La neuralgia es un dolor intenso -similar a una descarga eléctrica- que afecta a los nervios de la cara, el cráneo o el cuello, como consecuencia de la compresión, irritación o infección de estos. Se considera una de las dolencias más frecuentes y está estrechamente relacionada con la neuropatía diabética, de la que es síntoma característico.

Puede desarrollarse sin motivo aparente o como consecuencia de un trastorno diagnosticado previamente, generalmente algún tipo de neuropatía, y aparece y desaparece de forma repentina, sobre todo con estímulos inocuos como lavarse la cara, masticar o sonarse la nariz. También está presente, aunque es menos común, en acciones como tragar, hablar, toser, bostezar, estornudar o, incluso, aclararse la garganta.

En el primer caso, el dolor se asocia con la neuralgia del trigémino, mientras que los demás síntomas se refieren a la neuralgia del glosofaríngeo y, como su nombre lo indica, afecta con mayor intensidad la zona del oído y de la lengua. El tercer tipo de neuralgia más común es el postherpético, que se presenta tras un episodio previo de herpes zóster.

Con cierta frecuencia se confunde la neuralgia con otras cefaleas como la migraña o la jaqueca, pero son completamente diferentes. Las cefaleas suelen atacar la cabeza en su totalidad o un punto focalizado, en tanto que la neuralgia afecta sólo un lado de la cara y el dolor se siente en la parte inferior del rostro. En ocasiones, aunque no es común, puede afectar ambos lados de la cara, aunque no al mismo tiempo.

Aunque se considera que la neuralgia afecta en mayor intensidad a los adultos mayores y está estrechamente relacionada con la diabetes, existen otras causas para esta neuropatía como lo son la irritación por químicos, la enfermedad renal crónica, infecciones como herpes zóster, VIH, enfermedad de Lyme y Sifilis, así como por el uso no vigilado de medicamentos como cisplatino, paclitaxel y vincristina, auxiliares en el tratamiento del cáncer de ovario, mamario y la leucemia, de manera respectiva.

Si bien es cierto que no hay forma de prevenir al cien por ciento la neuralgia, un tipo de cuidado que ha demostrado ser eficaz es el control de la glucemia en pacientes con diabetes, y las vacunas y medicamentos antivirales que suelen usarse en el tratamiento del virus del herpes.

El tratamiento depende de la causa que lo provoca, la ubicación del nervio y el grado de dolor. Actualmente, el tratamiento farmacológico para controlar o disminuir el dolor comprende medicamentos antidepresivos, anticonvulsivos, analgésicos y parches o cremas relajantes.

También existen tratamientos alternativos que han resultado beneficiosos para quien los usa como lo es la fisioterapia, tratamientos de radiofrecuencia, aplicación de calor, inyección de químicos, bloqueo de nervios, intervención quirúrgica, estimulación de los nervios o de la médula espinal e incluso la acupuntura.

La neuralgia del trigémino (NT) es el tipo de dolor facial más frecuente y tiene una prevalencia de 4-13 casos por 100.000 habitantes, según diferentes estudios epidemiológicos2–4. La NT afecta en general a pacientes mayores de 50 años y con una frecuencia moderadamente superior en las mujeres, en una proporción de 1,5 a 1.

(I.S.)