Con métodos propios de la “dictadura perfecta” y el beneficio de la ola populista y polarizadora engendrada en Palacio Nacional; arropado por connotados representantes del viejo PRI, de la corte de “chapulines” de Ivonne Ortega y Rolando Zapata, el pragmático proyecto electoral de Joaquín Díaz Mena finalmente logra la mayoría de votos en Yucatán, apuntalado por extraordinaria derrama económica en sectores de alta marginación, oscuros acuerdos con la administración anterior y el uso de programas sociales, durante años, en beneficio del hoy gobernador electo y su imagen.
Las cifras finales del conteo nos muestran importante avance morenista y fuerte retroceso de PAN y PRI, con amplio voto diferenciado, como sucedió en 2018: Claudia Sheinbaum vence casi 2 a 1 a Xóchitl Gálvez en todo Yucatán, pero Huacho Díaz supera a Renán Barrera por una diferencia mucho menor. Casi 150,000 yucatecos favorecen a Morena en la elección presidencial pero no a su candidato a gobernador. Y como en todo el país, donde el partido oficial pierde la mayoría de las grandes ciudades, en Mérida el partido de López Obrador no logra vencer a sus opositores.
En la capital, gracias a masiva participación en zonas de mayor desarrollo, Cecilia Patrón logra claro triunfo sobre el cuestionado candidato de Claudia Sheinbaum: un récord de 258,489 votos, más de 50,000 arriba de Rommel Pacheco. La votación en Mérida se divide: alta preferencia por la ganadora en esas zonas de alto desarrollo, lo que garantiza la mayoría, pero abierto rechazo en las zonas marginadas, donde la aplanadora morenista hace de las suyas. Ambos candidatos alcanzan las mayores cifras históricas para primero y segundo lugar en las elecciones meridanas. También Renán Barrera vence en la capital, con amplio margen.
En el Congreso del Estado, en proceso impugnado, Morena y aliados lograrían mayoría simple, no calificada, con 21 de 35 diputados. El segundo lugar es para el PAN, muy arriba del PRI, cuya fuerza política se reduce considerablemente, al grado que el panismo tendría que preguntarse si su alianza con el enemigo histórico le benefició o perjudicó en sus aspiraciones.
DESAFÍOS Y AMENAZAS
Peligrosamente débil, con alto riesgo de convertirse en “títere manipulado” por el Centro, como nos advierte el investigador Luis Ramírez Carrillo, Díaz Mena llegaría en octubre a la titularidad del Ejecutivo con alta deuda política, después de un proceso electoral que nos recuerda al régimen priista de los 1970, de partido hegemónico, liderado por un caudillo manipulador: claro triunfo morenista en los sectores rurales menos beneficiados por el desarrollo pero significativa derrota en las zonas urbanas más prósperas, donde residen los mayores generadores de impuestos y la población que sería más propensa a la presión y la exigencia.
¿Cuáles son los principales retos del próximo gobernador? ¿Cómo se enfrentará a las crecientes presiones del crimen organizado, que amenazan la seguridad en Yucatán? ¿Podrá estar a la altura de las expectativas de desarrollo, sobre todo de quienes no votaron por él? ¿Recurrirá al diálogo con todos los sectores, en contraposición con la tradicional cerrazón morenista? ¿Se enfrentará realmente a la “escandalosa” corrupción que denunció en campaña?
Experto en el clientelismo que lo llevó al poder, de escasa experiencia en la gestión pública que ameritaría el cargo, con pesadas facturas pendientes de pago por compromisos recientemente adquiridos, creemos que el próximo gobernador tendría que enfocar buena parte de planes y presupuestos en la lucha contra la amenazante inseguridad, los programas para reducir injusticias y desigualdades, los proyectos de desarrollo económico en coordinación con el sector privado y el combate a la corrupción y la impunidad.
En materia de inseguridad, haría bien en tomar nota de las alertas de Ramírez Carrillo. Por el sistema centralista de la 4T, es serio el riesgo de perder el control del actual esquema de seguridad, tanto el formal, que es evidente, como el informal, que desconocemos. Nos advierten que es alto el riesgo de perder las condiciones en las que se ha permitido trabajar en los últimos años a los responsables de la seguridad en Yucatán. Se aproxima el panorama de extorsiones, secuestros y otras amenazas que ya son realidad en Quintana Roo y Campeche.
En los proyectos de infraestructura y desarrollo económico arrancaría con el visto bueno inicial del sector privado. Ya el Consejo Coordinador Empresarial le dio la bendición: “Sabemos que Huacho tiene buenas intenciones”. Los dueños del capital se manifiestan deseosos de colaborar con el nuevo gobierno en la consecución de las propuestas de su preferencia. ¿Los escuchará realmente? ¿Tomará en cuenta sus ideas?
CORRUPCIÓN E INJUSTICIA
La lucha contra la corrupción y la impunidad sería más fácil con la guía y auditoría de “Ya Basta”, organismo cercano a sus afectos, que en sus puntuales críticas a los gobiernos de PRI y PAN le ofrece a Huacho buenos ejemplos de cómo proceder: gobierno abierto, transparencia en compras y adquisiciones, rendición de cuentas, freno a la opacidad.
¿Se atreverá el nuevo gobierno a investigar y sancionar los numerosos casos de “empresas fantasmas” y el escandaloso proceder de la mafia inmobiliaria solapado por la administración que se va? ¿Se lo impedirán esos oscuros acuerdos preelectorales, como le sucedió a Mauricio Vila?
En materia de combate a las injusticias y la desigualdad, habría que esperar que su experiencia clientelar se convierta en proyectos de verdadera transformación social y no permanezcan, o se fortalezcan, como los órganos de control político propios del morenismo.
¿Qué lecciones nos dejan los comicios? ¿Qué podemos aprender los ciudadanos? ¿Qué aprendizajes quedan a los partidos políticos, los triunfadores y los derrotados? La reflexión personal y en comunidad adquiere carácter de urgente.
Conscientes que el gobierno solo es uno más de los elementos importantes de la sociedad, como nos recuerda monseñor Felipe Arizmendi; que “nuestra vida no depende en todo del gobierno en turno, sino del esfuerzo diario y la organización comunitaria”, hacemos votos para que el nuevo gobernador de Yucatán pueda cumplir sus promesas de justicia y desarrollo, deseando que no se vuelva realidad la predicción de Ramírez Carrillo y logre ser libre ante las presiones del Centro e independiente de los discursos de odio y la política del rencor que caracterizan a los líderes del movimiento que ahora defiende.
Reiteramos nuestra exhortación a reactivar los necesarios contrapesos y nos manifestamos listos para hacer lo que nos corresponde.— Mérida, Yucatán
*) CARLOS R. MENÉNDEZ LOSA, director general de Diario de Yucatán y Grupo Megamedia
