A pesar de una lesión en el pie derecho, Josh Allen, quarterback de los Buffalo Bills, jugará el partido de mañana contra las campeonas Águilas de Filadelfia, y no se espera que tenga ninguna limitación, informó el entrenador Sean McDermott.
“Debería estar listo para jugar”, dijo ayer McDermott. “Sí, el dolor ha ido disminuyendo día a día a lo largo de la semana, así que debería estar en buenas condiciones”, agregó el coach.
Para este partido, los Bills no contarán con varios titulares defensivos: el safety Jordan Poyer (tendón de la corva) y el tackle defensivo DaQuan Jones (pantorrilla). Poyer logró su primera intercepción desde 2022 en la victoria de la semana pasada contra los Cleveland Browns. El tackle defensivo Jordan Phillips (tobillo) y el pateador Matt Prater (cuádriceps derecho) también se perderán su segundo partido consecutivo. El pateador del equipo de práctica, Michael Badgley, ocupará el lugar de Prater.
Los alas cerradas Dalton Kincaid y Dawson Knox (rodilla) son duda para el partido, tras haber participado de forma limitada en el entrenamiento de ayer. Kincaid se ha perdido algunos entrenamientos debido a una lesión persistente que, según McDermott, los Bills están controlando.
Allen no figuraba en el informe final de lesiones del equipo. Participó plenamente en el entrenamiento de ayer, tras participar de forma limitada en la sesión de calentamiento del miércoles y de ausentarse el martes. No llevaba ningún tipo de vendaje ni soporte visible en el pie derecho durante el período de estiramiento del entrenamiento abierto a los medios de comunicación.