(Primera Columna publicada el 7 de enero de 2012)
En la banca de costumbre, del parque de San Juan, don Vittorio Zerbbera solicitó la asesoría de don César Pompeyo en la redacción de un informe a sus jefes de Sicilia sobre las actividades recientes de la mafia en Yucatán.
—César, ¿cuánto sabe Enrique Peña Nieto sobre la literatura mexicana?
—Algo. Dicen que le han puesto un profesor particular.
—¿Cuánto sabe Peña Nieto sobre la vida de los 40 millones de pobres que tenéis?
—Un poco. Dicen que están empezando a enterarlo.
—¿Qué hay detrás del copete?
—Salinas.
—¿Y delante?
—Otros 80 años.
—¿80 años de qué?
—De lo mismo.
—Don Enrique jura que ama a Yucatán.
—Es un amor a primera vista. A ver si dura.
—Cuánto sabe el señor Peña sobre Yucatán.
—Nada.
—¿Qué se sabe aquí sobre Peña Nieto?
—Todo.
—¡Pero si apenas acaba de hacer su primer mitin!
—En el PRI todos son iguales. Sobre todo los candidatos.
—¿Cuál es la relación entre madame Ivonne y don Enrique?
—Dios los crea y ellos se juntan.
—¿Qué tiene qué ver Dios con madame?
—Es una información reservada por doce años.
—¿Está reservada también la relación de las dos madames?
—No: es pública y notoria. Por eso perdió Angélica la candidatura.
—Con Orlando, ¿vais o venís?
—Ni vamos ni venimos: retrocedemos. Ese es el peligro.
—¿Hacia dónde retrocedéis?
—Hacia el pasado.
—¿A qué pasado
—A ése de los 80 años.
—¿No debéis tener cuidado? Ese pasado vuestro ha sido funesto.
—Y el futuro podría ser peor. Corregido y aumentado.
—Veo que vosotros estáis entre la espada y la pared. ¿Hay una salida?
—Tal vez, si nos ponemos de acuerdo y dejamos de pelearnos…
—¿Qué porvenir espera a la mafia en Yucatán si vosotros continuáis divididos?
—Tremendo: prosperidad sin límites y poder aplastante. Per secula seculorum.
—¿Algún dato más que pueda interesar a Sicilia?
—Sí: no se llama Orlando.
Mérida, 7 de enero de 2012.
