“Y es inútil que otros ojos pretendan tocar los tuyos”.— Xavier Villaurrutia

Mucho coraje sigue causando a quien escribe, desde enterarme en el cuarto grado de la escuela primaria, acerca de la Batalla de Churubusco. Crucial enfrentamiento cuando la invasión norteamericana contra la inferioridad armada del ejército mexicano. Tras la derrota, solicitaron el parque al general González Anaya, éste con aplomo contestó “Si tuviéramos parque no estarían ustedes aquí”. También es posible que esa patriótica expresión haya sido de otro general llamado Pedro María Anaya. Quien fuera, aquello nos demuestra el pundonor en la defensa de México. Durante aquel acometimiento, el batallón de San Patricio, compuesto por católicos irlandeses, que llegó con los gringos, decidió apoyar a los mexicanos en una injusta guerra contra un pueblo de su misma religión. Junto con la caída de Molino del Rey, el Colegio Militar con los Niños Héroes, todo quedó en poder del invasor y la bandera de las barras y las estrellas ondeaba en Palacio Nacional. Entre tanto Los Polkos, los popis de la época celebraban. Me daba mucho coraje y me sigue dando. Se acrecentó mi nacionalismo.

En nuestros días, el ominoso presidente estadounidense ofrece a la mandataria nacional tropas para combatir al crimen organizado; ella se niega. Una realidad es que el Estado mexicano no puede —o tal vez no quiere por complicidad— acabar con ese mal que como un cáncer con metástasis domina ya gran parte del territorio nacional. Creo hace bien, ya adentro no sabemos lo que decidirá el falaz y ocurrente Trump. Empero podría solicitar apoyo logístico, tecnológico y armamentístico para que la milicia mexicana lo opere. El problema es que el gobierno del vecino país ha perdido la confianza en nuestros militares para proporcionarlo, sería como tirarlos en saco roto, cuando menos.

Los sucesos en el México actual me recuerdan los westerns que durante la infancia veía en el cine Libertad de mi tierra. Hoy ya anciano los vuelvo a ver, más por nostalgia que por calidad. Ahora desde el hogar gracias a la televisión y sus modernas aplicaciones, además de ser jubilado.

Temáticas similares encuentro entre los de Hollywood, los mexicanos con indumentaria de charros y los espaguetis westerns: Grupos de mafiosos dominaban la región, asaltaban a las diligencias, querían tomar a la fuerza a la muchacha más bella, controlaban a los jueces y los alcaldes. Todos les rendían pleitesía, había miedo, pagaban tributos. En eso, un forastero llegaba al pueblo y la situación comenzaba a cambiar para bien; al final, el héroe resultaba ser un agente federal que restablecía el orden. La ficción de entonces quedó corta respecto a la realidad de nuestros días, donde la podredumbre apesta por el territorio nacional que involucra a mafiosos políticos y criminales en una alianza muy letal: La mafia del poder, tan denostada por AMLO ¿Y ahora quién podrá ayudarnos? Solo nosotros como sociedad civil organizada, porque los actuales están resultando peores.

La presidenta Sheinbaum, al principio del asesinato del presidente municipal de Uruapan quiso minimizar el hecho como algo ya normalizado, “Ahora hasta en la Casa Blanca hablan de Uruapan”, dijo así, más o menos, pero ante la creciente indignación cambió hasta “solidarizarse” con el pueblo, donde incluso recibió tocamientos obscenos de un individuo, lo cual parece inverosímil por su poderoso equipo de seguridad, más bien es un montaje para una cortina de humo ante tantas broncas que atraviesa doña Claudia. Resulta como aquel troll donde se aparea un perro con una tigresa. ¿Quién se atrevería más que un enajenado?

El hecho de que hasta en Washington se interesen por la muerte del popular alcalde Manzo, y las tristes imágenes abrazando a sus pequeños, ahora huérfanos, nos recuerda la parte más sentimental cuando el asesinato de Colosio. Debe existir un mensaje oculto, quizá una amenaza velada, porque días después, una lancha fue atacada frente a las costas de Acapulco por drones yanquis, según dicen porque llevaban estupefacientes, no fue como en la época del presidente guatemalteco Ydígoras Fuentes que se excedió con el uso de la fuerza cuando pesqueros mexicanos capturaban en aguas territoriales guatemaltecas y los acusó de piratas, mas nunca lo pudo comprobar.

Por cierto, por allá andaba don José León Bojórquez un hunucmense que capitaneaba una de aquellas embarcaciones.

Lo que ocurrió en el Pacífico mexicano, sucede desde hace algún tiempo en zonas internacionales del Caribe cercanas a Venezuela donde ya se estableció la flota más poderosa del mundo para combatir el narcotráfico marítimo, aunque su objetivo real, todo indica, es el dictador Maduro. No es casual que Corina, su valiente opositora, haya recibido el Premio Nobel de la Paz. Eso de la candidatura de Trump para el mismo galardón, nunca dejó de ser una payasada como la del empresario farmacéutico mexicano.

En Argentina, el ultraderechista presidente Javier Miley, a punto de perder el control legislativo, recibió apoyos por 20 mil millones de dólares para salvar al país de un desastre financiero, pero todo condicionado al triunfo de su Partido llamado La Libertad Avanza con sus aliados. Se consideró como una alianza vital para USA en nuestro continente que mira hacia la izquierda y el gobierno gringo no está dispuesto a permitirlo. Es otra forma de intervencionismo, más sutil. Aquello no puede más que recordarnos aquel refrán: cuando veas las barbas de tu vecino rasurar, pon las tuyas a remojar.

Entre tanto, en lo interno hay pequeños, pero muy numerosos focos rojos de disgusto que van hacia la insurrección. Son como árboles de Navidad sin concatenarse hasta ahora. La presidenta Sheinbaum ha perdido un quince por ciento muy significativo de aprobación, en los últimos meses, lo que parece caída libre, aunque todavía siga siendo alto con el 70 por ciento.

En el gobierno yucateco se dice hay movimiento en el bullpen, hablando en términos del Rey de los Deportes tan interesante en los días de la reciente Serie Mundial. No vaya a suceder en el gabinete de Huacho como con nuestros Leones de Yucatán, que aún no anuncian una contratación bomba para no ser iguales a los años anteriores.— Espita, Yucatán

Escritor, docente y cronista de Espita

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