Wilma Canché Canché, de 50 años de edad y vecina de Caucel Pueblo, acudió por segundo año a la Catedral de Mérida para vender cruces de huano en este Domingo de Ramos.
Ella es trabajadora doméstica y para obtener más ingresos siguió el ejemplo de sus hermanas, quienes desde hace tiempo elaboran las cruces de huano para vender en el primer día de la Semana Santa.
Según compartió, aprendió a elaborar las piezas con sus hermanas y en unos 10 minutos puede hacer una forma de cruz.
Cuando está haciendo las cruces siente emoción por muchas cosas, primero porque es católica y segundo, porque sabe Dios que la venta será de mucha ayuda para su familia.
Sólo veía que mis hermanas hacían las cruces, hasta que me animé a hacerlo, relató.
Wilma Canché se encontraba afuera de la Catedral con una canasta llena de cruces con la materia prima que tienen en su casa.
Desde el miércoles comenzaron a hacer las piezas, expuso. “Tiene que estar tiernito el huano para trabajarlo, porque si está seco se rompe al doblarlo”.
A las cruces les añade signos como del Espíritu Santo, el cáliz, flores y otros más.
Lo que es incierto para ella este año es el precio: pensaba vender sus cruces de tamaño mediano en $20.
A su decir, la venta de la cruces las hizo para obtener mayor número de recursos económicos para la casa, ya que es viuda. “La situación está muy difícil”.
Después compartió que al Domingo de Ramos en la Catedral llegó a temprana hora con el objetivo de vender sus cruces durante la celebración de las misas.
Voy a estar aquí hasta que se me gasten, refirió.
Wilma Canché detalló que acudió con unas 100 cruces, el año pasado vendió un centenar de ellas.
Le da pena hacer estas ventas, reconoció, pero sabe que será de mucha ayuda para su hogar.
A la Catedral asistió con otras hermanas para vender las cruces de huano que ellas elaboran en casa.— CLAUDIA SIERRA MEDINA