Dicen que el pasado hay que dejarlo atrás, especialmente en playoffs, pero…
Los Diablos Rojos del México, el equipo que quemó la Liga Mexicana en 2004 de la mano de Trevor Bauer y Robinson Canó, no pueden olvidar las afrentas vividas ante los Leones de Yucatán en los años recientes, y hoy seguirán el camino en busca de su corona 17, que se les niega desde 2014.
Los Leones, en cambio, tendrán que dejar atrás ese pasado inmediato que les hizo cerrar la campaña dando tumbos, y también propició que perdieran la serie de primera ronda ante Oaxaca, jugando mal especialmente en casa, un sitio que todos los equipos deben verla como su verdadera fortaleza.
Pingos y melenudos se verán las caras hoy en el Estadio “Alfredo Harp Helú”, donde los yucatecos ya mostraron que saben ganar (lo han hecho en las temporadas recientes). Los juegos 1 y 2 serán en el infierno y las fieras necesitan al menos salir a mano de allí para garantizar tres juegos en su cueva de Kanasín a partir del domingo.
¿Y qué es lo que dicen las estadísticas?
Los Diablos fueron amos y señores en esta serie particular, que fue de nueve partidos, firmándola con un 8-1 que, además de enorme, se vuelve impresionante al tomar en cuenta que seis de esas ocho victorias fueron en Kanasín, donde los Leones ni las manos metieron.
El México tuvo marca de 71-19, con un apabullante 30-9 jugando en casa. Yucatán fue mejor en la carretera que de local, con 27-16.
Con Canó como campeón de bateo y Bauer ganando las coronas de victorias y ponches, además de un line up muy balanceado, los Diablos tienen buenas bujías. Los Leones, apagados a la hora cero, deberán aprovechar el aire de la capital para hacer explotar sus bates. Art Charles, rey del jonrón, y “Pepón” Juárez, pueden marcar diferencias. Lo han hecho, no hay que olvidarlo.
Y el pitcheo cuenta mucho. Si la rotación de las fieras hace el trabajo y el bullpen se aplica, el equipo puede sorprender. Pero los Diablos Rojos tiene un cuerpo de lanzadores más que completo. Hoy irán a la loma el diablo Brooks Hall contra el león Odrisamer Despaigne. El deporte y la vida tienen historias de superación y hasta de milagros. Los Leones han vivido muchos, y los más grandes han sido con los Diablos en su camino.— Gaspar Silveira
