(Primera Columna publicada el 22 de octubre de 2011)
Vittorio Zerbbera reclamó ayer a César Pompeyo que no contestara las preguntas que le formuló durante su charla del martes sobre la causa o razón de que Mérida fuera la “Ciudad de la paz”, mientras tantas poblaciones del país sufren el acoso de los narcotraficantes.
—Pero, Vittorio —dijo don César—, te di varios, aunque no todos, de los presuntos motivos de que la guerra de la droga no haya abierto frentes de batalla en Mérida:
1. La confesión de Sócrates Rizzo, ex gobernador de Monterrey: hay paz cuando los gobernantes del PRI controlan el tránsito de las drogas y regulan su distribución y consumo.
2. Felipe Calderón manifestó al “New York Times” que si el PRI regresa a Los Pinos, el nuevo presidente resucitaría los “arreglos del pasado” con los carteles de la droga. Corren versiones de que en algunos gobiernos estatales priístas no habrá que resucitar esos arreglos porque nunca murieron: siguen vivitos y coleando.
3. El “New York Times” señala que, en los 71 años que el PRI dominó México, el crimen organizado y los gobiernos se aliaron para mantener la paz a costa de corromper el sistema político.
4. Michael McCaul, diputado republicano por Texas, miembro del Comité de Seguridad Nacional de su cámara, afirma que el candidato presidencial del PRI, si gana, se acostará en la misma cama que los barones de los carteles.
5. Recuerda, Vittorio, aquel párrafo del reportaje de la revista “Time” sobre el conflicto de las drogas: “Los policías de México, que generalmente reciben un sueldo miserable y un entrenamiento pobre, con frecuencia, por eso mismo, son reclutados por los carteles”.
6. En el reportaje, “Time” añade: “La brutalidad” de “las mafias de la droga… fue regulada por el Partido Revolucionario Institucional, que gobernó durante 71 años y era socio tácito de los carteles”.
7. El PRI ha protestado por las declaraciones de Calderón, pero, que se sepa, se ha quedado mudo ante las afirmaciones de MacCaul, el “New York Times” y la revista “Time”, en el sentido que durante 71 años el partido ha sido socio de los narcotraficantes, regulador de sus brutalidades, corruptor de la política, y volvería a sus arreglos con el crimen organizado si el candidato del PRI gana las elecciones de 2012.
—Me dices, Vittorio, que tienes que enviar a tu cuartel general contra la mafia un informe sobre cómo las mafias de manos rotas que gobiernan Yucatán se las han ingeniado para bautizar a Mérida como “Ciudad de la paz”. Analiza los seis “frentes” que te he resumido y decide si alguno está relacionado con la paz meridana. Para ayudarte…
—El dinero que se derrocha a través de esas mafias manirrotas —interrumpió Vittorio— ¿se puede invertir en comprar esa paz meridana?
—No hay pruebas, Vittorio. Entiendo que tu caso no es fácil, por eso te voy a ayudar con algunas observaciones más que pueden estar o no estar ligadas a esa “paz de los sepulcros” que no pocos yucatecos ven en Mérida:
a) El “Diario” publicó (4 de junio de 1996) que desde 1976 —20 años— la península de Yucatán está en la ruta del narcotráfico hacia Estados Unidos bajo el control de una “Gran organización”. Las fuentes son oficiales.
b) La península es creciente centro de actividades del narcotráfico, además de asiento de connotados de sus líderes, y Mérida es una ciudad de primer orden en el tránsito de la cocaína desde Suramérica hacia Estados Unidos (8 de abril de 1999).
c) Instituciones norteamericanas confirman la prominente asociación yucateca con los bajos mundos de los estupefacientes (16 de febrero de 2010). Tiempo después se calificaría a Mérida como capital del tránsito de cocaína a Europa.
d) Nota del “Diario”: la Península de Yucatán es paso obligado para el trasiego de drogas (20 de febrero de 2010).
e) Altos mandos militares reiteran que Yucatán es un trampolín en la operación internacional del narco (19 de abril de 2011).
f) Cifras oficiales revelan que, además de trampolín, el territorio yucateco se ha consolidado como importante mercado de consumo de drogas (1 de mayo de 2011).
—Las 13 referencias que te he citado, Vittorio, tienden a demostrar una experiencia de 45 años (1976-2011) en las relaciones de los gobiernos yucatecos con el narcotráfico. ¿Podemos deducir que los pactos y “modus operandi” derivados de esa documentada experiencia han permitido a Ivonne Ortega y Angela Araujo decretar que Mérida es la “Ciudad de la paz”?
—Es una pregunta, Vittorio, que traslado a tu cuartel mundial de la antimafia. Tus jefes, con su vasto conocimiento del inframundo, podrían dilucidar, con más autoridad que nosotros, si los gobernantes yucatecos del PRI, representados hoy por Ivonne y Angélica, han sido protagonistas de las confesiones de Sócrates, de las denuncias del “New York Times” y la revista “Time”, y si seguirán compartiendo cama con los magnates de la droga si ganan en 2012.— Mérida, 21 de octubre de 2011.
