En la cena del 24 de diciembre el pavo indio, de traspatio, es el invitado obligado a las mesas de los yucatecos del Sur, que suelen prepararlo de manera similar.
“Desde Muna hasta Peto se come pavo en escabeche. Va a Chumayel, a Maní… pavo en escabeche. Hay gente que se dedica a criar pavos para estas fechas”, señala Santiago Gómez y Cámara, cronista vitalicio de Ticul.
“La diferencia entre el pavo indio y el de los supermercados es el sabor”, apunta. “El indio es criado en un corral y se alimenta de todo, es medio carroñero ese pavo, pero sabroso”.
El ave, agrega, se come en Nochebuena acompañada de cebolla curtida, frijol colado y diferentes salsas.
Esa noche “algunos comen lechón y cochinita, pero es muy raro, y otros, cerdo asado”, apunta.
La bebida consiste mayoritariamente en refrescos de cola y “algunas personas, muy pocas, lo acompañan con vino tinto”.
Para endulzar la velada “el pastel es de cajón”.
“Todo el Sur sigue la misma línea de comida. Cambia un poco en Añoviejo, cuando sigue habiendo pavo, pero no tanto como en Nochebuena”, revela el cronista.
Para la última noche del año, afirma, se preparan más guisos a base de cerdo y platillos como el bacalao a la vizcaína.— V.B.M.
