• Gabriel Ramírez Aznar dejó una obra pictórica, literaria y cinematográfica que ha influido en generaciones y renovado la mirada artística
  • Joann Andrews, Pablo Osorio Cosgaya, Roberto MacSwiney Salgado y Aníbal Escalante Solís hicieron aportaciones ambientales y culturales
  • Eddie Salazar Gamboa (a la izquierda) y Jesús Solís Alpuche (arriba) fueron figuras promotoras de la ciencia y el activismo social local
  • Monseñor Álvaro García Aguilar dedicó décadas al servicio pastoral

El año por concluir estuvo marcado por el fallecimiento de personalidades de la cultura, las artes, la ciencia, la religión, el medio ambiente, el periodismo, la música y el teatro, entre otros ámbitos.

Conchita de Antuñano, Roberto MacSwiney, Gabriel Ramírez Aznar, Eddie Salazar Gamboa, monseñor Álvaro García Aguilar, Joann Andrews y Julio Isidro Ávila Villacís forman parte del grupo de personas a las que se despidió en 2025 y que dejaron un legado importante en la entidad.

Con datos del investigador, poeta, compositor y promotor cultural Luis Pérez Sabido, así como del archivo de Diario de Yucatán, hacemos un repaso de algunas de las personalidades que fallecieron en 2025:

Conchita de Antuñano

María Conchita Sánchez de Antuñano y Aguilar (Mérida, 24 de julio de 1950-Miami, 31 de enero de 2025), fue cantante y sobrina del poeta Alfredo Aguilar Alfaro. Estudió en el Conservatorio Nacional de Música y en la Facultad de Filosofía de la UNAM. En 1968 ganó una beca para continuar sus estudios en la Academia de Artes Vocales de Filadelfia y obtuvo otra para perfeccionarse en la Escuela de Música Juilliard de Nueva York, con Rose Bampton. Debutó en el Palacio de Bellas Artes con la ópera “Carmen”, de Bizet. En 1970 actuó ahí mismo en “Las walkirias”, de Richard Wagner, y “Electra”, de Strauss. En 1972 debutó en Estados Unidos interpretando el papel protagónico de “La traviata”, de Verdi, con la Compañía de Ópera de Pensilvania. En diciembre de 1981 cantó el aria “Ritorna vincitor”, de Verdi, acompañada por la Orquesta Sinfónica de Yucatán, en la temporada de reinauguración del Teatro Peón Contreras. En 1988 grabó con el sello Sony la ópera “Iris”, de Pedro Mascagni, interpretando el papel de Dhía, al lado de Plácido Domingo, con la Orquesta de la Radiodifusión de Munich. En 1992 el gobierno del Estado le otorgó la Medalla Yucatán. Para conmemorar el 50o. aniversario de la fundación de la Orquesta Típica Yukalpetén, promovió la grabación del disco “Cincuenta años de música y amor”. En ese álbum, dirigido por Armando Manzanero, interpretó “El caminante del Mayab”, “Yukalpetén”, “Amor secreto” y “Aires del Mayab”. Cantó en el Peón Contreras acompañada por la Orquesta Sinfónica de Yucatán (OSY).

Roberto MacSwiney

Roberto MacSwiney Salgado (Acámbaro, Guanajuato, 6 de junio de 1934-Mérida, 23 de mayo de 2025), fue promotor de la trova yucateca. Radicó en Mérida desde 1970. A principios de 1978 se hizo cargo del Departamento de Difusión Cultural de la Universidad Autónoma de Yucatán. El 6 de febrero de 1987 fundó la Asociación de Amigos de la Trova Yucateca, que semanalmente sesiona en el Hotel El Castellano. A partir de 1991, la asociación tuvo filiales en otras ciudades del país, en Puerto Rico y Venezuela. Como promotor de la trova yucateca participó en numerosos encuentros en Cuba, Puerto Rico, Colombia, Estados Unidos, Venezuela y España. Participó por más de 30 años en programas de radio en Mérida. A partir de 1984, y durante tres años, llevó al cabo junto a Miguel Civeira Taboada los Lunes de Trova en el Teatro Reforma de Ciudad de México. En 1985, y durante siete años, condujo programas semanales de trova yucateca en la XEB de México. Por varios años dirigió programas similares en difusoras de Toluca y Monterrey. A partir de 1988, y a lo largo de cinco años, fue el principal promotor del Festival Internacional del Bambuco. En 1992 inició un programa semanal de trova yucateca en Radio UNAM. Escribió tres mil crónicas en diferentes medios y también publicó sus artículos en Diario de Yucatán.

