Hay sabores que evocan infancia, playa, reuniones familiares… y que no solo remiten a un producto, sino a la historia misma de la región, como Galletas Dondé, que a lo largo de un siglo se ha convertido en ícono de Yucatán.
La empresa fue fundada en 1905 por don Luis Dondé, un hombre visionario que detectó en la galleta un alimento práctico, resistente y nutritivo para una región que en ese entonces vivía aislada del resto del país.
Eran tiempos prerrevolucionarios cuando la empresa nació en un modesto local del barrio de San Cosme, hoy García Ginerés.
Orígenes de Galletas Dondé
“Don Luis Dondé creó esta empresa galletera junto con algunos amigos, socios, pero don Luis era quien lideraba este proyecto”, cuenta Hernán Cirilo Aguilar, actual director general.

La galletera empezó vendiendo algunos de sus productos más conocidos, entre ellas la Soda y las Alicias, estas últimas parecidas a las Marías, que ya existían desde antes.
Según Cirilo Aguilar relata a Diario de Yucatán, “Don Luis dijo: ‘No, yo no quiero hacer otra galleta María como las que ya existen. Quiero que la mía sea especial y además se llamará de una forma especial’”, y bautizó a la galleta con el nombre de su hija: Alicia.
Años después el fundador fallece y la galletera entra en un periodo de inestabilidad hasta que entra en escena don Alejandro Gomory Aguilar.
Empieza la expansión de la empresa
Entonces comenzó la verdadera expansión de la empresa. En el 60 (ya en su actual local en el cruce del Circuito Colonias y avenida Colón) se instaló la primera fábrica industrial con un horno de producción continua.

En 1978 fallece don Alejandro Gomory Aguilar, dejando la dirección a sus hijos Carlos y Alejandro Gomory Rivas.
Durante la gestión de los hermanos Gomory Rivas la empresa inaugura una megaplanta en el corredor industrial Mérida-Umán, la cual comienza a operar en 1991.
“Después de que don Alejandro Gomory Aguilar falleció, sus dos hijos, Alejandro y Carlos, se encargaron de manejar esta compañía muy exitosamente durante muchos años hasta que ellos decidieron que ya era hora de jubilarse, fue que adoptaron un modelo de administración de negocio, digamos con gobierno corporativo y una administración profesional. Ahí es donde me toca participar”, señala el entrevistado, quien asumió la dirección general hace 14 años.
La compañía actualmente cuenta con 10 hornos industriales, una capacidad de producción de hasta 1,400 kilos por hora y un portafolio de 40 a 50 variedades de galletas en unas 300 presentaciones.
Crecimiento constante de Galletas Dondé
El crecimiento ha sido constante. “Hace 14 años éramos 1,000 colaboradores. Hoy somos 2,400”, señala Cirilo Aguilar.
Más allá del empleo, la empresa se ha convertido en símbolo de identidad regional.
“Escuché una vez a una señora decir: ‘¿Sabías que ya hay galletas Dondé en Estados Unidos?’ Y la otra contestó: ‘Ah, ya estamos exportando galletas’”.
Además de Estados Unidos, la empresa tiene presencia en Canadá, Cuba, Guatemala, Belice y El Salvador. El producto también ha sorprendido en ferias internacionales.

“Clientes en Alemania prueban nuestros productos y dicen: ‘Este producto es único’”, asegura Cirilo Aguilar.
Por ello no es raro que en otros lugares del país digan que Galletas Dondé es el secreto mejor guardado, pues en 120 años no solo ha permanecido como empresa, sino que ha mantenido la calidad de su sabor.
Dondé ha sido parte de la vida diaria de generaciones. Desde las clásicas latas metálicas que acompañan las vacaciones en la playa hasta las compras de emergencia ante ciclones.
Galletas preferidas cuando hay amenaza de huracán
“Tenemos un bloque de galletas que le llamamos galletas huracaneras, son aquellas que nuestro público nos favorece cuando hay amenazas de huracán (…) no perecedero, no requiere refrigeración, entonces si se va la luz no hay problema de que se eche a perder la galleta”, dice el entrevistado.
Esa característica de la galleta fue una de las razones que llevaron a don Luis Dondé a fundar la fábrica: “Vio que la galleta es un producto, un alimento muy conveniente, sobre todo en regiones donde se requiere conservar el alimento sin que sufra daños mayores a su integridad”.
De hecho, señala Cirilo Aguilar, la galleta Soda era muy socorrida por marineros que tenían que cruzar el Atlántico de Europa a América y viceversa.
La historia de Galletas Dondé es también la historia del país. Ha atravesado la Revolución, huracanes, transformaciones tecnológicas y cambios generacionales.
“La compañía está sólidamente estructurada”, afirma Cirilo Aguilar, quien encabeza una nueva etapa bajo un modelo de gobierno corporativo.
Productos clásicos de Galletas Dondé
Por supuesto, la historia de Galletas Dondé no estaría completa sin sus productos clásicos.
“Los Globitos, Bizcochitos, Soles y Soda son preferidas por nuestros consumidores… buenísimas y con un sabor delicioso, único”.
Aunque los entrañables personajes Globito y Bizcochito (que surgieron en 1994) ya no figuran en los empaques por regulaciones sanitarias, viven en la memoria colectiva.
“Cualquiera, hasta los millennials, se acuerdan del jingle: ‘Yo soy Globito, compañero de Bizcochito…’”, señala el director.

A lo largo de los años la empresa no solo ha recibido el reconocimiento de los consumidores, sino que por 13 años consecutivos ha conseguido el distintivo Empresa Socialmente Responsable.
“Tenemos una cultura de responsabilidad social que heredamos, que no es nueva para la compañía”.
“Creo que desde sus orígenes los dueños siempre han sido muy conscientes de la responsabilidad social que tenemos no solo de proveer productos de alta calidad y nutritivos, sino también de regresar a la sociedad parte de los beneficios que ella misma genera al favorecernos con su preferencia”.
Con más de 120 años de historia, Galletas Dondé se mantiene firme, preservando su calidad, identidad y comunidad.

Aunque el horno sigue encendido desde hace más de un siglo, todo indica que aún queda mucho por hornear.
