MÉRIDA, Yucatán.— El cuento de nunca acabar. A vista y paciencia de las autoridades, por enésima vez, un espacio verde que conforma la cuchilla de la avenida Felipe Carrillo Puerto con la calle 17-A de la Colonia Itzimná de esta ciudad de Mérida, se convirtió en un basurero y tiradero a cielo abierto, generando un foco de infección, contaminación y mal aspecto.
Los vecinos reportan que cada día la cantidad de basura se acrecienta, desde bolsas con hierba hasta ramas, deshechos orgánicos, madera, material de construcción, escombro y hasta animales muertos.
Según se pudo averiguar, por las noches o muy temprano, personas ya sea a pie, en triciclos de carga o vehículos particulares, llegan al lugar a arrojar basura con la certeza de que “algún día, cuando sea mucha, pasará el Ayuntamiento a llevársela, dejando limpio y despejado el lugar para que, en cuestión de horas, nuevamente comience a ser ocupado por basura y deshechos” en algo que ya los vecinos califican como “El cuento de nunca acabar”.
“El problema radica en que el personal de aseo urbano utiliza el espacio para concentrar en ese sitio el dehierbo de las calles y los desperdicios recolectados, para que en el transcurso del día llegue el camión y se lo lleve, pero tan pronto retira el Ayuntamiento la basura, de inmediato, personas ajenas a la zona, llegan al lugar para dejar su basura, sin que ninguna autoridad tome cartas en el asunto”, explicó un vecino quien indicó que está cansado de reportar el hecho a Ayuntatel.
“Eventualmente el espacio se utiliza como punto de acopio de basura cuando hay campañas de descacharrización, mínimo dos veces al año, pero ya agarraron por costumbre convertirlo en basurero permanente; una situación que se replica calles adentro de la colonia, en el cruce de la 17-A con 12, donde al pie de un frondoso árbol en la esquina, se siguen dejando bolsas de basura y desperdicios a pesar de que existen letreros que prohíben tirar basura”, agregó el vecino.
Los vecinos hacen un nuevo llamado a la autoridad para limpiar el espacio y poner una solución al problema de una vez por todas, habilitando el espacio con jardinería, una banca, una luminaria y letreros advirtiendo que el lugar no es basurero y que se consignará a las autoridades a quien se le sorprenda arrojando basura en el lugar.
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