Encuentra en la oración el valor de la Cuaresma

Con el Miércoles de Ceniza, que este año será el próximo día 26, la Iglesia Católica dará inicio a la Cuaresma, tiempo de preparación para la Pascua, la fiesta principal de los cristianos.

“Este es un tiempo para imitar a Jesús quien pasó 40 días en el desierto; nosotros nos preparamos por 40 días para la Pascua, en la que se celebra la pasión, muerte y resurrección de Cristo”, explica el presbítero Jorge Martínez Ruz, vocero de la Arquidiócesis de Yucatán.

El sacerdote afirma que en tiempo de Cuaresma hay una gran participación de la comunidad en diferentes actividades, como es el caso de las confesiones decanatales.

Por ello motiva a todas las personas a iniciar con entusiasmo estos 40 días de preparación y así tener un encuentro con Jesús.

Los preparativos en las iglesias comenzaron la semana pasada con la quema del huano: a la comunidad se le pidió que llevara el huano bendito que recibieron el Domingo de Ramos del año pasado, para quemarse y cuya ceniza se colocará a las personas en las misas del próximo miércoles 26.

La Cuaresma se iniciará el miércoles 26 de este mes y concluirá previo al triduo pascual, la mañana del Jueves Santo, el 9 de abril.

La Semana Santa comenzará el Domingo de Ramos, que será el 5 de abril; mientras que el domingo de Pascua será el 12 de abril.

El sacerdote indica que durante el Miércoles de Ceniza se impondrá la ceniza a todas las personas en las diferentes misas que se oficiarán en las iglesias. Por ejemplo, el arzobispo de Yucatán, monseñor Gustavo Rodríguez Vega, celebrará la misa en la Catedral a las 8:15 a.m.

El padre Jorge Martínez subraya que recibir ceniza no perdona pecados. “La cenizas es un signo únicamente de arrepentimiento, de que somos polvo y al polvo vamos a volver; recuerda nuestra fragilidad, debilidad”.

Obras de misericordia

En estos días, las principales recomendaciones de prácticas, son vivir las obras de misericordia, como la ayuda al prójimo necesitado. Otra de las prácticas es intensificar la oración, la limosna, el ayuno y la abstinencia. Sin embargo, cada quien dependiendo de su devoción, elige qué hacer y cómo vivir la Cuaresma.

El sacerdote reitera que el sentido de las prácticas es acercarse a Dios y prepararse para la Pascua.

Dejar de comer carne los viernes simboliza “privarnos de algún privilegio para acercarnos a Dios”.

La privación del lujo, añade, es para poder ayudar más al más necesitado; por ejemplo, el ahorro obtenido por comer menos ostentosamente puede darse como donativo a quienes menos tienen.

El huevo, el pescado y los mariscos sí está permitido comerlos en viernes.

Otro de los sacrificios es el ayuno, que sirve “para recordar que esa hambre nos debe relacionar del hambre que tenemos de Dios”, explica el vocero de la Arquidiócesis.

“Ayunar de comida significa que somos necesitados de Dios también y que tenemos hambre de él”.

El ayuno se expresa en los alimentos pero también se puede expresar en otras cosas, ya que hay gente que en Cuaresma se priva de algunos gustos y lujos.

“No debe ser práctica egoísta sino es una práctica que tiene una proyección hacia los demás, al prójimo”, subraya el sacerdote

Más oración

Aunque la oración debe realizarse a lo largo de todo el año, “durante este tiempo tenemos que habilitar más espacios de oración y reflexión para prepararnos espiritualmente”, resalta.

Durante este tiempo se organizan retiros, ejercicios espirituales y pláticas cuaresmales que ayuden a una mejor preparación.

Todos los viernes de este tiempo se rezan los viacrucis en las parroquias y en los centros pastorales, una práctica que es común y que la comunidad responde con gran entusiasmo.

Hay muchas actividades para todas las personas, solo deben acercarse a sus parroquias.— Claudia Ivonne Sierra Medina

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