Con camino por recorrer
Una de las metas de la Feria Internacional de la Lectura Yucatán (Filey) 2019 es la promoción de la lectura, pero sobre todo hacer que los que no leen, lean; y quienes ya lo hacen, lo hagan más.
Con esta visión surgió la Feria hace ocho años y con ese motivo recabamos opiniones de personas involucradas en la promoción de la lectura y creadores sobre cómo vieron la edición de la Filey que recién concluyó, y si está cumpliendo las metas propuestas al inicio.
Para la escritora Melba Alfaro, la Filey sí está cumpliendo el propósito para el que fue creada: incentivar la lectura en personas de todas las edades.
En lo personal ella vivió experiencias muy positivas en esta octava edición, como el encuentro que organizó UC-Mexicanistas, que incluyó la presentación de un libro de autores yucatecos en el Centro Cultural Olimpo, mismo que fue presentado por extranjeros. “El evento fue tan extraordinario y satisfactorio que daban ganas de ir inmediatamente a comprar el libro”. Experiencias como esa, asegura la escritora, son las que hacen que la gente quiera leer.
Al hablar del Primer Encuentro de Promotores de la Lectura, considera fue sensacional, pues se dieron muchas sugerencias y ejemplos de cómo mejorar la energía y creatividad para aplicarlo en sus comunidades y hacer que las personas se interesen más en los libros y leerlos.
Para ella, la presentación de obras de los autores yucatecos fue de las actividades más importantes de la Filey, pues permite conocer lo que los creadores del Estado están haciendo y ver la versatilidad de géneros, como lo fue el ver que se escriba y lea teatro, por ejemplo.
Melba Alfaro señala que la Filey después de ocho ediciones ya está logrando que permee la sensibilidad lectora de los que viven en Yucatán y de quienes visitan la entidad en los días de la Feria. Si bien algunos se quejan de que los libros son caros y salen decepcionados, ella pide valorar y retribuir a los creadores, escritores e ilustradores, y pensar que, como se hace para otro tipo de ferias, hay que ahorrar para que en la Filey puedan comprar los libros que desean.
Nadia Pérez Basurto, jefa de fomento literario y promoción editorial de la Sedeculta, ve a la Filey como un espacio de reunión de personas para compartir ideas, en la que no solo se puede ir a comprar libros, sino que siente lo más valioso son las actividades alrededor de todo ello.
“Los talleres, las mesas panel, los conversatorios y la presentación de libros permiten establecer un diálogo en el que se conocen otras ideas, se exponen las propias y se aprende de la visión de otras personas”.
Al respecto, recuerda que se realizaron talleres muy interesantes para niños, que fueron muy solicitados, y cuenta que, por ejemplo, los talleres que se ofrecieron en el módulo de Sedeculta estuvieron llenos.
No obstante, menciona que la Filey ya lleva ocho ediciones y no hay cambios palpables en lo niveles de lectura de la población. “El fomento a la lectura —dice— es una labor compleja, y debe involucrar a todos, a los papás, la escuela, la academia, las instituciones y el Estado”.
Resalta la labor de los padres de familia, pues algunos creen que la escuela es la obligada a fomentar la lectura en sus hijos, pero se ha visto que el principal incentivo está en casa: si los niños crecen viendo que sus padres leen, ellos también se convertirán en lectores.
La Filey es un evento exitoso que ayuda de varias maneras a fomentar la lectura, pero aún hay mucho más por hacer no solo por parte de la Feria, sino todos los involucrados en el área.
Al escritor Víctor Garduño Centeno le parece muy bien que la Filey siga promoviendo la lectura en niños y jóvenes en las escuelas, para despertar en ellos el interés por leer. Sin embargo, reflexiona en qué sucede con los adultos, pues ya van varias generaciones de fomento a la lectura y las personas adultas, esas que fueron niños y jóvenes entre los que se promovió la lectura, han dejado de leer.
—Creo que no hay continuidad, algo pasa, se promueve la lectura, pero no se fomenta el hábito de leer, pues si se cumplió con el objetivo estimular a niños y jóvenes, se supone deben ser lectores para el resto de sus vidas, pero no ha sido así.
Le tocó escuchar los comentarios de amigos y conocidos que señalaban iban a llevar a sus nietos, hijos, sobrinos o alumnos a la Filey, pero no hablan de su propio interés, lo que hace pensar que algo sucede en este tránsito entre la juventud y la vida adulta, razón por la que considera se debe poner más énfasis en el fomento al hábito de leer, y no solo en la lectura como tal.— Iris Ceballos Alvarado
Ronda de opiniones
Dos escritores y una integrante de la Sedeculta hablan de la labor de la Filey.
Melba Alfaro
Escritora
(El Primer Encuentro de Promotores de la Lectura, el cual se llevó al cabo como parte de las actividades del programa de la octava edición de la Filey, que finalizó anteayer) fue sensacional, pues se dieron muchas sugerencias y ejemplos de cómo mejorar la energía y creatividad para aplicarlo en sus comunidades y hacer que las personas se interesen más en los libros.
Nadia Pérez Basurto
Jefa de fomento literario
Los talleres, las mesas panel, los conversatorios y la presentación de libros permiten establecer un diálogo en el que se conocen otras ideas, se exponen las propias y se aprende de la visión de otras personas. El fomento a la lectura es una labor compleja y debe involucrar a muchos sujetos: desde los padres de familia, la escuela, la academia hasta las instituciones y el Estado.
Víctor Garduño
Escritor
Creo que no hay continuidad, algo pasa, se promueve la lectura, pero no se fomenta el hábito de leer, pues si se cumplió con el objetivo estimular a niños y jóvenes, se supone deben ser lectores para el resto de sus vidas, pero no ha sido así. Escuché los comentarios de amigos y conocidos que iban a llevar a sus nietos, hijos, sobrinos o alumnos a la Filey, pero no hablaban de su propio interés.