Participó en programas de la televisión locales como editorialista cultural y coordinó diversos eventos de trova en el Teatro de la Universidad y en el “Carlos Acereto”. A partir de marzo de 1999 condujo los Martes de Trova en el auditorio del Centro Cultural Olimpo. Por su labor recibió numerosos reconocimientos, entre ellos la Medalla Hernán Ramírez Coello de Radio Universidad; la Medalla Adolfo Guzmán del Instituto Cubano de la Música; la Medalla al Mérito Cultural de la Universidad de los Andes y, en 1996, la Medalla Yucatán que le confirió el gobierno del Estado.

El 24 de marzo de 2004, el Ayuntamiento de Mérida le hizo un reconocimiento por sus 25 años como promotor de la trova yucateca. Formó parte de asociaciones vinculadas con el fomento de la música popular: Asociación Mexicana de Estudios Fonográficos, Fundación Musicalia de Puerto Rico, Asociación de Coleccionistas de Música Popular de Puerto Rico, Asociación Nacional de Tríos de Cuba, Instituto Mexicano de Investigación y Recuperación Musical y Fundación Nacional Pro Música Andina de Colombia, entre otras.

Jesús Solís Alpuche

Jesús Solís Alpuche (Kinchil, Yucatán, 22 de noviembre de 1939-Mérida, 3 de julio de 2025) fue militante de izquierda, defensor ambiental y de los derechos humanos, politólogo y luchador social. Fue titular de la jefatura de Lengua y Cultura Maya en el Instituto para el Desarrollo de la Cultura Maya (Indemaya). Se consideraba fundador de Morena y alternó con figuras nacionales, como los sacerdotes Raúl Vera y José Alejandro Solalinde Guerra, así como otros ideólogos de la izquierda mexicana. Fue militar en retiro de la Marina Armada de México, en la que se desempeñó como guardafaros y condestable; activista del movimiento político y social; secretario general del Sindicato de Marina Mercante y Puertos Mexicanos, sección Yucatán. Obtuvo el Premio Nacional Bicentenario de la Independencia sobre la historia de una mujer; Líder Indígena en 2009, y el Premio Nacional de El Niño y La Mar en 2014. Colaboró en varios medios de información con escritos y fue autor de seis libros de testimonio y uno de poesía. Impulsó la creación de bibliotecas comunitarias y el Movimiento de Defensa del Territorio Sac Actún. Fue coordinador en el Barzón Nacional, secretario general en Yucatán de la Confederación de Jubilados, Pensionados y Adultos Mayores de la República Mexicana, A.C., y propietario de Chantzacan S.S.S. de R.I.

Sus actividades políticas se iniciaron en 1978, cuando se integró al sindicato de la Secretaría de Marina. En 1979 fue candidato por el Partido Comunista de la coalición de izquierda a gobernador de Baja California, estado donde laboraba. Fue el primero en resaltar la figura de la revolucionaria mártir maya Felipa Poot Tzuc, la mujer yucateca que ofrendó su vida para que hubiera justicia agraria desde Kinchil. Es autor del libro “Testimonios, mitos y ceremonias mayas”, recogidas desde Kinchil, su pueblo natal; “Asesinato de Felipa Poot” y “Asesinato de Felipa Poot: Una polémica histórica”, así como “Testimonios III: Educación y Educadores del Mundo maya, de ayer y hoy”.

