Don Rubén Cáceres perdió la vida a los 95 años de edad

Las luces se apagaron y el carrusel se detuvo para don Rubén Cáceres, quien por 25 años dio alegría con sus juegos mecánicos en el parque de la colonia Alemán.

Para don Rubén Cáceres el único motivo para seguir trabajando a los 95 años de edad era poder seguir llevando alegría a sus amados niños, todas las tardes, con sus queridos juegos mecánicos instalados desde hace un cuarto de siglo en el parque de la colonia Alemán.

Hoy el colorido carrusel de madera dejó de girar, las luces se apagaron, el trenecito cesó su marcha y las sillas voladoras no levantaron el vuelo;  Rubén Cáceres Martín falleció este jueves de manera repentina y con él, un pionero de los juegos mecánicos y dador de alegría a la infancia, se ha ido con su singular felicidad y amor a los niños.

La feria del parque de la colonia Alemán

La historia del parque de la colonia Alemán no podría contarse omitiendo la presencia de los juegos mecánicos que Rubén Cáceres construyó con sus propias manos, y que han permanecido en la zona por más de 25 años.

Estos juegos, de sencillas formas y mecánica, son una estampa del pasado pletórica de nostalgia viva, pues muchos pequeños que en ellos disfrutaron la alegría de su niñez, hoy día llevan a sus hijos a vivir la emoción que ellos disfrutaron de antaño. El mismo carrusel, el mismo trenecito, las mismas sillas voladoras o cochecitos, aún seguían ahí.

Los juegos mecánicos de don Rubén Cáceres, han sobrevivido a los cambios generacionales; la crisis económica, las altas tarifas eléctricas, el vandalismo, el robo y hasta el huracán Isidoro.

Estuvieron ahí desde antes del boom que alcanzó este espacio hasta convertirse en uno de los parques con más vida en la ciudad de Mérida, sus juegos mecánicos fueron en buena medida la clave.

Don Rubén organizaba cada 30 de abril, Día del Niño, un festejo para agasajar a los pequeños que asistían al parque ese día, con botargas, refrescos, algunos dulces o bocadillos y vueltas gratis en los juegos.

La feria de la Alemán sobrevivió la pandemia Covid-19

El ímpetu de Rubén Cáceres afrontó su mayor y dura prueba durante la pandemia del Covid 19, prácticamente fue de los primeros en cerrar y los últimos en abrir. Casi dos años sin percibir ingresos, para sobrevivir tuvo que vender parte de sus juegos y algunos motores eléctricos; en un acto de amor y esperanza, él mismo con la ayuda de su hija Beatriz y a pesar de su avanzada edad y frágil salud, se dedicaba a dar mantenimiento a sus amados juegos, siempre dijo que estos debían estar listos, limpios y relucientes para recibir a los niños desde el primer momento que estos pudieran volver al parque.

“La alegría, la felicidad, la risa, la emoción de un niño vale la pena” decía. “¿Qué otra cosa puede dar más sentido a la existencia de un hombre de mi edad, que toda la vida se ha dedicado a los juegos mecánicos, que disfrutar hasta el último día de mi vida de la emoción de ver a los niños de antaño convertidos en hombres del presente, trayendo a sus hijos a divertirse en los mismos juegos donde pasaron las mejores horas de su niñez?”.

Quién era Rubén Cáceres

Rubén Cáceres Martín nació en Mérida, Yucatán, hijo de Simón Cáceres Baqueiro y María Martín Cuevas tuvo dos hermanas, Merry y Mimí, ambas ya fallecidas; se casó con Elsy Torres, de quien enviudó, y en segundas nupcias con Beatriz Heredia Rodríguez (+); tuvo siete hijos Noemí (+), Mario Alberto, Víctor Manuel, Rafael Enrique, Elsy María y José Roberto Cáceres Torres, y Beatriz Cáceres Heredia; tiene numerosos nietos y bisnietos; prácticamente desde su adolescencia se dedicó al negocio de los juegos mecánicos, oficio que aprendió de su padre. Rubén diseñaba, construía, operaba y daba mantenimiento a sus creaciones.

Su cuerpo está siendo velado en la capilla del cementerio Jardines del Recuerdo donde al medio día de éste viernes se realizará el sepelio.

Emanuel Rincón Becerra, reportero de la Agencia Informativa Megamedia (AIM). Es licenciado en Ciencias de la Comunicación con 32 años de trayectoria en periodismo; ingresó a Grupo Megamedia en 1994. Se especializa en turismo, arqueología, vida empresarial, historia, arte, cultura y fotografía.