Renán Barrera en la entrevista con el Diario. “Estoy profundamente agradecido con los meridanos porque siempre me dieron su confianza desde que fui regidor, cuando me eligieron como diputado, me eligieron tres veces alcalde...”, dijo
Renán Barrera en la entrevista con el Diario. “Estoy profundamente agradecido con los meridanos porque siempre me dieron su confianza desde que fui regidor, cuando me eligieron como diputado, me eligieron tres veces alcalde...”, dijo

Seis semanas después de la elección del 2 de junio, Renán Barrera Concha, excandidato a gobernador por los partidos Acción Nacional, Revolucionario Institucional y Nueva Alianza, afirma que seguirá activo en la vida política de Yucatán, “acompañando a quienes quieran que le vaya bien al Estado”.

“Nadie se retira al cien por ciento de la vida política. Se retira a lo mejor de la participación por medio de campañas electorales o cargos públicos, pero siempre hay un 27, siempre hay un 30, siempre habrá un 33 y sobre eso estaremos”, subraya, en alusión a los años en que se efectuarán nuevas elecciones.

Durante una entrevista, la primera que concede después de la jornada electoral de junio, el alcalde con licencia también dice que no ve una operación de traición detrás de su derrota frente al candidato de la coalición Morena-PVEM-PT, aunque pudo percibir que “hubo gente que le metió más ganas que otras”, algo que considera normal en una campaña política.

No obstante, no descarta que haya prevalecido fuego amigo, para el que prefiere utilizar el término de “grilla” –“eso es natural” –, que hubiera generado “algún tipo de interpretación diferente” de la campaña.

“Lo nacional pesó de manera contundente”

En cuanto a los números finales de la elección de gobernador, que arrojan marcado contraste con los datos de varias encuestas –incluso de medios nacionales y las que manejaba su equipo de campaña–, el excandidato señala: “Definitivamente venimos de un proceso electoral en donde lo nacional pesó de manera contundente en muchos casos”.

Considera que, al margen de un análisis más a fondo, la votación diferenciada en Mérida y el interior del Estado tiene varias explicaciones, entre las cuales cita el peso de las candidaturas presidenciales, el trabajo de gobierno en la capital yucateca y sus comisarías –él tuvo más votos en Mérida que el hoy gobernador electo, quien también recibió menos sufragios que la candidata presidencial de la 4T– e, incluso, el efecto de los programas sociales.

Relajado, de buen ánimo, Barrera Concha también habla de las condiciones en que deja el Ayuntamiento de Mérida después de tres administraciones –dos de ellas consecutivas–, dice que se siente en paz y expresa su agradecimiento a los yucatecos que le manifestaron su confianza mediante el voto.

A continuación, los términos de la entrevista:

Ha transcurrido poco más de un mes de las elecciones. ¿Cómo se siente?

Muy bien. Evidentemente, ha sido un proceso intenso, no solamente la campaña electoral sino los últimos 14 años de mi vida, en que he estado al frente de una responsabilidad desde que fui regidor, desde que fui diputado local y alcalde por primera ocasión, con mi trabajo en el Comité Ejecutivo Nacional y el regreso a la alcaldía, la reelección, la campaña…

Definitivamente, el proceso electoral determinó el cierre de un ciclo, que fue el resultado. Este primer mes ha sido para agradecer y atender muchas citas y reuniones con el equipo, con personas que de alguna manera también han estado siempre apoyándome, y desde luego, dando tiempo a que los organismos electorales y los diferentes actores políticos también tengan su espacio y su tiempo para poder hacer su labor.

He estado muy pegado al trabajo del Ayuntamiento, desde luego, muy cerca del alcalde que ocupa actualmente la posición. También he tenido tiempo con la familia, que ha sido muy demandante después del proceso electoral y que para mí ha sido mi mejor energía al sentirme cerca, sentirme apapachado, como decimos popularmente. Y, bueno, ya retomando también las actividades normales que voy a emprender en los próximos meses.