Julio Isidro Ávila Villacís

Julio Isidro Ávila Villacís, decano de los fotoperiodistas yucatecos y colaborador de Diario de Yucatán durante 58 años, falleció el 17 de agosto, a los 96 años. Nació el 15 de mayo de 1929, en el seno del matrimonio que formaron Perfecto Ávila Alpuche y María Villacís Burgos. Contrajo nupcias el 4 de septiembre de 1955 con Josefina Adelaida Perera Alpuche, con quien tuvo cuatro hijos: José Alfonso, Juan Isidro, Josefina Adelaida y Julio Armando.

En 1955 ingresó a Diario de Yucatán, donde por casi seis décadas realizó una prolífica carrera en el ámbito de la fotografía, destacando coberturas de eventos trascendentales para la historia de la entidad, como la muerte de Pedro Infante, ocurrida en esta ciudad en abril de 1957 al desplomarse el avión en que viajaba. Varias de las imágenes que captó son hoy las que el mundo conoce del fallecimiento del actor.

También sobresale la reseña gráfica que realizó de la reina Isabel II a su llegada a Mérida el 27 de febrero de 1975, así como la de Jacqueline Kennedy, viuda del trigésimo quinto presidente de Estados Unidos, John F. Kennedy, en marzo de 1968.

Otra experiencia destacada fue la cobertura de la visita a Yucatán del papa Juan Pablo II, en agosto de 1993, además de tormentas, huracanes y procesos electorales en la entidad.

Don Isidro Ávila recibió el reconocimiento Meridanos de Corazón, el 30 de enero de 2003; el Premio Estatal de Periodismo 2016, en la categoría de Trayectoria, y en diciembre de 2018 obtuvo del Ayuntamiento de Mérida el Mérito a la Cultura Ciudadana en la categoría de Historia y Crónica.

En diciembre de 2009 su trayectoria fue retratada en el libro “Isidro Ávila: Medio siglo de fotoperiodismo”, tercer volumen de la colección El Valor de lo Nuestro, editada por Grupo Megamedia. Una sala de capacitación del edificio central de Diario de Yucatán lleva su nombre desde el 31 de mayo de 2014.

Aníbal Escalante Solís

Aníbal Escalante Solís (Mérida, 7 de septiembre de 1973-7 de octubre de 2025) fue bailarín, actor, promotor cultural y profesor de educación artística. En 1970 fue ejecutante fundador del Ballet Folklórico del Estado. Estudió en la Escuela Normal “Rodolfo Menéndez de la Peña” y en la Normal Superior de Yucatán “Antonio Betancourt Pérez”. Trabajó en la Secretaría de Educación del Gobierno del Estado de Yucatán (Segey). Fue maestro de educación artística en la secundaria “Ermilo Abreu Gómez”, donde fundó un coro que obtuvo el primer premio estatal de coros estudiantiles y actuó en el Palacio de Bellas Artes de Ciudad de México. Como actor formó parte del grupo Teatro de Repertorio, la Compañía de Teatro del Estado y de Teatristas de Mérida, dirigidos por Luis Pérez Sabido. Como promotor cultural laboró en la Secretaría de la Cultura y las Artes como responsable del programa federal Alas y raíces.

Eddie Salazar Gamboa

Eddie Salazar Gamboa fue matemático, químico e investigador de los fenómenos astronómicos y arqueoastronómicos de la región. Falleció el 16 de octubre, a los 79 años de edad. Había nacido el 22 de marzo de 1946. Fue hijo de Inocencio Salazar Barrera y María Exaltación Gamboa O’Horán. Contrajo nupcias con la señora Rubí Alpuche Cámara, con quien procreó tres hijos: Rubí, Eddie Ariel y Rígel.

Cursó la carrera de Ingeniería Química de 1968 a 1973 y la Licenciatura en Matemáticas de 1968 a 1972, ambas en la Universidad de Yucatán. También cursó la Maestría en Administración en el Instituto Tecnológico de Estudios Superiores de Monterrey, unidad Ciudad de México, de 1975 a 1978. Además, realizó la Especialización para la Docencia en el Centro de Investigación y Servicios Educativos de la Universidad Nacional Autónoma de México (1978-1980).

