En un giro inusual frente a la tradición gastronómica de los festivales yucatecos —donde el salbut, el panucho o el pib suelen acaparar reflectores— el municipio de Ucú celebró ayer sábado el Primer Festival del Murciélago, una jornada dedicada a la divulgación científica, la cultura ambiental y la convivencia comunitaria.
Especie endémica
La actividad, organizada con apoyo de escuelas, instituciones y voluntarios, buscó revalorizar el papel ecológico de los murciélagos, especialmente en la Península de Yucatán, donde habitan cerca de 60 especies, entre ellas el murciélago amarillo yucateco (Rhogeessa aeneus), endémico de la región.
Más allá del folclor, el festival tuvo un propósito educativo, aunque no oficial: combatir la satanización reciente de los quirópteros, señalados erróneamente como vectores del gusano barrenador.
No transmiten gusano barrenador
Expertos han subrayado que los murciélagos no transmiten este parásito y que, por el contrario, son aliados clave en la agricultura, al consumir insectos plaga y polinizar plantas como el agave, el ceibo y diversos cactus.
La jornada incluyó talleres, charlas, presentaciones artísticas y actividades para niños, todo en torno al murciélago como símbolo de biodiversidad y equilibrio ecológico. En palabras de los organizadores, “es tiempo de celebrar a quienes vuelan de noche, no de temerles”.— Hipólito Pacheco Perera








