Los triunfos grandes más recientes del deporte mexicano han llegado de la cuenta de las mujeres. Y lo único que piden es una oportunidad real, de prepararse, de competir. Lo demás lo pondrán siempre ellas.

Decía hace unos días en Mérida Prisca Awiti, la nueva heroína tricolor del judo, que “lo único es que nos den la oportunidad de crear las historias”. Ciertamente, eso es lo que se pretende alcancen las damas. Debe de ser una de las banderas que deben ondearse hoy, en la conmemoración del Día Internacional de la Mujer.

Habrá marchas. En el deporte, lo que acontecerá en el sábado 8 de marzo es trabajo, dentro y fuera de los escenarios.

Prisca estuvo la semana pasada en Mérida, como entrenadora de judokas que compitieron en el Campeonato Nacional. Entre 800 exponentes, había la mitad del sexo femenino. En su camino a la medalla de plata de los Juegos Olímpicos de París en 2024, ella recibió los apoyos necesarios para alcanzar la meta. Y dijo al Diario en el Multigimnasio “Socorro Cerón Herrera” del Kukulcán que “fui afortunada porque tuve lo necesario. Espero que sigan dándoles apoyo a los atletas, ya sean hombres o mujeres”.

Oportunidad y respeto en el deporte para las mujeres

Y esa es una necesidad imperante en este mundo actual: reciprocidad y respeto. Oportunidades para prepararse y para triunfar.

También, que con los triunfos lleguen los reconocimientos, como ayer, que el Congreso del Estado de Sinaloa otorgó uno que es histórico, al inscribir con letras doradas el nombre de la deportista olímpica María del Rosario Espinoza en el Muro de Honor del Salón de Sesiones. La primera mujer deportista cuyo nombre aparece en el Muro, y la primera persona que recibe el homenaje en vida.

Bautizada como “Chayito de oro”, María del Rosario es una de las mujeres más ejemplares que ha tenido el deporte mexicano a lo largo de la historia. La figura tricolor del tae kwon do expresó que será un día que no olvidará, y aseguró que ver su nombre inscrito en letras doradas es un honor que no se imaginó. Tampoco imaginó ser un ejemplo a seguir.

Ella siguió la senda de otras heroínas del deporte mexicano. Soraya Jiménez (fallecida), oro en pesas en las Olimpíadas de Sydney-2000; Ana Gabriela Guevara, plata en los Juegos de Atenas-2004 en 400 m; Paola Espinosa, plata en Pekín-2008 y Londres-2012 en clavados. Alejandra Valencia en tiro con arco en Mundiales y Juegos Olímpicos.

Hay ejemplos de mujeres triunfadoras, que no llegaron a ganar medalla olímpica, caso reciente el de Alexa Moreno en gimnasia. Vaya que hizo ruido con su heroica participación.

Más atrás, Enriqueta Basilio encendió el fuego de los Juegos Olímpicos de México en 1968, y en ese año, María del Pilar Roldán obtuvo la presea de plata en esgrima. Compitió en esa justa también una tenista nacida en Mérida, afincada desde su niñez en la capital, Cecilia Rosado Patrón (madre del actual coach de tenis Daniel Langre Rosado).

Los ejemplos abundan. Lorena Ochoa fue la reina del golf durante varios años. Fue la tapatía una de las más reconocidas de la historia de ese deporte. La lista sería interminable.

Pero detrás de ese camino al triunfo, cuando se logra, hay estelas largas de sacrificios, de barreras que rebasar para poder, al menos intentarlo.

Y eso hoy en día va desde la niñez, algo que antes era poco probable.

