Razonando nuestra fe
Emmanuel Sherwell Cabello(*)
Estamos cercanos a la Pascua de Nuestro Señor y en cada uno de nuestro contextos, en estos días de guardar en casa, podemos dedicarle un tiempo desde nuestros corazones y de nuestras almas para hablar con Dios.
Aprovechando el andar del hogar, en el silencio que se forma, en las cosas que vamos buscando que hacer, cocinando, limpiando, ejercitándonos, leyendo, es importante hablar con Dios.
La vida de Jesús fue entrega constante y sin reservas. A fin de cuentas lo único que le motivó es el amor sin límites al Padre y el amor a la humanidad, a quien el Padre ama desmedidamente también.
Él quiere entregarse, quiere morir en la cruz, quiere abrazar la cruz por amor a cada uno de nosotros.
Meditación
Busquemos provecho de estos días para pensarlo, meditarlo y también abrazar este momento que puede ser difícil, las circunstancias, las situaciones (…) abrazarlos como parte de nuestra cruz y preguntarnos ¿Qué soy capaz de hacer por amor a Él, a los demás, a los que están conmigo? ¿Qué tan dispuesto estoy yo para vivir esa voluntad de Dios, como Cristo lo hizo?, porque en Getsemaní dijo: “que no se haga mi voluntad sino la tuya”.
Que el Espíritu de Jesús interceda muy especialmente en cada uno de ustedes y los anime siempre a buscar con un corazón sincero la voluntad del Padre.
Seminarista católico