En su actividad docente, formó parte de la Secretaría de Educación Pública, con adscripción en el Tecnológico Nacional de México, campus Instituto Tecnológico de Mérida, como profesor de tiempo completo. Ingresó a la institución en 1973 y desde entonces impartió asignaturas como Análisis Numérico, Termodinámica, Físico-Química, Química, Ecuaciones Diferenciales, Microeconomía, Macroeconomía, Programación Basic, Álgebra Lineal, Cálculo Diferencial e Integral, entre otras.

De 1970 a 2001 desempeñó la docencia en los niveles de educación media superior y superior de la Universidad Autónoma de Yucatán. Asimismo, realizó funciones docentes en la Escuela Normal Superior de Yucatán de 1975 a 1982 y en la Escuela Normal “Rodolfo Menéndez de la Peña”, de 1974 a 1977. Impartió cátedra en diversas instituciones educativas públicas y privadas de esta ciudad, en los niveles medio superior y superior.

Apenas el año pasado anunció su retiro de la docencia y comunicó que continuaría con sus trabajos dedicados a la astronomía, disciplina que divulgó, entre otros espacios, en las páginas de esta casa editorial, donde compartía información sobre los fenómenos astronómicos mensuales y anuales.

De espíritu inquieto y cuestionador de su entorno, sobre todo del universo y el cosmos, dedicó numerosos años de su vida a la investigación. A la par de su actividad docente centrada en las ciencias exactas, fue un acucioso investigador en las áreas de astronomía y arqueoastronomía, pasiones que le permitieron comprobar y registrar la ocurrencia de importantes fenómenos de luz y sombra en edificios mayas prehispánicos de Yucatán, los cuales constituyen una aportación relevante al patrimonio histórico-cultural de la entidad.

Sus conocimientos sobre astronomía y matemáticas le permitieron realizar cálculos de gran precisión sobre la ocurrencia de distintos fenómenos astronómicos y arqueoastronómicos, presentando evidencia de las relaciones que los antiguos mayas observaban entre el movimiento de los astros y el orden sociorreligioso.

En 1993, junto con el investigador Víctor Segovia Pinto, realizó la comprobación del descenso del “Kukulcán lunar” en El Castillo de Chichén Itzá. Fueron los cálculos matemáticos de Salazar Gamboa los que llevaron a determinar la fecha precisa en la que ese fenómeno debía ocurrir, el cual cambia de fecha cada año. Por ello, en 2007 recibió un reconocimiento del INAH por el descubrimiento.

Durante la última década se abocó al estudio de los eclipses y a la forma en que los mayas fueron capaces de predecir estos fenómenos astronómicos. También abarcó otras áreas en los últimos años, ya que apenas hace dos registró el libro “Fibonacci, Neei, Lucas, y algo más”, un texto de divulgación sobre la sucesión infinita de números naturales. Trabajó en la edición de un libro sobre los calendarios maya, juliano, gregoriano, eclesiástico, perpetuo, judía, islámico, chino, ciclo metónico y saros.

Nunca dejó de investigar y hacer cálculos sobre los fenómenos de luz y sombra en El Castillo de Chichén Itzá, no sólo de la serpiente solar y lunar, sino también de otros fenómenos que ocurren en los solsticios de verano e invierno.

Entre los libros que escribió se encuentran “Introducción a la probabilidad y estadística”, elaborado como texto para alumnos de tercero de preparatoria de la Uady en 1980; “La astronomía en Yucatán 2012-2036” (publicado en 2012); “Métodos numéricos 2012-2013”; “La interpolación de Newton y la derivación numérica”, y “Decodificando el código Dresde en el área de eclipses”, entre otros.

