El asesinato de Mario Pineida, jugador del Barcelona de Guayaquil (Ecuador), se suma a una cadena de ataques contra jugadores en un país golpeado por una crisis de violencia vinculada al crimen organizado.
Desde inicios de 2025 se han documentado al menos cinco homicidios de futbolistas, aunque el caso de Pineida es el primero que involucra a un jugador en activo de la primera división y de uno de los clubes más representativos del país.
El lateral izquierdo, de 33 años, fue acribillado en plena vía pública de Guayaquil, ciudad que concentra buena parte de la violencia en el país y donde el índice de homicidios se disparó en los últimos años.
Pineida, conocido como “El Pitbull”, inició su trayectoria en Independiente del Valle y desde 2016 jugaba en el Barcelona, con el que ganó dos ligas ecuatorianas y alcanzó dos semifinales de Copa Libertadores.
También tuvo pasos por Fluminense (Brasil) y El Nacional (Uruguay), además de participaciones con la selección ecuatoriana.
Casos similares han afectado a Jonathan “Speedy” González, Maicol Valencia, Leandro Yépez y el juvenil Miguel Nazareno, todos asesinados en circunstancias de la inseguridad.
Bryan Angulo sobrevivió a un atentado, mientras que jugadores como Pedro Pablo Perlaza y Jackson Rodríguez han sufrido secuestros o tentativas de rapto.— EFE
