MÉRIDA.- El mensaje de fin de año que el arzobispo Gustavo Rodríguez Vega dio inicio recordando a los feligreses no bajar la guardia ante está pandemia, menciono que el cuidado está en nosotros para protegernos y así salir adelante.

Durante la homilía dijo: “Con la llegada de fin de año también se celebraba la solemnidad, y lo celebramos con la maternidad de María, reconociendo que es madre de Dios, Dios que se hizo hombre, es el Dios De naturaleza divina que viene al tiempo nuestro, a nuestra historia tomando cuerpo y sangre en el vientre purisima de la santísima virgen María”.


Habló sobre las obras maravillosas de Dios, una de ellas fue la obra de María, mujer maravillosa que escogió para ser la madre de su hijo y que si hijo quiso dejarnos como madre nuestra.

La figura de María fue sobresaltada en el evangelio del día, en el que los pastores cuando llegan encuentran a María, a José y el niño.

Invitó a los presentes a reflexionar sobre no buscar los pros y contras de las situaciones, sino que hay que ser sencillos de corazón y aceptar todo lo que Dios permite, creyendo firmemente que lo que Dios permite es para nuestro bien.