Gabriel Ramírez Aznar

Gabriel Ramírez Aznar fue pintor, historiador de cine y escritor, falleció el 20 de octubre. Realizó sus primeros estudios en Mérida, su ciudad natal, y en 1957 se trasladó a Ciudad de México, donde vivió hasta 1975. Una película de Vincent Minelli, “Sed de vivir (Lust for Life)”, lo condujo a Van Gogh y a “una nueva aventura autónoma de la pintura”. Presentó su primera exposición individual en 1965 en la Galería Juan Martin y ese mismo año tomó parte en la IV Bienal de Jóvenes de París. Desde entonces participó en más de 50 exposiciones individuales y 80 colectivas.

En la década de 1950 formó parte, con Fernando García Ponce, José Luis Cuevas, Vicente Rojo y Lilia Carrillo, entre otros, de una generación de ruptura y búsqueda que cambiaría los rumbos de la pintura mexicana de las siguientes décadas. Recibió en 1986 la Medalla Yucatán del gobierno del Estado, en 1997 el Premio de Literatura “Antonio Mediz Bolio” y en dos ocasiones fue becario del Fonca en su calidad de creador artístico. Profundo conocedor del cine mexicano e internacional, escribió varios libros sobre el tema: “El cine de Griffith” (1972), “El cine yucateco” (1980), “Crónica de cine mudo mexicano” (1989) y “Norman Foster y los otros directores norteamericanos en México” (1992). Fue editor, con varios escritores de Mérida, de la revista “Camaleón” (1988-1992). Es autor de artículos monográficos sobre cine, fotografía y salas cinematográficas para la Enciclopedia de Yucatán en el tiempo (1999).

Pablo Osorio Cosgaya

Pablo Osorio Cosgaya (Valladolid, 5 de septiembre de 1946-4 de noviembre de 2025) fue trovador. En 1959, en Valladolid pasó a formar parte del trío Los Tachos, fundado en 1949 por su padre y sus hermanos Carlos y Luis. Junto con Los Tachos realizó presentaciones frecuentes en Mérida y Cancún, y giras a Ciudad de México y a otras capitales. Grabaron varios discos en los que incluyeron canciones de su autoría. En noviembre de 1999 celebraron sus bodas de oro con una audición en la plaza principal de Valladolid ante más de tres mil espectadores.

En el año 2000, su canción vals “Valladolid” obtuvo el segundo lugar en el certamen de canciones convocado por la radiodifusora XEFC. En junio de 2001 participó con Los Tachos en el XXVII Festival Mono Núñez de Ginebra, Colombia. En Mérida, participaron en eventos musicales en teatros y en las serenatas del parque de Santa Lucía. En marzo de 2003, el Ayuntamiento de Mérida les otorgó la Medalla Chan Cil por su larga trayectoria en la trova yucateca. El 18 de junio de 2009, con un concierto de gala en el Teatro Peón Contreras, celebraron 60 años de carrera.

El 12 de marzo de 2016, la Sociedad Artística “Ricardo Palmerín” les otorgó en el Auditorio del Ex-Telar La Aurora, de Valladolid, la Medalla Ricardo Palmerín y, el 21 de junio de 2017, la Secretaría de la Cultura y las Artes les confirió la Medalla Pastor Cervera, por toda una vida en la trova, en el concierto de clausura del Festival de Primavera efectuado en Valladolid. Su retrato al óleo se exhibe en el Salón de los Compositores del Palacio Municipal de Valladolid.

Monseñor Álvaro García Aguilar

Monseñor Álvaro García Aguilar falleció el lunes 24 de noviembre, a la edad de 92 años. Nació el 19 de febrero de 1933 en Mérida. Fue hijo del matrimonio que formaron Manuel García Montalvo y Francisca Aguilar Fernández. Tuvo una hermana, Ligia, quien contrajo matrimonio con Edgardo Palma Hernández (todos ya fallecieron).

Fue consagrado sacerdote el 16 de junio de 1956 y fue el primer párroco de María Inmaculada, en el fraccionamiento Campestre. Cursó la primaria en el Colegio Montejo. A los 12 años ingresó al Seminario Pontificio de Montezuma, Nuevo México, donde cursó uno de Filosofía y cuarto de Teología.

