CIUDAD DE MÉXICO. — Durante su acostumbrada conferencia mañanaera, este jueves, el presidente de México, Andrés Manuel López Obrador, manifestó su respaldo a las conversaciones que sostuvieron algunos obispos con integrantes de grupos delictivos en un intento por frenar la ola de violencia que golpea al estado de Guerrero, en el sur de México.
Al ser consultado sobre la iniciativa el mandatario dijo que veía “muy bien” los diálogos, pero dejó claro que esas conversaciones no deben implicar “acuerdos que signifiquen conceder impunidad, privilegios, licencias para robar”.
“Creo que todos tenemos que contribuir a conseguir la paz. Desde luego la responsabilidad de garantizar la paz y la tranquilidad es del Estado, eso debe quedar muy claro”, afirmó el mandatario.
López Obrador realizó su mañanera en Acapulco, Guerrero, donde en los últimos meses ha recrudecido la violencia pese a que las autoridades enviaron unos 10,000 efectivos de la Guardia Nacional para reforzar la seguridad en esa localidad devastada en octubre por el potente huracán “Otis”.
Buscan contener la ola de violencia en Guerrero
El obispo emérito Salvador Rangel dijo que hace dos o tres semanas los obispos de las diócesis de Chilpancingo-Chilapa, la Ciudad Altamirano, Tlapa y el arzobispo de Acapulco sostuvieron diálogos con integrantes de organizaciones delictivas, que no identificó, para tratar de lograr una tregua y contener la ola de violencia en el estado.
Rangel indicó que aunque en los acercamientos “no llegaron a ninguna conclusión” debido a que uno de los grupos delictivos “no quiere ceder nada”, admitió que la iniciativa fue positiva para lograr un “enfriamiento de las cosas”.
“Yo creo que todo intento para buscar la paz y la concordia es válido. El diálogo es un instrumento, vamos a decir, precioso, de oro, es un instrumento internacional que se puede utilizar”, dijo el obispo emérito tras reconocer que cuando estuvo hace unos años al frente de la diócesis de Chilpancingo, capital de Guerrero, también tuvo acercamientos con los grupos delictivos para contener la violencia en esa región.
29,000 elementos de fuerzas armadas en Guerrero
El gobierno federal ha enviado al estado de Guerrero unos 29,000 miembros del Ejército, la Armada y la Guardia Nacional para reforzar la seguridad pero han resultado insuficientes para hacer frente a la ola violencia generada por las pugnas que mantienen varios grupos delictivos y cárteles del narcotráfico por el control del territorio.
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