Aterrizando el tema en Yucatán, hablaba hace poco Lupita Worbis Aguilar de sus logros. Ella arrancó su vida deportiva como beisbolista, pero con puertas cerradas ante el tabú que representaba ver a una niña jugando entre varones, mejor le paró. Se cambió de disciplina, se fue de futbolista y los tiempos le pusieron en un lugar muy alto, pues llegó a ser seleccionada mexicana, a nivel de “Subs” y luego en el equipo mayor, compitiendo en Mundiales y Juegos Olímpicos. Un hito, pues ella sigue ahora su trayectoria en el soccer, siendo DT del Necaxa de la Liga MX Femenil.

Pero hay que picar piedra. Comentaba Gilda Cota Vera en los previos de los Juegos Paralímpicos de París, que una de las mayores ganancias que tuvo, paralelas a su medalla de plata, fue recibir lo más posible para conseguir su meta. Y pidió más: que las personas con padecimientos como el suyo, la esclerosis múltiple, reciban más atención. Ella es una mujer preparada, pues estudió la licenciatura en Criminalística, con una maestría, y sus aprendizajes los deja ver en conferencias para hablar de los valores de las personas, especialmente por las mujeres.

Pero, igual dijo Gilda Guadalupe varias veces, las oportunidades deben ganarse con preparación, poniendo sacrificios y esfuerzos. Nada de regalos, sino que haya respeto y empatía.

Así que todo debe de ir desde temprano. Y aguantar los embates, todo: superar obstáculos, prepararse y, si se puede, triunfar.

Entrenamiento constante

Un grupo de niñas de la Escuela Lara R. Granjas se prepara con ahínco para participar mañana en una competencia que llama la atención: el Segundo Torneo de Tae kwon do Femenil, que tendrá lugar en el auditorio del Centro Deportivo Universitario de la Uady.

El Diario estuvo en un entrenamiento de cuatro de las chicas de ese recinto que se alistan para estar en la duela en ese torneo. Yohari Monserrat Aguilar Reyna, Eliza Ayde Ley Lizama, Mellanny Annel Alonzo Alcalá y Ana Sofía Rejón Jiménez entrenan a las órdenes de la maestra Yahaira Alejandra de los Santos Alejos y su hermano Armando.

El objetivo es claro, en un torneo especial por el Día de la Mujer. Yahaira Alejandra expresa lo siguiente: “Este torneo tiene como objetivo honrar a la mujer y la recomendación es que estas deportistas, desde niñas, jóvenes, tengan este tipo de actividades para que puedan prepararse para representar a sus diversas disciplinas y tengan un lugar, una posición, donde ellas se sientan cobijadas, donde se sientan seguras, que puedan desenvolverse”.

El boxeo tiene a una jovencita que quiere abrirse paso, pero conoce las circunstancias y los inconvenientes. Para ello, Selina Rojas dice que se está preparando con todo, dentro y fuera del ring.

Una de sus metas es cristalizarse, como boxeadora y como persona. “Soy mujer, soy boxeadora, soy estudiante de ingeniería industrial, me gustaría ser alguien en la vida y justamente por eso me voy a esforzar”.

Ayer, Selina, anunciada como “La Chica Elemento” en las carteleras boxísticas, llegó al pesaje de la función que habrá hoy. Hay anunciadas 14 peleas, 13 de varones. Ella y su rival, Hilda “Bomberita” Caballero, fueron casi de las últimas en subir a la báscula. Si sus planes como boxeadora profesional se cumplen, ella espera pronto no ser de las que cierren los pesajes y las funciones.

Pero lo tiene claro: para lograrlo, tiene que trabajar fuerte. Así todas: una oportunidad y ellas pondrán el resto. Gracias a eso, hoy prácticamente todas las disciplinas tienen actividad en damas y caballeros.

En Yucatán, las ligas infantiles de fútbol, béisbol y baloncesto, entre otras, tienen a niñas y jovencitas en acción, ya sea en equipos de mujeres o jugando en mixto. Los equipos profesionales están siendo copados por entrenadoras, preparadoras físicas, analistas y más. No sólo son medallas. Bien clara la frase de Selina Rojas: “Prepararse para ser alguien de bien”.

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