Recién ordenado lo nombraron vicario de San Juan Bautista de Tekax. Posteriormente trabajó en las parroquias de la Purísima Concepción, en Progreso; de los Santos Reyes, en Tizimín, y en Nuestra Señora de Guadalupe, en San Cristóbal, y Nuestra Señora del Perpetuo Socorro. También se desempeñó como formador del Seminario Conciliar en diferentes períodos y como capellán nacional de los Escuderos de Colón, entre otros cargos.

En 1978, 22 años después de su ordenación, le encargaron la construcción de la iglesia de María Inmaculada, de la cual fue párroco hasta 2015, cuando fue relevado por el padre Cristian Uicab Tzab. También en 1978 fundó el grupo apostólico Rocamar.

Los años de servicio de monseñor García Aguilar en María Inmaculada se distinguieron por la participación de los jóvenes, lo que propició el surgimiento de 22 vocaciones sacerdotales, una de ellas la de monseñor Fermín Sosa Rodríguez, actualmente nuncio apostólico en Bolivia (antes lo fue en Papúa Nueva Guinea).

Monseñor García Aguilar también fue fundador del Instituto Patria, colegio de inspiración católica, y fungió como rector de la Universidad Patria, de la cual fue promotor y fundador. Con la ayuda de la comunidad, bajo su coordinación se concretaron obras como las casas del Sacerdote y de Nazareth, así como la capilla San Jorge, en el fraccionamiento Villas del Sol.

Durante 42 años permaneció al frente de la parroquia de María Inmaculada, la cual se distinguió por la participación de los jóvenes, impulsada por el padre Álvaro García. Dejó la parroquia en octubre de 2015 y el presbítero Cristian Uicab Tzab se convirtió en el segundo párroco del templo. Posteriormente, el padre Uicab Tzab dejó la parroquia el 21 de agosto de 2021, para entregarla al tercer párroco, el presbítero Antonio Escalante Pantoja, quien hoy sigue al frente de la comunidad.

Joann Andrews

La reconocida ambientalista Joann Andrews falleció el lunes 23 de diciembre, a los 96 años de edad. Originaria de New Haven, Connecticut, en Estados Unidos, fue pionera de la conservación profesional del medio ambiente en la Península de Yucatán.

Nació el 10 de enero de 1929 y fue hija de Robert y Margaret MacManus. En 1951 se graduó en la Universidad de Columbia, en Nueva York. Después de estudiar la maestría ingresó al servicio diplomático de Estados Unidos y estuvo 10 años en África, ocupando diferentes puestos.

Experta en la preservación del medio ambiente, sobre el cual publicó diversos artículos y libros, en su trayectoria destacó su participación en excavaciones arqueológicas y su desempeño como presidenta fundadora de Pronatura Península de Yucatán.

Su labor ambientalista la hizo acreedora de la Medalla Gonzalo Cámara Zavala en 1997, otorgada por la Liga de Acción Social; un reconocimiento en 2006 por The Nature Conservancy, capítulo Nueva York, y muchos otros premios. En 2000, la orquídea Lophiaris andrewsiae J. fue nombrada en su honor, por los amplios estudios que realizó sobre la especie.

Como representante regional de la Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza, formó parte del Consejo Directivo del Instituto Benjamin Franklin en Mérida y del Patronato Pro Historia Península de Yucatán. Además, fue integrante de la Asociación para la Equinoterapia y fundadora del Club Hípico del Sureste.

El vestíbulo del nuevo consulado de Estados Unidos en Mérida lleva su nombre por su trabajo en favor de la naturaleza.

En 1964 llegó a Mérida a invitación del arqueólogo E. Wyllys Andrews IV, con quien contrajo nupcias en esta ciudad el mismo año. Enviudó en 1971. Le sobreviven sus hijos Wyllys Andrews V, Anthony, Robin, Edmund, Margaret y David.