MÉRIDA.- Lo que alguna vez fue el primer parque canino en Mérida y una veterinaria pública, Módulo Peek Park, hoy está cerrado y en el abandono desde hace unos meses.

Vecinos del fraccionamiento Ampliación Juan Pablo II señalaron que no solo el área para los animales ha sido descuidada, sino también el resto del espacio.

Peek Park de Mérida, en el deterioro

Inaugurada en 2021 por el gobierno de Yucatán y el Ayuntamiento de Mérida en el Parque Lineal Metropolitano de Mérida Paseo Verde, este Módulo cuenta con una extensión de 1,800 metros cuadrados.

Tiene áreas separadas para perros grandes y pequeños, con pasto artificial y cercado.

Además, de acuerdo a lo informado en ese entonces por las autoridades brindaría “servicios como consulta general, curaciones menores, vacunación antirrábica y esterilización”.

Esto con el objetivo de “cubrir la demanda de estos servicios en la zona poniente de esta capital yucateca”.

Así está el Peek Park actualmente (en 2025)

En un recorrido realizado por el Diario en el Módulo Peek Park, vecinos señalaron el deterioro de este espacio.

Ahí se permitía que los perros estuvieran sin correa en un ambiente controlado, con servicios complementarios como atención veterinaria y venta de accesorios, pensados para generar ingresos que ayudaran a su mantenimiento.

“Juegos rotos, falta de limpieza. El parque para perros lleva cerrado desde hace tiempo”, señaló Roseli Herrera Zapata, vecina de la calle 7 de la colonia Juan Pablo II.

“Esta semana vino un señor con su mascota preguntando, pero se lo encontró cerrado. El área de juegos infantiles también está deteriorada; el piso está dañado y, aunque es buena temporada para venir porque hay menos clases, los juegos están oxidados”.

María Balam Escalante, vecina de la calle 28, compartió que “todo el parque está descuidado.

“Desde hace tiempo ya no se ofrece el servicio que antes había para los animales.

Tenían de todo, realmente. También hacen falta baños, porque no hay en ninguna parte, ni siquiera con los policías. Tampoco hay agua para el riego, salvo cuando llueve”.

Vecinos como Roseli y María recuerdan que este espacio solía ser un punto de encuentro para familias, niños y dueños de mascotas. Especialmente en las noches, cuando el calor cede un poco.

Señalaron que el parque era una oportunidad para respirar aire fresco, convivir y despejar la mente.