¿Por qué decidió no regresar a la presidencia municipal después de la elección?

Es un tiempo muy corto el que hay entre el fin del proceso electoral, que realmente no termina el 2 de junio sino en semanas posteriores, y el final de la administración. Hubiera sido solamente un par de meses, incluso menos porque el proceso de entrega-recepción dura alrededor de 45 de esos 60 días.

Entonces, el Ayuntamiento entra en un proceso administrativo en el cual el retorno, desde mi punto de vista, hubiera generado un desgaste adicional. No significa que yo esté alejado de la operación del Ayuntamiento ni de las decisiones más importantes.

De hecho, cuando vino esta amenaza del huracán (“Beryl”), que afortunadamente no llegó, fui invitado por el alcalde interino a una reunión con los directores para hacer una supervisión de la preparación del Ayuntamiento frente a este fenómeno.

Todos los días estoy en comunicación con los directores, con el propio alcalde y, desde luego, ayudando a que se tenga un proceso de entrega-recepción terso, que es lo más importante.

Entonces, ¿no está ajeno al trabajo del Ayuntamiento?

No, no he estado ajeno y tampoco la operación del Ayuntamiento tiene una afectación por estar o no estar. Lo que no me parece es que (un eventual regreso) pudiera presentarse como una intención de aferrarme hasta el último minuto a un espacio público, a un cargo… Es un tema de respeto también a la propia administración.

El resultado de la elección fue muy distinto al que planteaban varias encuestas y a las mediciones de su propio equipo de trabajo, ¿a qué lo atribuye?

Mira, yo creo que cuando se hace un análisis postelectoral se tiene que hacer con mucha cabeza fría y analizando las cifras. Definitivamente, venimos de un proceso electoral donde lo nacional pesó de manera contundente en muchos casos.

Te puedo poner el ejemplo del resultado de la elección presidencial. Cuando tienes una inercia, una renovación de la Presidencia de la República o una elección concurrente, las candidaturas que son superiores a la candidatura a gobernador, en este caso la presidencial, pueden servir como un globo de helio –cuando la inercia es favorable para ese candidato presidencial– que eleva a todos los demás candidatos, o, cuando no tienes una candidatura presidencial favorable, pueden ser como unas bolsas de arena que hacen que ese globo, en lugar de elevarse, se mantenga o baje.

Y ahí podemos ver los resultados de primera instancia. Puedes ver números donde la hoy presidenta electa, Claudia Sheinbaum, tiene (en Yucatán) una votación de más de 150,000 votos sobre el candidato a gobernador de su propio partido.

En mi caso fue al revés. Yo tuve casi 129,000 votos más que mi candidata presidencial. Ahí puedes ver un ejemplo muy claro de cómo hay una sobreestimación que empuja al candidato local y cómo hay una subrepresentación, en el caso del PAN con Xóchitl (Gálvez), que sacó casi 129,000 votos menos y eso de alguna manera pesa en el ánimo de los electores.

Desde luego, fue una elección que no veíamos con el resultado que quedó, porque había mediciones confiables por los resultados que habían arrojado anteriormente, el ambiente en la calle y en los municipios era muy favorable al resultado electoral (a su favor)…

Pesa mucho el tema de los programas sociales. Aquí en Yucatán, durante cinco o seis años se repartieron 10,000 millones de pesos a 600,000 yucatecos todos los años. Eso también tiene un efecto importante en el resultado. Ya los análisis numéricos van a ser interesantes, en la medida que los vayamos desmenuzando de lo general a lo particular.

En Mérida fue claro el voto diferenciado. ¿Considera que también impactó ese factor?

Sí, yo creo que sí. Fue una de las primeras preguntas que le hice al equipo cuando empecé a ver los resultados, pues para mí era importante saber qué había pasado en Mérida, que es la ciudad que he gobernado durante nueve años, y el resultado puede ser de alguna manera un refrendo o un castigo al ejercicio gubernamental.

