Manipular los cuerpos de los fallecidos es para muchos “cosa de valientes” pero el proceso de arreglarlos, vestirlos y maquillarlos es una labor bastante complicada y que seguramente pocos quisieran tener.
Luis Castillo, que se desempeña como embalsamador, compartió un poco de su vasta experiencia al tratar con muertos.
En entrevista con el Diario, Luis Castillo dijo que el tratamiento de embalsamar no necesariamente es obligatorio, pero cuando algún doliente ha sido testigo de la mejora que presentan los fallecidos cuando se les da este tratamiento es cuando solicitan el servicio.

Para este embalsamador su labor es algo que toma muy en serio y con mucho respeto, pues aunque el servicio de velación dure dos o tres horas, siempre van a buscar que el resultado de su trabajo sea el mejor.
Mencionó que el servicio de embalsamado “es parte de una honra fúnebre”, algo que como embalsamador considera sagrado desde el momento en el que algún deudo deposita su confianza en él.
¿En qué consiste embalsamar a un muerto?
Compartió que el proceso comienza con una desinfección del cuerpo, el arreglo general.
En el caso de los hombres se les rasura, se les arregla y a petición de la persona se les viste de gala o como de costumbre.
En el caso de los niños suele ser con ropa blanca o que vaya de acuerdo con la edad y a las mujeres jóvenes se les maquilla como la familia lo solicite.
En algunas ocasiones, explicó, le facilitan una fotografía para el maquillaje.
Casos impactantes
Sin embargo, su labor no esta exenta de situaciones complicadas, como refiere sobre los casos más impactantes que le ha tocado atender.
Según señala dos han sido muy significativos que fueron cuando tuvo que maquillar a una quinceañera y a una novia.
Luis Castillo compartió que lleva 28 años en forma como embalsamador, pero dijo que se inició con la academia del Seguro Social.
Sobre su labor, indicó que para que un cuerpo pueda ser más sencillo de tratar se recomienda que sea en las primeras 24 horas de la muerte, aunque hay ocasiones por cuestiones legales el cuerpo no es entregado de inmediato y lo hacen cuando han pasado ya más de 30 horas.
Cuando suceden estas situaciones, señaló los embalsamadores hacen uso de técnicas y todo cuanto conocimiento tengan para recuperar todo lo que puedan.
Se ha topado con casos en los que los cuerpos han tenido que ser enviados hasta otro país, situación que dificulta su trabajo, ya que debe recuperar lo más que pueda para que el cuerpo no emita aroma alguno.
Reconstruir los cuerpos de los fallecidos
Señaló que en el argot de su labor, al hablar de “recuperar” cuando se pueda del cuerpo se refiere al hecho de reconstruir los cuerpos.
Entre estos casos comentó que su labor es reconstruir brazos, piernas, rostros y que los casos que más difíciles son los cuerpos quemados o desmembrados.
Comentó que respecto al olor, él se bloquea mentalmente para que esto no interfiera en su trabajo.
Señaló que entre los casos que ha tenido hay algunos que “lo han golpeado” es por ello que el autocontrol es muy necesario, no solo por el aroma sino por las emociones.
Ante esto, dijo, es la razón por la que no se permiten familiares mientras se realiza el trabajo, recordó un caso que lo rompió mientras él trabajaba.
Comentó que era una niña de 14 años, pidió cruzar la sala mientras realizaban el proceso de embalsamado, le hablaba, le decía palabras bonitas, pero se le rompió el “bloqueo sentimental”, y por un momento pudo ver el rostro de su hija en esa niña.
Comentó que ese momento le recuerda que a él también le pueden ocurrir situaciones como esa.
Así es trabajar con la muerte: confesiones de un embalsamador en Mérida
Sobre situaciones supuestamente paranormales dijo que sí ha vivido algunas.
Recordó que siempre tenía pesadillas, pero cuando fue obligado a tocar un cuerpo ensangrentado las dejó de tener.
Recordó que en una ocasión mientras hacia guardia en una funeraria, cuando se encontraba haciendo una llamada, detrás del cristal pudo ver una imagen grotesca, por lo que se paró y escucho cómo le dijeron “tú no tienes nada que hacer aquí”.
La situación le generó miedo, por ello salió del sitio y esperó a que amaneciera.
Mencionó que una de las cosas que siempre hace es encomendarse a Dios.
Dijo que importa mucho el respeto que se le tiene no solo al trabajo sino al cuerpo, es por ello que como embalsamador siempre humanizan a los cuerpos.
