• Los presidentes estadounidense Donald Trump y chino Xi Jinping se dan la mano antes de su reunión previa a la cumbre de sostuvieron ayer
  • Donald Trump aborda el avión presidencial tras su reunión con Xi

BUSAN, Corea del Sur (EFE).— Los presidentes de Estados Unidos, Donald Trump, y de China, Xi Jinping, concluyeron su cara a cara hoy jueves tras casi dos horas reunidos en una base aérea de la ciudad surcoreana de Busan, en busca de un acuerdo que relaje las tensiones comerciales entre ambas potencias.

Ambos mandatarios salieron juntos de la reunión e intercambiaron unas últimas palabras antes de darse un apretón de manos, tras lo que entraron en sus respectivos vehículos.

El mandatario chino salió del aeropuerto con destino a la ciudad surcoreana de Gyeongju, sede de la cumbre del Foro de Cooperación Económica Asia-Pacífico (APEC), mientras que Trump permaneció en la base para partir a Washington a bordo del Air Force One.

El cara a cara entre Trump y Xi, el primero desde que el republicano regresó al poder, comenzó pasadas las 11 hora local en la Base Aérea de Gimhae, en la ciudad portuaria de Busan.

Al inicio de la reunión, al darse un apretón de manos frente a las cámaras de televisión, flanqueados por banderas de ambos países, Trump se mostró convencido de que tendrían una “reunión muy exitosa”, aunque también bromeó con que Xi “es un negociador muy duro, y eso no es bueno”.

Por su parte, Xi Jinping también dio muestras de cordialidad y señaló, al iniciar la cumbre, que “es normal que las dos principales economías del mundo tengan fricciones de vez en cuando”.

Más tarde Trump anunció acuerdos sobre soya y fentanilo, y dijo que, tras una jornada “increíble”, en este último tema había decidido reducir un 10% los aranceles a China.

Se supo que ambos líderes acordaron reunirse de nuevo en abril. La reunión sería en China, según se dijo.

Hasta el cierre de la edición se desconocían si llegaron a algún otro acuerdo durante el cara a cara, que fue la primera vez que ambos se veían desde el G20 celebrado en Osaka (Japón) en 2019, durante el primer mandato del estadounidense.

Estaba previsto que ambos abordaran una amplia agenda que incluye, además de los aranceles, el futuro de TikTok en Estados Unidos y la situación de Taiwán, entre otros asuntos.

Ayer mismo, el ministro taiwanés de Asuntos Exteriores, Lin Chia-lung, reafirmó su “confianza” en las relaciones entre Taipéi y Washington, justo antes de la reunión en Corea del Sur entre Trump y Xi Jinping.

En declaraciones recogidas por la agencia CNA, el canciller isleño señaló que “seguía de cerca” el diálogo entre los líderes de las dos potencias, y recordó que, en su reciente encuentro con la primera ministra japonesa, Sanae Takaichi, Trump “subrayó la importancia de la paz y la estabilidad en el Estrecho de Taiwán”.

El jefe de la diplomacia taiwanesa recalcó que existe una “estrecha cooperación” con Estados Unidos en materia de seguridad, economía, tecnología y cultura, y constató que ambas partes mantienen un canal de comunicación “fluido”.

Respecto a las afirmaciones del presidente taiwanés, William Lai, quien el pasaod miércoles llamó a oponerse con “mayor firmeza” a la “anexión, a la agresión y a la promoción de la ‘unificación’ (con China)”, Lin denunció que Pekín “intenta una y otra vez cambiar el ‘statu quo’, por lo que Taiwán, naturalmente, debe defenderlo”.

“Eso que llaman ‘promover la unificación’ es, en realidad, un intento de cambiar el statu quo en el estrecho de Taiwán (…). Debemos seguir defendiendo la paz en el Estrecho y la seguridad de Taiwán”, afirmó.

Eric Chu, presidente saliente del principal partido opositor de Taiwán, el Kuomintang (KMT), que aboga por estrechar los lazos entre Taipéi y Pekín, expresó su esperanza de que el encuentro en Corea del Sur “tenga un efecto positivo en las tensiones comerciales y geopolíticas entre ambas potencias” y “contribuya aún más a la paz en el Estrecho”.

Con todo, Chu insistió en que ser cercano a Estados Unidos “no significa estar supeditado a él” y que “lo más importante es retomar poco a poco el diálogo y los intercambios entre las dos orillas” del Estrecho, puesto que depender totalmente de Washington “conlleva demasiadas incertidumbres y presiones”.

El futuro de Taiwán podría haber figurado entre los temas abordados en la reunión celebrada en Corea del Sur entre Xi y Trump, aunque el mandatario estadounidense ya había adelantado que, en principio, no trataría con su homólogo chino la situación de la isla, gobernada de forma autónoma desde 1949 y considerada por Pekín como una “parte inalienable” de su territorio.

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