Se tituló el resumen semanal de la víspera en el Diario con un “Leones diferentes”. No hay duda: son otros Leones.
Y vaya usted a saber qué fue lo que propició el cambio, en todo, en béisbol, en mentalidad. Lo que les importa a los melenudos y a sus seguidores es que están ganando en un momento clave. Jugar y vencer a los Piratas de Campeche, irreconocibles este año, fue por ejemplo un buen parámetro.
Yoanner Negrín, quien ya es parte de la historia del pitcheo yucateco, volvió a verse dominador en cinco entradas y dos tercios, y Art Charles y Henry Ramos se volaron la barda para guiar la paliza de las fieras ante los bucaneros, 11-1, en el arranque de una “batalla peninsular” más competitiva que en los años recientes.
Como homenaje a un mánager de leyenda en la cueva, los uniformes de los Leones portaron un parche con el número 17, recordando al fallecido Carlos Paz González, el piloto más ganador del club. Buen detalle.
Fue la octava victoria para los Leones en sus últimos 10 compromisos y, de paso, cortaron una cadena de cinco triunfos de los bucaneros, a los que bajaron de la segunda plaza sureña.
Ganar, además, les permitió poner sus números en .500 por primera vez en mucho tiempo (36-36 en victorias y derrotas). Eso de llegar a la barrera mágica es una de las principales luchas de los equipos, en cualquier disciplina deportiva. Ahora, ir por más es lo que sigue.
Negrín, quien en su anterior salida explotó muy temprano, esta vez lanzó para tres hits y una carrera, con tres bases y cuatro ponches en cinco y dos tercios (la carrera fue por jonrón de Francisco Peña). Los relevistas, que igual han mejorado en gran manera, únicamente permitieron un imparable en el resto.
En el ataque, Yucatán ha ido gradualmente en ascenso. Uno de los lujos del galeón es su pitcheo, pero anoche no se vio casi nada de ello.
Los Leones pudieron hacer daño en las primeras dos entradas, pero fue hasta la tercera en que atacaron, con cuatro carreras, dos impulsadas por un batazo de hit de Antonio Piñero que desvió el lanzador y se fue lejos de los fildeadores. El mismo Piñero remolcó otra en la cuarta, Art Charles la botó en la sexta, y Henry Ramos encontró las bases llenas en su turno en la séptima entrada y puso la pelota en el bullpen para un grand slam que dejó en paliza el partido.
Y todo eso a pesar de que Yucatán no tuvo en el line up a Yadir Drake, por cansancio en las piernas, ni a Yangervis Solarte por inflamación en una rodilla; Norberto Obeso, por estar en de recuperación. Los Leones, no cabe duda, son otros después de la pausa del Juego de Estrellas. Lo mejor debe estar por venir. El segundo juego será hoy a las 7:30 de la noche.



