opera una estructura militar que esta vez espió al defensor de derechos humanos Raymundo Ramos.
“Documentos de Sedena muestran que una estructura militar secreta espió con Pegasus al defensor Raymundo Ramos para interferir en una investigación sobre abusos del Ejército en Nuevo Laredo, con pleno conocimiento del Alto Mando”, señalaron las organizaciones en conferencia de prensa.
Ejército mexicano habría intervenido las comunicaciones privadas de Raymundo Ramos con varios periodistas.
Dichas conversaciones eran acerca de las ejecuciones extrajudiciales cometidas por el ejército mexicano en Nuevo Laredo el 3 de julio de 2020, y según la hipótesis de los colectivos, la Sedena espió a Ramos para interferir en estos casos.
En sus documentos secretos, el ejército mexicano dice que Ramos, quien fue atacado con Pegasus en al menos cinco ocasiones, trabaja para el “Cártel del Noreste”, “sin ofrecer evidencia alguna y con la intención de desacreditar las pruebas de abusos militares en Nuevo Laredo el 3 de julio de 2020”, dice la investigación.
Además de que documentan que el ejército mexicano espía a ciudadanos, revelan que el equipo encargado del espionaje “recomienda” cómo utilizar la información obtenida del activista en su contra.
una estructura militar secreta e ilegal
La investigación reveló que, detrás del espionaje a Ramos, hay una estructura militar secreta e ilegal: el Centro Militar de Inteligencia.
“Por primera vez, gracias a documentos filtrados por el colectivo Guacamaya, podemos saber más sobre esta rama del Ejército Espía”, señalaron las ONG.
La investigación dice que este Centro trata de “aportar productos de inteligencia que se generen de la información obtenida en medios cerrados”, es decir, intervención de comunicaciones privadas.
Aunque el informe sostiene que “Las Fuerzas Armadas no tienen facultades legales para llevar a cabo dichas tareas”
Otro documento revela que el Centro Militar de Inteligencia ve como una de sus principales amenazas “que se evidencien ante la opinión pública las actividades que se realizan en este Centro” y que están plenamente conscientes de que su actividad es “ilegal”, de acuerdo con un análisis interno.
¿El ojo vigilante de AMLO a través del ejército mexicano?
En octubre del año pasado, el grupo Guacamaya Leaks publicó documentos que hackeó de la Sedena, en los que se revelaba que el Ejército había espiado, ya con el presidente Andrés Manuel López Obrador en el poder, a periodistas y activistas.
Ante estas acusaciones, el mandatario mexicano defendió a las Fuerzas Armadas y aseveró que su Gobierno “no espía a nadie”.
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Antes, una investigación de medios internacionales destapó en 2021 que varios países intervinieron 50.000 teléfonos con el programa Pegasus, de los que 15.000 casos fueron en México durante el Gobierno de Enrique Peña Nieto (2012-2018), la cifra más alta del mundo.
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La investigación reveló que fueron intervenidas las comunicaciones de activistas y periodistas; del entonces líder opositor y actual presidente, López Obrador, además de algunos de sus colaboradores y su cardiólogo, así como familiares de los 43 estudiantes desaparecidos en Ayotzinapa.