Afortunadamente, gané en Mérida junto con la candidata de mi partido, o alcaldesa electa ahora, en contra del hoy gobernador electo y del otro candidato de Morena (a la alcaldía) que participó. Eso me dio una enorme tranquilidad, porque al final, en mi historia y en mi trayectoria quedará que en 2012 recuperé (el municipio) para el PAN y en 2015 le entregué al PAN. En 2018 gané por el PAN , en 2021 me reelegí por el PAN y en 2024 le entrego el PAN ganando como candidato, no a nivel estatal pero sí en la ciudad que goberné durante nueve años.

Ahí se puede ver un ejemplo muy claro de que, en la medida que hay independencia de los programas sociales, el voto es más libre y es más auténtico, desde el punto de vista democrático. En los lugares donde hay mayor presencia de los programas sociales es donde hay un mayor efecto en sentido contrario de lo que realmente sucedió, y esto pasó a nivel nacional, no es nada más un tema de Yucatán.

Me parece que haber entregado 50,000 millones de pesos (monto de los programas sociales distribuidos en Yucatán) durante estos cinco años ha tenido también un efecto electoral negativo para nosotros (el PAN).

Muchas versiones han surgido después de este resultado. Se habla incluso de traiciones. ¿Fue así?

Cuando hay un resultado adverso, los análisis son multifactoriales. Y multifactoriales significa que cada quien puede interpretar el resultado por la manera en que le fue en la feria. Cuando uno gana una elección, todo el mundo te viene a decir que se ganó porque hizo esto o lo otro. Y cuando no se tiene un resultado favorable también pueden presentarse muchos tipos de interpretación.

Yo te diría que no hay un factor que haya sido determinante para el resultado. Creo que es una suma de temas que a lo mejor pudieron dar un resultado desfavorable, pero conectados entre sí: temas internos del PAN, municipios que tenían algún tipo de problemática interna de nuestro partido, operación política en sentido cruzado en algunos casos y en algunos candidatos diferentes de otras zonas del Estado…

Traiciones como tales, al menos de gente que yo hubiera esperado que me haya apoyado, la verdad es que no. Desde luego, desde antes yo pude percibir que hubo gente que le metió más ganas que otra, pero eso es natural en un proceso electoral. No veo una operación de traición, porque si hubiera sido así habríamos visto que ganaran muchos candidatos que también perdieron.

¿Y fuego amigo?

Sí, puede ser, eso es natural, lo que en términos coloquiales nosotros llamamos grilla, que muchas veces, por decisiones grupales o afinidades de liderazgos, pueda haber algún tipo de interpretación diferente de lo que pudo haber sido la campaña o cómo se debió haber manejado la campaña.

Yo te puedo decir que tuvimos una campaña exitosa, una campaña alegre, una campaña comunicativa, una campaña bien diseñada, con mucha disciplina, con un gran equipo y con muy buenos candidatos, muy buenos candidatos en la gran mayoría de los casos, y, desde luego, con una preparación personal y con una experiencia que puse al servicio de mi partido, de esta candidatura y de Yucatán.

Creo que eso se pudo ver en los debates, en las presentaciones, en las propuestas mismas…

¿Se ha reunido o ha tenido alguna plática con el gobernador electo?

No, no, solamente el mensaje que mandé al día siguiente de la elección, donde le deseé lo mejor para su gobierno y para Yucatán. Es lo que quisiéramos todos. El proceso electoral concluye y hay un enorme deseo de que le vaya bien a nuestro Estado. A final de cuentas los intereses partidistas o personales no pueden estar por encima del deseo de que le vaya bien a Yucatán.

No he platicado con él, pero siempre estaré aquí dispuesto a hacer mi trabajo para tener un mejor Estado

¿Ha tenido encuentros con el gobernador en funciones y con la alcaldesa electa?

Sí, por supuesto. Con el gobernador en funciones nos hemos reunido en dos o tres ocasiones posteriores a la elección. También con la alcaldesa electa me he reunido. Me reuní muy pronto con ella pasando el proceso electoral.

