JAN YUNIS, Franja de Gaza (AP).— El cuerpo de Ro’a Mashi, de dos años y medio, llegó sin vida al Hospital Nasser de Gaza, con brazos y caja torácica esqueléticos y ojos hundidos. Según médicos, no tenía padecimientos previos y se debilitó durante meses mientras su familia buscaba comida y tratamiento.
Su familia mostró a The Associated Press una fotografía del cuerpo en el hospital, confirmada por el médico que lo recibió. Días después, el primer ministro israelí Benjamin Netanyahu declaró: “No hay hambre. No hubo hambre. Hubo escasez, y ciertamente no hubo una política de hambre”.
Ante la indignación internacional, Netanyahu calificó los reportes de hambre como “mentiras” promovidas por Hamás. Sin embargo, la ONU advirtió que el hambre y la desnutrición en Gaza alcanzan niveles récord desde el inicio de la guerra.
La organización reportó que casi 12,000 niños menores de cinco años tenían desnutrición aguda en julio, incluidos más de 2,500 con desnutrición severa, el nivel más peligroso. La OMS señaló que las cifras reales podrían ser mayores.
En las últimas dos semanas, Israel permitió el ingreso a Gaza de unas tres veces más alimentos que desde finales de mayo, tras un periodo de dos meses y medio de prohibición total de suministros. Pese a cierta baja de precios en los mercados, los costos siguen muy por encima de los niveles previos a la guerra.
Síndrome de realimentación, mortal para los niños
Alex DeWaal, de la Universidad de Tufts, advirtió que la mayor oferta de alimentos no beneficiará a los niños gravemente desnutridos sin atención hospitalaria. Explicó que una reintroducción inadecuada de comida puede provocar el “síndrome de realimentación”, que causa convulsiones, coma o muerte.
El Ministerio de Salud de Gaza reportó 42 muertes infantiles relacionadas con la desnutrición desde el 1 de julio, además de 129 adultos. Durante toda la guerra, 106 niños han muerto por esta causa, según datos reconocidos por la ONU.
El ejército israelí afirmó que algunos menores fallecidos tenían enfermedades preexistentes y que no hay “signos de un fenómeno de desnutrición generalizada” en Gaza. Netanyahu, en una conferencia, acusó a Hamás de desviar ayuda humanitaria, algo que la ONU rechaza.
De 13 casos documentados desde julio, cinco no tenían padecimientos previos; tres fallecieron. Entre las víctimas está Jamal al-Najjar, de cinco años, quien pasó de 16 a 7 kilos antes de morir, según su padre.
El doctor Ahmed al-Farra, del Hospital Nasser, dijo que reciben de 10 a 20 niños con desnutrición severa al día.


