TIZIMÍN.— Profesionistas atribuyen que la invasión de ranas en la localidad se debe a un descontrol en el cambio climático.
El fenómeno sigue causando extrañeza a la ciudadanía, pues estos anfibios siguen apareciendo en las calles, banquetas, entrada de casas y jardines.
Lo más curioso es que la plaga no solo está visible por las noches, sino que también en plena luz del día se les ve por las calles saltando.
Incluso, muchas murieron por el paso de vehículos y debido a las lluvias, se sienten olores fétidos que molestan a los peatones y conductores.
La misma ciudadanía buscó remedios para evitar que las ranas entren a sus casas, como colocar trapos o periódicos en la orillas de sus rejas trapos, o rociar vinagre y cloro para alejarlas.
Hay gente que considera que esta plaga es presagio de algún fenómeno natural que podría afectar la ciudad.
Entrevistado al respecto, el biólogo José Cruz Hoil Rajón señala que debido al exceso de lluvia la plaga se reproduce más, como efecto de este descontrol climático.
“Ellos (los sapos) necesitan lluvia para su reproducción y ahora tienen el clima ideal para multiplicarse, sobre todo en los charcos”, explicó.
Dijo que hay la especie sapo costero es tóxica y se deben extremar precauciones en las mascotas, en especial con los perros que suelen ser juguetones.
Recordó que ya tenía tiempo que no se veía este tipo de fenómenos y al menos en Río Lagartos, la gente cree que la proliferación de ranas es un mal presagio, porque lo mismo pasó cuando azotaron los huracanes “Cristóbal” y “Gilberto”.
Por su parte, el biólogo Ermilo Alcalá Kahuil dice que la presencia de estos sapos costeros en la ciudad se debe a la larga sequía, lo que ocasionó que entren en un periodo de brumación, es decir, un tipo de dormancia o letargo que se caracteriza por la disminución drástica de la actividad del organismo en condiciones de frío.
“La luz es muy importante también para activar la brumación, porque la reducción de horas solares tanto estacional como diariamente, activa una serie de hormonas en los anfibios y reptiles que les incita a aletargarse.
La sequía, otra causa
Añadió que la sequía es otra causa que activa la brumación, principalmente en los anfibios, además de que la escasez de agua, humedad y la bajada del nivel de agua en los estanques o charcas ocasiona que estos animales se entierren en el lodo y permanezcan ahí (en cualquier época del año) hasta que las lluvias regresen.
La mayoría de los sapos, tritones o ranas se entierran en el barro del fondo del estanque, pero cuando el suelo se humedece y ablanda pueden salir a la superficie tal y como hoy está ocurriendo, indicó.
Por su parte, la veterinaria Elizabeth Sánchez explicó que estos anfibios segregan una sustancia que es tóxica para los perritos.
Recomendó a los dueños de mascotas mantener el césped corto, retirar baldes de agua, tinas o quitar charcos que puedan ayudar a la proliferación de los sapos en la puerta de los hogares, mantener supervisados a las mascotas, no permitir que jueguen con los sapos y reubicar a los anfibios evitando dañarlos o exterminarlos.— W.U.C. DiariodeYucatan