Hay muy buena comunicación de todos nosotros, por temas de gobierno que están en proceso, por algún tipo de sugerencia o algún tipo de opinión respecto a algún tema en particular. Ha sido un proceso que nos va a permitir que a Mérida la cuidemos mucho. Es la parte que siempre he dicho, que nuestro mejor comparativo, o lo mejor que nos puede pasar como gobierno y como partido, es que le vaya muy bien a Cecilia (Patrón Laviada) para que con eso podamos también contrastar las formas de gobierno.

¿Qué sigue ahora para Renán Barrera?

Yo entré a la política de manera muy activa, porque siempre he tenido ese interés de aportar para que tengamos una mejor ciudad.

Tengo una forma de ser muy “entrona”. Cuando creo que hay que defender algo, hago lo que hay que hacer con mucha pasión, con mucha valentía. Tú conoces mi historia, mucha gente ha visto mis decisiones, y mis decisiones no están basadas en el interés personal. Incluso, he tomado decisiones que han atentado contra mi interés personal con tal de hacer lo correcto, aunque no sea lo políticamente correcto.

¿Qué voy a hacer ahora? Voy a estar cerca muy cerca de mi familia. Voy a retomar temas personales a los que durante muchos años no he podido dar la atención necesaria. Hay temas de negocios de la familia que han estado siempre en manos de mi papá, de mi abuelo… Voy a retomar mi participación empresarial en esos giros y también estaré siempre cerca de cualquier necesidad, muy cerca de la alcaldesa electa para acompañarla en lo que ella necesite de mí, con mi experiencia, sin nada a cambio.

Alcaldes que ganaron (el 2 de junio) nos han buscado para plantearnos algún tipo de solicitud o de orientación en temas de Catastro, de desarrollo urbano o de servicios públicos. Eso es lo que me apasiona y lo voy a hacer de manera voluntaria para quien lo requiera.

Por supuesto, voy a vigilar mucho lo que va a pasar en estos próximos años en Yucatán y siempre estaré dispuesto para que mi partido pueda ser una opción para los yucatecos.

¿Eso significa que no hay un retiro de la vida política?

No, yo creo que nadie se retira al cien por ciento de la vida política. Se retira a lo mejor de la participación por medio de campañas electorales o cargos públicos, pero siempre hay un 27, siempre hay un 30, siempre habrá un 33 y sobre eso estaremos. Seré siempre alguien que busque sumar para que le vaya mejor a Yucatán. Si eso sirve para una época determinada, allí estaré, acompañando a quienes quieran que le vaya bien al Estado.

¿No quedan heridas después de este proceso?

Fíjate que no. Creo que me dolió más 2015 que 2024. Y digo me dolió en el sentido de que fue muy intensa esa campaña para recuperar la alcaldía, una administración muy dura, muy intensa, y al final yo tuve, en lo político, algunas decepciones con lo que había sucedido en el interior del partido en ese momento, con decisiones que habían tomado algunos liderazgos.

En ese sentido, a veces duele más cuando está en nuestras manos tomar las decisiones que cuando por alguna circunstancia externa suceden cosas.
Creo que el desgaste que vivimos, siendo autocríticos, empezó en 2015, cuando se empezaron a tomar decisiones que fueron, desde mi punto de vista, equivocadas e hicieron daño, en algunos casos irreversible. Hoy estamos todavía pagando consecuencias de eso, pero me siento en paz.

Me siento personalmente bien porque siempre he actuado dando lo mejor de mí, porque en la calle siento el reconocimiento, el cariño de la gente, como nunca antes. Antes mis actividades eran como presidente municipal y ahora que las estoy retomando como padre de familia, que voy al cine, que voy a comer con mis hijos, es increíble el sentimiento y el mensaje de la gente. Eso me tiene altamente agradecido.

