WASHINGTON.- Las declaraciones de la jefa de gabinete de la Casa Blanca, Susie Wiles, publicadas por la revista Vanity Fair, sacudieron el entorno político de Estados Unidos, al mostrar las tensiones internas que atraviesan el segundo mandato del presidente Donald Trump.
A partir de una serie de entrevistas la funcionaria ofreció una vista del estilo de liderazgo presidencial y del funcionamiento del gabinete.
Las revelaciones generaron una reacción inmediata tanto dentro como fuera de la Casa Blanca, debido a que rompieron con la tradicional reserva que caracteriza a uno de los cargos más influyentes del gobierno estadounidense.
Descripción que desató polémica
Uno de los señalamientos que mayor controversia provocó fue la comparación que Susie Wiles hizo sobre la personalidad del mandatario, a quien describió como alguien que opera con la lógica de un “alcohólico funcional”, aclarando que Trump no consume alcohol.
Según explicó, la observación se basa en su experiencia personal al convivir con figuras de carácter dominante y visión expansiva. La analogía fue interpretada por críticos como una señal de incomodidad interna.
Críticas a figuras clave del gabinete
Además del perfil presidencial, Susie Wiles cuestionó el desempeño de varios funcionarios de alto nivel.
En particular, señaló que la fiscal general, Pam Bondi, cometió errores en el manejo inicial de los archivos relacionados con Jeffrey Epstein, un tema sensible para la base electoral republicana.
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Según el relato, la expectativa generada sobre una supuesta lista de implicados no fue gestionada adecuadamente, lo que abrió un flanco político innecesario.
Asimismo, calificó al vicepresidente JD Vance como un antiguo “teórico de la conspiración”, al tiempo que atribuyó su giro hacia el trumpismo a una estrategia política vinculada a sus aspiraciones electorales.
También lanzó comentarios críticos sobre otros actores influyentes, lo que reforzó la percepción de un gabinete sometido a fuertes tensiones internas.
Decisiones controvertidas
Otro de los puntos relevantes fue la admisión de que ciertas acciones judiciales contra adversarios políticos respondieron, en parte, a un ajuste de cuentas.
Susie Wiles reconoció que existió un acuerdo informal para limitar esas represalias a los primeros meses de gobierno; sin embargo, aceptó que dicho compromiso no se cumplió por completo.
En ese mismo contexto, afirmó que intentó persuadir al presidente para evitar el indulto a los participantes más violentos del asalto al Capitolio del 6 de enero de 2021.
Así como para retrasar la aplicación de aranceles comerciales de gran alcance. No obstante, sus advertencias no lograron modificar las decisiones finales.
Venezuela bajo la lupa
Las entrevistas también abordaron la postura del gobierno estadounidense hacia Venezuela. Susie Wiles sugirió que el objetivo de fondo era presionar un cambio de régimen contra el presidente Nicolás Maduro.
Tras la publicación del reportaje, Wiles calificó el texto como engañoso y aseguró que se omitió contexto clave para construir una narrativa negativa.
No obstante, evitó negar de forma directa las declaraciones atribuidas. En paralelo la secretaria de prensa Karoline Leavitt reiteró el respaldo total del gobierno a la jefa de gabinete.
El propio Trump, en declaraciones al New York Post, restó importancia al contenido del artículo y elogió el trabajo de su colaboradora, al afirmar que es “fantástica” y que mantiene plena confianza en ella.
