Contra lo que se esperaba, la industria de la vivienda en el país tuvo excelentes ventas durante la pandemia, entre otras cosas, gracias a la agresiva política de los bancos de ofrecer créditos hipotecarios, dijo ayer el presidente de la Cámara Nacional de la Industria de Desarrollo y Promoción de Vivienda (Canadevi), Luis Alberto Moreno Gómez Monroy.

Este año, añadió, el panorama para la industria también es bueno, “no para echar las campanas al vuelo”, pero sí esperamos mayores ventas hasta llegar a la meta de colocar 240,000 casas en todo el país.

Moreno Gómez Monroy, quien vino a Mérida como invitado al informe del gobernador Mauricio Vila Dosal, fue entrevistado por el Diario en compañía del presidente local de la Canadevi, Sergei López Cantón.

Al hacer un balance del comportamiento de la industria en la pandemia, el dirigente, oriundo de Puebla, señaló que en las primeras semanas “la incertidumbre era muy alta” y nadie pronosticaba un aumento en las ventas. Luego, “contrario a lo que esperábamos”, éstas empezaron a crecer y en muchos estados fueron excelentes.

Balance inmobiliario frente a la pandemia

Un factor que ayudó fue que los gobiernos permitieron la continuación de los registros notariales y de los avalúos y que el Infonavit continuó con su trabajo, lo que no detuvo el proceso de venta, “que pensé no sería como vimos después”.

Moreno Gómez Monroy recordó que de marzo a abril de 2020, en los primeros meses de la pandemia, la industria registró una desaceleración, “pero en junio empezó una aceleración en la comercialización de casas, cuyo efecto persiste hasta hoy”.

Antes de la pandemia los industriales estábamos acostumbrados a terminar las casas y venderlas, afirmó, pero durante el cierre por el Covid, y aún ahora, vendemos y luego construimos.

Otro factor clave, dijo, fue que en ese período los bancos mantuvieron una campaña de colocación de créditos muy agresiva, con tasas atractivas, lo cual orilló a mucha gente a pensar que esta era su oportunidad de comprar una casa.

“En caída libre”

Llama la atención, señaló, que al menos en la banca privada no aumentó el índice de morosidad en los créditos hipotecarios.

Este incremento en la venta de casas en la pandemia se dio principalmente en los segmentos de vivienda media y residencial. En las casas de interés social la situación fue otra, refirió el presidente de la Canadevi. Aquí la construcción continuó en caída libre, con un desplome de las ventas del 50% en Yucatán y del 70% y 80% en otros estados.

Ante el aumento en la inflación y de los precios de los materiales de construcción, ¿cuál es el panorama de la industria para 2023?, preguntó el Diario.

“Seré muy cuidadoso con mis palabras”, respondió Moreno Gómez Monroy. “Creo que se vislumbra un panorama bueno, entre otras razones por el constante aumento de personas contratadas en la economía formal, lo que fortalece la demanda de casas”.

“La gente está allí esperando comprar una vivienda, simplemente hay que atenderla”.

Aumenta el precio de los materiales de construcción

Sin embargo, explicó, esta visión de la industria tiene sus claroscuros porque, en efecto, el precio de los materiales está subiendo. El cemento, por ejemplo, se elevó 20% y viene un incremento muy fuerte en el acero. Todo esto perjudica de manera directa el precio de la vivienda.

Habrá industriales, afirmó, que ya terminaron de construir sus casas y pueden aguantar los precios antiguos, pero, hay que decirlo, estos aumentos de los materiales impactarán el precio de las casas que se están construyendo o lo harán en el futuro.

Pese a la inflación y al aumento de los materiales, el panorama para el constructor en 2023 no es del todo malo —ya existe la demanda— aunque no podemos echar las campanas al vuelo”.

Según añadió, este año la industria buscará llegar a la meta de construir y vender 240,000 casas, contra las 200,000 de 2022 y las 220,000 o 230,000 de los años previos a la pandemia.

Igualmente dijo que para la gente el 2023 será también un buen año para comprar casa, porque los desarrolladores que ya tienen viviendas construidas no necesariamente han subido los precios, ni las tasas de los préstamos del Infonavit y de los bancos se han elevado.

En el caso de la banca privada ha habido un pequeño incremento en los créditos hipotecarios. El año pasado, la tasa estaba en 8.5% y ahora está en 10.5%.

El presidente de la Canadevi se refirió también a la opinión que hay en otras partes del país sobre el mercado inmobiliario de Yucatán.

Nuestro estado tiene algo que no tienen otros estados: seguridad, expuso. “Este es un beneficio que no lo sientes sino hasta que lo pierdes y la gente de otras zonas de México que lo descubre, lo comparte mediante una comunicación no del gobierno, sino de boca en boca, que es la que vale”.

Yucatán, añadió, posee además una buena conectividad aérea y precios más bajos que en Quintana Roo, y lo más importante: el constructor local se puso las pilas y levantó fraccionamientos con todas las amenidades, con muy buen gusto y arquitectura, que le agrada a la gente.

Esto ha hecho que muchos vengan a vivir a Yucatán y trabajen aquí desde sus casas, en forma digital, dijo.

Mérida, ciudad de nómadas digitales

Mérida, junto con Ciudad de México y Puerto Vallarta, son las ciudades con más nómadas digitales en el país, según algunos estudios”.

Para López Cantón, esta llegada de gente de fuera se comprueba si se observan las operaciones de compra de casas de hasta un millón de pesos, donde del 10% al 15% de los compradores, no viven en Yucatán. Es gente que está llegando al estado.

En el segmento de la vivienda con precios de un millón de pesos y un poco más, el 30% de los compradores es de fuera y este porcentaje aumenta conforme las viviendas son más caras.

¿El arribazón de nuevos compradores de otras partes del país no provocará un incremento en el precio de las casas en Mérida?

Una de las ventajas de Yucatán, es que la oferta de vivienda está muy pulverizada, respondió López Cantón. No es como en Quintana Roo, donde los desarrolladores son muy poquitos y grandotes. Aquí tenemos muchísimos desarrolladores. Solo en la Canadevi somos 65 socios, por lo que la posibilidad de que todos se pongan de acuerdo para fijar precios, es algo muy complicado, dijo. (Continuará).