Estoy profundamente agradecido con los meridanos porque siempre me dieron su confianza desde que fui regidor, cuando me eligieron como diputado, me eligieron tres veces alcalde y me eligieron como gobernador, aunque no nos alcanzó (para ganar) solamente con la votación de Mérida.

¿Considera acertada la alianza con el PRI?

Recordemos que esa alianza viene de lo nacional. Casi todos los estados tuvieron esta alianza. Sí creo que fue positiva en algunos casos. Mérida es un ejemplo muy claro. Si el PRI no hubiera aportado los votos que aportó a la candidatura a la alcaldía y esos votos se hubieran ido a Morena habríamos perdido también el Ayuntamiento.

En algunos casos funcionó para contener la salida de votos hacia Morena. Te puedo poner ejemplos muy claros, como Motul. El PAN solo no tenía posibilidades de ganar. Teníamos en Motul un alcalde que originalmente era del PRI y terminó apoyando a Morena. Era importante saber qué iba a hacer la militancia del PRI de Motul respecto a la decisión de su líder, que era el alcalde.

Ahí se tuvo un candidato a alcalde del PRI, independientemente del candidato del PAN. No hubo alianza en forma, pero sí fue estratégico que el PRI no se fuera totalmente con Morena, pues ayudó a que ganara el PAN.

Te puedo poner otros ejemplos, como Hunucmá, donde la alianza nos permitió tener votos suficientes para que se pudiera ganar la alcaldía. Y cada municipio tuvo su lógica.

Finalmente lo que sucedió es que también se desplomó la votación del PAN, y en ese sentido tuvo más éxito la alianza en los municipios que en (la contienda por) el gobierno estatal. Si sumamos los votos de todos los candidatos a alcaldes vemos que tuvieron más que el candidato a gobernador, en mi caso, pero en el otro caso fue al revés: tuvo más votos el candidato a gobernador que los candidatos de gobiernos municipales.
Entonces, cada municipio tiene su propia lógica.

¿Cómo define las condiciones en que deja a Mérida?

Dejo a una ciudad que es ícono, una referencia positiva para las personas que visitan Mérida y la ven como una ciudad extraordinaria. Para los que vivimos aquí es una ciudad que ha crecido, es una ciudad que tiene retos y desafíos, es una Mérida vibrante y pujante, con crecimiento económico y disminución de pobreza.

Fue la única ciudad que en los últimos diez años redujo la pobreza urbana. Ya somos una metrópoli, una ciudad con una vida cultural intensa y una vida gastronómica que es reconocida a nivel internacional, que tiene más visitantes, que tiene más turismo, que tiene seguridad y orden…

Estoy profundamente orgulloso del trabajo que hice como presidente municipal, del sello que le puse como un gobernante que siempre le dio su lugar a la sociedad civil, que en las decisiones más difíciles de mi gobierno siempre incluí a expertos, incluí a la población que pudiera tener algún tipo de opinión.

Hicimos diseño participativo de parques, creamos el Inplan (Instituto Municipal de Planeación), pusimos en marcha la Secretaría de Participación Ciudadana, hicimos infraestructura, invertimos el 80 por ciento de los recursos en el Sur. Esta narrativa de que se gobierna para unos y no para otros es falsa.

Hicimos el Parque de Deportes Extremos, concluimos la segunda etapa de Animaya, hicimos una pavimentación importante de calles y avenidas por toda la ciudad, logramos tener una sinergia con el gobierno del Estado para atender un tema histórico como era el transporte público para darle dignidad a la gente que requiere un mejor transporte.

El esfuerzo que se hizo es el más grande en los últimos años desde que se tiene memoria. Desde luego que siempre habrá áreas de oportunidad para perfeccionar los servicios, pero me siento muy contento, muy orgulloso de todas las decisiones, aunque hay algunas polémicas: que si el tema de las luminarias, que si el tema del Carnaval… Todas tienen un sustento y un porqué, y siempre ha sido que le vaya mejor a esta ciudad, que cuidemos el patrimonio de los meridanos y que cuidemos la integridad física de todas las personas de nuestra ciudad.

