(Primera Columna publicada el 21 de diciembre de 2011)

En su charla de costumbre, en el parque de San Juan, don Vittorio Zerbbera relata a César Pompeyo que el lunes, en la iglesia de María Inmaculada, después de una visita al Santísimo, expuesto allí las 24 horas del día, conversó con una mestiza de cierta edad que pide limosna en una de las entradas al templo.
—Vengo de Dzununcán, señor —se duele la mujer—, a buscar algo para que coma con mi hija. Vivimos solitas las dos en una casa que no es casa. Si usted la ve pensará que es un gallinero. Es un solo cuarto. Allá enciendo mi candela para calentar la comida. No tenemos agua. No hay baño. En el cuarto hacemos todo. Cuando llueve nos arrimamos a un lado porque el agua se cuela por los hoyos del techo. Si tuviera una lona para cubrirlos, pero cuesta 400 pesos.
—Un día se lo conté todo a Ivonne —prosigue—. Me oyó, pero se quedó sin hablar: no me dijo nada. No ha hecho nada. Nadie hace nada en Dzununcán. Sólo se emborrachan y se drogan. Niños y viejos. La droga cuesta 10 pesos. La huelen. Así están hasta que amanece.
—Tal vez Ivonne no dijo nada —comenta Pompeyo— porque le remuerde la conciencia, si no la ha perdido durante la gubernatura. Puede ser que haya preferido callar porque le dio vergüenza la miseria de la mestiza en el gallinero.
—En el caso de que la conserve —indica don Vittorio—, ¿por qué le remordería la conciencia a madame Ortega?
—Por dos razones, Vittorio. La primera es muy extensa. Acabamos de saber que Ivonne es la única dueña de 1,700 hectáreas de tierra entre el mar y el municipio de Dzemul, donde nació. Creo que ya es la reina de los latifundistas del estado.
—¿Y qué tiene qué ver el feudo de madame con la choza miserable de la mestiza de Dzununcán? —pregunta el doctor siciliano.
—Ya verás, Vittorio. Mira: una casa de interés social mide 20 metros por 10. Son 200 metros cuadrados. En una hectárea, que tiene 10,000, alcanzan, por lo tanto, 50 casas. Saca tu teléfono móvil, ponlo, por favor, en el modo de calculadora y averigua cuántas casas caben en el territorio de la señora Ortega Pacheco.
Don Vittorio multiplicó 50 por 1,700. El resultado fue 85,000.
—Exacto: 85,000 casas alcanzan en el latifundio de Ivonne —precisa Pompeyo—. ¿Cómo no le remorderá la conciencia, si la conserva, y cómo no le va a dar vergüenza, si no se le ha extraviado, al oír que la mestiza de María Inmaculada vive en un gallinero que se inunda cuando llueve?
—Supongo que es una minoría la que vive en esa pobreza inhumana —sugiere Zerbbera.
—Pues supones mal, Vittorio. La mestiza de Dzununcán ha descrito con su queja la situación vergonzosa en que viven, si a eso se le puede llamar vivir, las localidades, alrededor de mil, de 70 municipios yucatecos sumidos en el hambre y la miseria. Esa es la segunda razón de que le pudiera remorder la conciencia a la gobernadora o se pudiera avergonzar.
—Para ayudar esos 70 municipios a medio vivir hay, o había, un programa de apoyo de tres agencias patrocinado por las Naciones Unidas. Un programa tripartita: la ONU da una parte, el gobierno federal otra y el gobierno del estado la tercera. Así es el convenio.
—Pues es un convenio, César, que se debe aplaudir, incluso ampliar, porque se trata de gente marginada…
—Pues es un programa que se canceló, Vittorio, porque este año Ivonne se negó a firmarlo. No quiso pagar su parte. No le dio la gana, mientras gasta 23 millones de pesos en no hacer nada en la Plaza Grande. Mientras compra a tres centavos el metro un principado donde alcanzan 85,000 casas para mestizas miserables.
—Entonces —comenta don Vittorio—, aquí en Yucatán la tierra no es de quien la trabaja, como dijo el revolucionario Emiliano Zapata.
—Correcto —concluye don César—: aquí la tierra es de quien gobierna. Es una de las revoluciones que nos ha traído la administración de la señora Ortega, revoluciones que nos han dado, entre otros muchos, 85,000 motivos para que nos dé vergüenza a los yucatecos el gobierno que tenemos y les remuerda hoy la conciencia, si es que la tenían, a los que votaron por el PRI.— Mérida, 21 de diciembre de 2011.

Noticias de Mérida, Yucatán, México y el Mundo, además de análisis y artículos editoriales, publicados en la edición impresa de Diario de Yucatán