Los asuntos públicos no son exclusivos ni de gente “grande” ni de personas que militan en los partidos, subrayan voces juveniles.— Factores que inhiben el interés
A la apatía que prevalece en amplio sector de la población se suman factores que inhiben la participación de los jóvenes en los asuntos públicos, entre ellos la creciente desconfianza en los políticos y la percepción de que nada de lo malo cambiará, según opinan cuatro representantes de grupos juveniles yucatecos.
Valentina Rosado Estrada, Olga Dinorah Abraham Martínez, Maricarmen Balam Díaz y Marpi Jiménez indican, en términos generales, que prevalece también la errónea idea de que la política es sólo para “políticos”, para gente mayor o para quienes militan en los partidos. Además, dicen, hay decepción de la actividad política y esto genera conformismo.
Como informamos anteayer, las cuatro jóvenes sobresalen en sus respectivas áreas como promotoras o difusoras de la participación social y del liderazgo juvenil. Su trayectoria, que publicamos, es reflejo de su labor.
En nuestra anterior entrega de este trabajo editorial publicamos sus respuestas a la primera de cuatro preguntas que les planteamos, sobre los motivos por los cuales los jóvenes se deben interesar más en la política, no sólo la política partidista.
La segunda pregunta es: ¿Cuáles son los obstáculos o factores que impiden que más jóvenes se interesen en el tema?
Enseguida presentamos las respuestas de tres entrevistadas (la cuarta está en otro lugar de esta misma página):
Valentina Rosado, abogada, integrante del Consejo Nacional Promotor de la iniciativa ciudadana “Ahora”.— 1) El secuestro de la idea de que la política es para “los políticos”, la idea falsa de que sin “palanca” no llegaremos a ningún lado, esa normalización de actos de corrupción de los partidos políticos, esa manipulación de los medios de comunicación y los mensajes que llegan a las comunidades más vulnerables… vulnerables gracias a ellos (gobernantes), que no garantizan la educación para todos porque no les conviene.
2) En la educación que se nos imparte ya no se toma en cuenta la explicación correcta o debida del peso que tenemos los jóvenes antes y después de los 18 años. Hay una desinformación que no nos permite crear un sentido de la responsabilidad y el papel que tenemos en la sociedad para la toma de decisiones.
3) Podríamos decir que a los jóvenes no se les abren espacios para la participación y que esto es un obstáculo, pero es mentira: los espacios existen. ¿A quiénes se les otorga? A los beneficiados por servir a un pez gordo.
Sin embargo, con todo esto sigo pensando que el obstáculo somos nosotros mismos.
Olga Abraham, del equipo directivo de Masters Yucatán, diputada suplente por el IX Distrito y expresidenta de la Red de Jóvenes por México en Motul.— Las nuevas generaciones tienen características particulares muy diversas, diferentes de sus predecesoras.
Los jóvenes de la actualidad crecieron en una era digital en la que la información está al alcance de la mano. Por tanto, somos una generación difícil de engañar, ya que no nos quedamos con la duda. Las redes sociales son una herramienta muy útil cuando se usan correctamente.
El gran riesgo de la juventud es tomar actitudes apáticas que les impidan participar activamente en la vida democrática de México. El conformismo y la desidia son males que debemos combatir para crear una agenda que plantee soluciones a las asignaturas pendientes a que nos enfrentamos como sociedad. Pienso también que hemos caído en la decepción y la falta de confianza en la política actual. Por eso debemos no sólo participar en ella sino además dignificarla.
Marpi Jiménez, licenciada en Teatro.— 1) El ejemplo, que desde mi punto de vista construye o destruye. Una mujer o un hombre que vive inmerso en ejemplos virtuosos —definamos virtuoso como aquellas acciones que aportan positivamente— seguro tiene más probabilidades de querer conocer la situación de su ciudad, estado o país y defender los ideales con los que coincide, así como adoptar actitudes favorables para la sociedad.
2) La información de mala crítica, de crítica sin propuesta, sin argumentos. Eso influye negativamente, siembra el desinterés, porque ante los comentarios de “siempre” reaccionamos como “siempre”, pensando que nada tiene solución, que los “poderosos” son indestructibles y que no hay nada que hacer. Pero hay todo que hacer, hay mucho que hacer, y uno debe prestar atención a los discursos que se pronuncian y elaborar el discurso propio, compartirlo con el afán de generar más reflexión, más pensamiento y, sobre todo, más acción a favor de nosotros.
3) El mito de la edad, factor que muchos utilizan para minimizar la importancia participativa de los jóvenes, creer que la política sólo es para “grandes”.
4) También esta esa mala etiqueta que la mayoría de los políticos se ha esmerado en ganar u obtener, dándole al término “político” características de algo despectivo y desvalorizado que no merece nuestro interés.— ÁNGEL NOH ESTRADA
Jóvenes ¿Qué sigue?
En próxima edición nos referiremos a otros aspectos de los jóvenes y la política.
Propuestas en dos vías
Nuestras cuatro entrevistadas se refieren a dos planteamientos: propuestas a los actores políticos para atraer al público juvenil y a las autoridades para ejercer un mejor gobierno, que sirva cada vez más a la sociedad que las eligió.