Los Venados FC Yucatán están ya en otro receso amargo, tras la eliminación sufrida el sábado pasado ante Celaya en los cuartos de final de la Liga de Expansión.
Los Toros, como hizo el Atlético La Paz en el Clausura de este mismo año, doblegaron tanto en la ida como en la vuelta a los ciervos, en este caso ganando los bureles con un global escandaloso de 8-4 (4-3 en el primer juego y 4-1 en el segundo), quedándose el cuadro yucateco otra vez en cuartos de final.
“Nos faltó contundencia”, dijo el técnico venado Rigoberto Esparza, tras la vuelta en el Estadio “Miguel Alemán Valdés”, donde su equipo se desdibujó en la segunda mitad y terminó goleado.
Esparza reconoció, en la última pregunta que le hicieron en la Zona técnica, que es algo que les volvió a pasar, pues en la anterior edición les ocurrió tras ser los líderes generales del torneo.
La interrogante iba en torno a que el equipo venado tiene buenos jugadores, pero que les faltó ser agresivos a la hora cero.
El estratega respondió que desde el choque de ida jugaron imprecisos, pues tuvieron la ventaja y rápido les empató Celaya, y luego vinieron las desatenciones que permitieron los goles del conjunto celayense.
“Vamos a analizar qué pasó”, dijo Esparza sobre el tema de que les faltó dar más. Y es que las eliminaciones del Clausura y el Apertura tuvieron similitudes. En la primera, los Venados llegaron como superlíderes, bajo la batuta de Rafael Fernández, y se desinflaron en los cuartos, perdiendo la ida 3-2 en La Paz, y luego los bajacalifornianos, que pasaron en el play in, ganaron en Mérida para un global de 6-3.
En este caso, los Venados fueron el mejor equipo de la segunda mitad del calendario para remontar un inicio tambaleante. Terminaron en quinto lugar y no perdieron como locales. —GASPAR SILVEIRA MALAVER
sin ascenso, es una derrota totalmente intracendete.