TIZIMÍN.— En esta ciudad, como en muchas comunidades del interior del estado, aún es común velar a los difuntos en el que fue su domicilio familiar, pues resulta más económico a diferencia de rentar una sala.
En la localidad son contadas las funerarias que dan servicio, la más antigua tiene 75 años y sus dueños reconocen que al menos en Tizimín, aunque sea una ciudad desarrollada, las familias todavía velan a sus difuntos donde éstos vivieron e incluso hay resistencia a las cremaciones.
La más reciente cremación la hicieron hace una semana luego de dos meses que no les solicitaban ese tipo de servicios.
Álvaro Argüelles, quien está al frente de este tipo de establecimientos, dice que los costos van de acuerdo con el tipo de caja y servicio que solicite el doliente.
El precio promedio para velar un muerto en un domicilio es de 6 mil pesos, con lo básico que es ataúd, servicio de velorio, trámites y traslado al panteón.
A esa suma se agrega renta de sillas, toldos, contrato de rezadoras y la comida, gastos que ascienden a entre 4 mil y 5 mil pesos más.
Si se recurre al servicio de la sala de velación cuesta 5 mil pesos con refrescos y café con vasos desechables, uso de mobiliario y sanitarios. No incluye comida ni flores.
Los gastos adicionales ascienden a 6 mil pesos por el ataúd, en el caso del económico, pero otros cuestan 12 mil pesos con forro de terciopelo o más finos.
El costo total va en relación con el ataúd, pues hay algunos que pueden costar de 15 mil a 25 mil o incluso 30 mil pesos, y también el lugar donde ocurre el fallecimiento y la preparación del difunto, pues algunas personas piden que se le embalsame.
De este modo el costo promedio entre un servicio en el domicilio puede ser entre 7 mil y 8 mil pesos, en tanto que en una sala de velación puede llegar a duplicarse.
Labor de respeto
Argüelles detalla que trabajar con muertos es una labor de respeto. Mientras en otros lugares han oído hablar de situaciones insólitas, con ellos no se ha dado eso.
“Lo hacemos de corazón al grado que nos quieren los muertos y nunca nos han asustado; lo hacemos con gusto, entregados, respetuosos con los muertitos y con las familias porque tenemos ética profesional”, afirma.
De hecho, dice que cuando es algún conocido o amigo le dan una palmada y le dicen “te nos adelantaste, nos vemos en la otra vida”.
Según Álvaro Argüelles, cuando se trata de un niño o una jovencita les da tristeza y los conmueve. “Sí nos remueve el corazón y tratamos de ser fuertes”.
Hay otras funerarias que indican que sus costos en domicilio son de 4 mil pesos y la renta de sala es poco más del doble; es decir, unos $8,500.— WENDY UCÁN CHAN
Gastos
A los gastos de velación se suman los permisos para realizar el sepelio.
Mérida
El gasto puede ser entre $1,000 y $5,000, según el tipo de trámite y si se requiere traslado o embalsamamiento. Por un lote en panteón: desde $25,000 hasta $100,000.
Progreso
Por una inhumación básica los gastos pueden ascender desde $3,900, más económico que la cremación. Permisos municipales: se tramitan en el Ayuntamiento, con requisitos de acta de defunción, identificación del solicitante y pago en caja.
Valladolid
Permiso de sepelio: suele incluir pago por uso de panteón municipal, que va de $1,500 a $3,000, más el costo del ataúd y servicios.