Por cierto, ya conocemos un acuerdo en el caso de las luminarias. ¿Qué dice de él?

Sí, y hay que decir que los que lo critican se olvidan del origen, hablan de la consecuencia de la solución de un problema, pero no hablan del origen del problema.

Hay que dar el contexto completo para entender qué pasó. Me siento muy contento de que se haya logrado finalmente una solución que ya no le pone riesgo a la ciudad, que está considerada y presupuestada. Ese dinero se iba a pagar sí o sí, es decir, si se hubiera evitado la cancelación (del convenio de arrendamiento de las lámparas) se habría pagado de todas maneras ese dinero. Se pospuso ese pago y prácticamente será por menos recursos de los que originalmente se habían planteado.

Usted ya tenía un proyecto de gobierno. ¿Se va al cajón?

Ojalá que algunas de las cosas que yo propuse se puedan llevar al cabo de manera muy puntual, primero en el tema de seguridad. Me da mucho gusto que haya aceptado el comandante (Luis Felipe) Saidén la ratificación en la Secretaría de Seguridad Pública. Lo que deseo es que lo dejen trabajar, que le den las herramientas y los elementos necesarios para que él pueda cumplir su función.

En temas de infraestructura, ojalá que se puedan cumplir algunos de los proyectos que están en proceso. Ojalá que se pueda hacer la modernización del puerto de altura con mayor transparencia y con mayor claridad. Vi mucha turbulencia en el proyecto mismo entre el gobierno federal y el gobierno estatal.

“Ojalá que ahora que tienen todas las condiciones y cero pretextos lo hagan”

También hago un enorme llamado a la sociedad civil para que señale las cosas que no estén correctas. Si algo se ha identificado como positivo para Yucatán es la alta participación de la sociedad civil y la exigencia ciudadana.

Hubo un mandato el 2 de junio y como cualquier demócrata hay que reconocer el resultado electoral, pero también necesitamos una sociedad civil fuerte, que pueda señalar, criticar y exigir cuando algo no esté en lo correcto.

Hay un cheque en blanco, sin duda, que se le está dando al gobernador electo. Ojalá que esté a la altura de las exigencias de los yucatecos.

¿Algún mensaje a los ciudadanos?

En primer lugar quiero agradecer a todas los ciudadanos. Obtuve medio millón de votos, 515,000. Prácticamente 90 mil más que el gobernador actual, y eso tiene un peso importante en el ánimo de los meridanos y de los yucatecos. De esos 515 mil votos, la mitad es de Mérida y la otra mitad del interior del Estado.

Eso representa un gran compromiso. Quiero expresarles mi cariño y enviar un saludo a todos los candidatos que ganaron y que son autoridades electas. Les deseo lo mejor.

A los que no ganaron quiero decirles que para quienes ven la política como un empleo, como un deseo de interés personal, seguramente el hecho de perder es causa de una gran frustración para toda la vida, pero para el que la ve como una vocación de servicio es una oportunidad para fortalecerse y salir adelante.

¿Qué dice a los panistas?

A los panistas les digo que tenemos mucho que trabajar en el interior del PAN. El PAN siempre fue un partido cercano a la sociedad, algo que creo se ha ido distorsionando en la medida que ha tenido gobierno.

Decía Carlos Castillo (Peraza): “que el poder o el triunfo no sean la derrota del partido, que el triunfo electoral no sea la derrota del PAN”. Creo que tenemos mucho que hacer para retomar un partido que realmente sea útil para la sociedad, y para los panistas.

Les envío mi agradecimiento y mi cariño. He trabajado con ellos durante más de 24 años y aquí voy a seguir siempre, dispuesto a contribuir a un partido más fuerte.

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Hay un cheque en blanco, sin duda, que se le está dando al gobernador electo. Ojalá que esté a la altura de las exigencias de los yucatecos.