La temporada 2024 de la Liga Mexicana de Béisbol va tomando forma de adulta y se van viendo puntos positivos y áreas de oportunidades.

Los Leones de Yucatán, tras dos series de saldo negativo en casa, vaya que tienen mucho para hacer en este último rubro.

La porra melenuda se hizo presente en las dos series que los Leones de Yucatán disputaron la semana pasada en Kanasín (Foto de Valerio Caama)

Y es que los Leones se toparon con dos equipos de alta competencia en su nueva guarida de Kanasín, y tanto los Pericos de Puebla, que les ganaron dos de tres, y los Diablos Rojos del México, que se llevaron por barrida la batalla en el “Víctor Cervera Pacheco”, los desnudaron.

Antes de esas dos series, los Leones se habían topado con equipos de media tabla para abajo, y pudieron soltarse bateando (imposible olvidar la pachanga de Querétaro) y su pitcheo estuvo a la altura de las circunstancias, de acuerdo con la exigencia del contrincante.

Los Diablos Rojos del México sacaron las escobas en el “Víctor Cervera Pacheco” de Kanasín ante los Leones de Yucatán (Foto de Valerio Caamal)

Factores en contra

Para los melenudos, empero, se unieron varias circunstancias desfavorables. Una, los rivales; otra, ausencias; una más, bajo rendimiento.

A la primera, pues llegó Oaxaca con récord positivo y les sacó la serie a las fieras. También aparecieron los Pericos, campeones defensores, y ganaron dos de tres, y luego los infernales, que, con un roster, actitud y béisbol, mostraron su candidatura al trono desde este primer mes.

Jugada en segunda base en el tercer partido ante los Pericos de Puebla (Foto de Carlos de la Cruz)

Las ausencias pesaron y pesarán. Yadir Drake estará fuera dos semanas por un desgarre de rodilla. El cubano es, desde hace varias temporadas, el eje de puntos como ofensiva y defensiva, liderazgo también.

Se fue varios días Art Charles por el funeral de su abuelo y los Leones pusieron a Lázaro Alonso, con algunas deficiencias con el guante; probaron incluso al segunda base Walter Ibarra. Norberto Obeso se ausentó tras un pelotazo en un faul. Fabricio Macías estuvo en el izquierdo. Bateando, bien, fildeando, no tanto.

Yeison Coca apareció en vez de Drake, pero le ha quedado grande la pradera derecha, viéndose inseguro. Con el bate, una señal de despertar la puso el domingo con un jonrón. También tuvo turnos Ángel Camacho, pero necesita más fogueo para verse con solidez.

Ninguno por arriba de .300

Y el tercer punto viene en los rendimientos. En general, por regla, antes a los extranjeros se les consideraba refuerzos, es decir, una etiqueta indicadora de más fuerza que los mexicanos. Pero en la pelota mexicana se está acostumbrado a tener jugadores de fuera con bajos rendimientos.

A Webster Rivas, ex de Grandes Ligas, no se le ha dado en la ofensiva (porcentaje de .203). Defensivamente tienen a Sebastián Valle, de lo mejor detrás del plato. Rubén Tejada va con .250, Coca con .205, Josh Fuentes con .232, José Peraza con .292 y Tomo Otosaka con .295.

Esto indica que ningún jugador llegado de refuerzo, extranjeros o de doble nacionalidad, va sobre .300. Ciertamente que, dicen los nuevos todólogos del béisbol, es otra época, pero en años pasados, no muy lejanos, importado que no rendía al menos de 3-1 (.333) no duraba y venían otros. Ahora hay más paciencia.

Trevor Bauer, lanzador de los Diablos que les dio de comer en la mano a los Leones en Kanasín (Foto de Valerio Caamal)

En el pitcheo, el zurdo yucateco Saúl Vázquez lanzó una buena novena entrada ante los Diablos, pero fue en el inning que despidió la serie. Muchos que hay en el bullpen parecen tira bolas.

Los Leones de Yucatán van ahora a una gira por Cancún. Puede ser peligroso para las huestes de Roberto Vizcarra. Los Tigres son penúltimos del Sur, solo arriba de los Piratas de Campeche, que parece que juegan en otra liga distinta donde están Diablos, Pericos y Leones, así como los norteños Sultanes y Toros. En todo, en béisbol, en espectáculo y en asistencias.

A los Leones que se vio en Kanasín la semana pasada como que les faltó algo de esa mística de los años pasados. Se puede corregir, cierto, pero debe ser ya.— GASPAR SILVEIRA MALAVER