Recibimos de la doctora Gina Villagómez Valdés, investigadora universitaria y activista feminista, una carta dirigida al gobernador Joaquín Díaz Mena que dice lo siguiente:
El 8 de marzo de 2025, el gobierno del Estado emitió un comunicado (el 25-191) en el que reitera su respeto absoluto a la libre expresión y manifestación de las mujeres. Sin embargo, creo que antes de hablar de lo ocurrido entre policías y manifestantes, es preciso aclarar algunos puntos.
Una cosa es la política electoral y otra cosa es la política pública. Me explico. En la primera, los candidatos, candidatas y nuevos gobernantes hacen promesas de campaña pegadas con saliva y mucho dinero en medios de comunicación masiva para convencer a los votantes. Se distribuyen recursos públicos al pueblo con dádivas que inclinan la preferencia electoral al mejor postor. Eso lo hemos visto sexenio tras sexenio. Ahí no se escatiman los recursos públicos o privados que después deben devolverse con favores políticos y económicos.
En cambio, la política pública debe estar a cargo de funcionarios públicos como usted, que con responsabilidad deben planear, diseñar e implementar las acciones de gobierno para garantizar un nivel de vida digno para la población.
Y es aquí donde usted, señor gobernador, nos ha fallado a las mujeres. Con la llegada de la Presidenta con A, no llegamos todas las mujeres, solo han llegado aquellas que pertenecen, como siempre ha ocurrido, a la cúpula en el poder y sus agremiados. A casi medio año del inicio de su gestión, las mujeres de Yucatán no tenemos información respecto al tipo de política pública que dé certeza a las mujeres para ejercer el derecho a la salud, alimentación, trabajo, justicia, seguridad y participación en espacios públicos en diversos ámbitos.
Como responsable de la política pública, usted no ha dado a conocer qué plan tiene para nosotras. A la fecha no ha instruido o no tiene el equipo con el perfil profesional adecuado para realizar el diagnostico, evaluación, diseño e implementación de los programas y acciones que las mujeres de Yucatán necesitamos con más urgencia.
En su comunicado indica que existe un diálogo con los colectivos y organizaciones de mujeres para construir “en conjunto” soluciones efectivas a las demandas legítimas de igualdad y justicia.
Le recuerdo, o le informo por si no se lo notificaron, que representantes de colectivos feministas le han solicitado sin éxito audiencia para conocer cuál es el plan de gobierno dirigido a las mujeres de Yucatán. Hasta ahora, las mujeres de Yucatán no sabemos cuál es la estrategia que se implementará durante su sexenio en materia de 1) Prevención, 2) Atención, 3) Sanción y 4) Erradicación de diversas formas de violencia que por acción u omisión lastiman la vida de las mujeres.
Objetivos establecidos en la Ley de Acceso a una Vida Libre de Violencia. ¿Cuál es el proyecto de transversalización de la perspectiva de género en todas las instancias de gobierno? ¿Cuál es la propuesta presupuestal asignada a los programas de mujeres?, ¿Qué procedimientos aplicará para que la NOM-046 proteja la salud de las mujeres? ¿Qué hará por las niñas violadas, las adolescentes embarazadas y las jóvenes con trastornos depresivos generados por la violencia? En pocas palabras, señor gobernador, ¿Cuál es el Plan Estructural de gobierno dirigido a las mujeres?
Por estos y muchos motivos más, miles de mujeres salimos a marchar ayer (por anteayer) y usted nos respondió con un comunicado en el que justifica el agua y gas lanzado a las manifestantes enojadas. Perdón señor gobernador, pero las mujeres somos más que delincuentes que pedimos a gritos respeto para nuestras vidas. Nuestros gritos son para que nos escuchen. Gritamos para asegurar la atención digna de las abuelas, de las madres a cargo de familias o víctimas de violencia vicaria y que los derechos de las niñas no se sigan vulnerando.
Sin mujeres seguras no habrá Renacimiento Maya.

Qué les extraña, es la bandera de morena, nó robar, nó mentir, nó traicionar, nó veo, no oigo, además el presidente anterior era y sigue siendo el primer misógino de ése movimiento mal llamado partido