El Salón de la Fama del Béisbol Mexicano abrió sus puertas ayer a la Clase 2023, una generación muy especial, compuesta por nueve nuevos inquilinos.
Dos de ellos tienen en su historial el ser parte de los Leones de Yucatán. Uno, Luis “Rayo” Arredondo, es el líder de robos de base de todos los tiempos, hazaña que logró vistiendo la franela de las fieras. El otro, Roberto Vizcarra, quien fue entronizado por su trayectoria como pelotero durante 23 campañas como segunda base, y ahora es uno de los pilotos más exitosos de la pelota mexicana, actualmente dirigiendo a los melenudos.
Con ellos fueron entronizados ayer, en la sede del recinto de los inmortales de Monterrey, el actual propietario de los Diablos Rojos, Alfredo Harp Helú, precursor del actual Salón de la Fama; Tomás Herrera Olachea, que fue un duro mánager que hizo monarcas a los pingos dos veces (el “Sargento Metralla” murió en 2016 y su hijo Tomás recibió la placa); Jesús Moreno, dominante lanzador de los Tecolotes; Noé Muñoz, receptor que brilló especialmente con Saltillo, equipo que tuvo a otra de sus figuras entre los nuevos inquilinos, el serpentinero Alejo Ahumada; Javier Robles, quien brilló con los Tigres en México, Puebla y Quintana Roo, y Juan Gabriel Castro, entronizado como jugador de Grandes Ligas, donde estuvo 1,103 encuentros.— Gaspar Silveira