• Decenas de personas de Mérida y municipios permanecen día y noche a las puertas del área de urgencias del hospital O’Horán en espera de información sobre familiares ingresados en ese nosocomio
  • Las personas que esperan en el O’Horán se las ingenian para improvisar bancas ante la falta de instalaciones dignas, como el banco con botes y un tablón debajo de estas líneas. A la izquierda, el cartel en el que se informa de los requisitos para la hospitalización
  • Más personas en las inmediaciones del hospital O’Horán en espera del alta a sus familiares o información sobre la salud de éstos
  • Una de las ambulancias de traslado que llegan a diario al O’Horán

MÉRIDA.- El jueves 22 de mayo, Asunción Iuitz Cervantes, oriundo de Telchac Puerto, llevaba ocho días durmiendo en el suelo en la sala de espera de urgencias del Hospital O’Horán.

Su hijo sufrió un accidente, lo operaron y permanecía internado en el nosocomio meridano.

No quiere despegarse del lugar porque en cualquier momento le pueden dar información de su hijo o que requiera algo. Por eso pasa mucho tiempo en esa concurrida sala de espera, donde permanecen los familiares de los pacientes internados.

Asunción se baña en un albergue cercano a cargo de religiosas, pero no duerme allá porque quiere estar todo el tiempo pendiente de la evolución de su hijo, atropellado por un camión del sistema de transporte Va y Ven en céntrica calle de esta ciudad.

En Urgencias del O’Horán no tienen equipo, ni un trato digno

Como él, muchos familiares pasan todo el día, la tarde y noche en la sala de espera de urgencias del O’Horán, pendientes de la evolución médica de sus hijos, esposas, esposos, padres, madres o nietos.

El panorama que pintan muchos de ellos es el de numerosas carencias en el nosocomio meridano, como falta de suficientes camas, largas esperas para que les informen del estado médico de sus familiares y malos tratos del personal de vigilancia.

Además que hacen peticiones, como la instalación de regaderas en los baños de la sala de urgencias, donde permanecen varias horas o días.

Al mismo tiempo, personal médico que labora en el hospital indicó que hay equipos que no funcionan, lo que ocasiona que la atención a los internos no sea la más adecuada.

Mientras esto ocurre en el O’Horán, también surgen esperanzas de que en el nuevo nosocomio que se construye mejore la atención y el equipamiento.

Aunque hasta ahora no se ha informado de la fecha en que terminará su construcción y será inaugurado por las autoridades estatales y federales.

Al hospital yucateco llegan pacientes hasta de Belice

En el O’Horán se atiende a población no derechohabiente de Yucatán, Campeche, Quintana Roo e incluso de Belice. Al año se brindan alrededor de 65,000 consultas, de acuerdo con información que proporcionaron autoridades en el sexenio pasado.

Una trabajadora del nosocomio, quien es médica interna de pregrado y pidió el anonimato por temor a represalias, afirmó que es necesario que el gobierno les otorgue más materiales para trabajar adecuadamente.

Ya que no hay los insumos suficientes en el O’Horán.

“Por eso no podemos trabajar bien y hacer las cosas como se deben. Al final terminamos improvisando por falta de materiales. Eso pasa en urgencias, ginecología y medicina interna, entre otras áreas”, indicó la entrevistada, quien también pidió que se incrementen los salarios.

Según dijo, para mejorar la atención en urgencias se necesita más personal, ya que se llena exageradamente todo el tiempo y a cualquier hora del día.

Además, los pacientes esperan mucho tiempo por falta de personal en las áreas de radiografía, tomografía y ultrasonido.

“Por eso se quedan más tiempo en el hospital del que deberían”, comentó.

Estudiantes de medicina que hacen sus prácticas en el hospital también informaron que hacen falta materiales como sábanas, batas, cobertores y más medicamentos.

En la sala de espera de urgencias, donde permanecen los familiares de los pacientes, en estos días se congregaban alrededor de 50, llenando ese espacio hospitalario.

Uno de ellos era Dídier Amílcar Tep Chan, de Buctzotz. Su suegro se fracturó la cadera, llegaron el lunes 19 de mayo y en esa sala durmieron, acostados en el piso, en espera de noticias de su evolución.

La familia no cuenta con suficientes recursos para hacer viajes frecuentes de ida y vuelta a Buctzotz y por eso optaron por pasar la noche en ese sitio.

Hospital O’Horán de Mérida debe mejorar

“El servicio debe de mejorar. La gente está esperando y no hay información del paciente. Ojalá que esto mejore con el nuevo hospital que se construye. Acá pasamos la noche muchos familiares de pacientes y estamos incómodos”, indicó Tep Chan.

“Faltan camas en el hospital. Me dicen que muchos pacientes están en los pasillos sentados en espera de que se desocupe una cama. Así pasan la noche, aunque el personal médico sí los atiende”.

Roger Martín Ojeda, de Telchac Puerto, se encontraba en la misma sala el martes 20 de mayo en espera de noticias de su esposa, quien ingresó el día anterior.

“Faltan más camas, hay enfermos en los pasillos, sentados con su suero. Sí los atienden, pero los dejan en un rincón porque no hay camas, faltan más”, indicó. “Hace dos días que ingresó mi esposa y acá nos quedamos”.

“Dicen que hay un lugar para que duerman los familiares de los pacientes, pero hay que hacer el papeleo y mejor me quedo acá”.

Una familiar que lo acompañaba, Concepción Campos Caamal, de Dzilam de Bravo, sugirió que se instalen regaderas en el baño de la sala de espera de urgencias para que los familiares se puedan bañar mientras permanecen en ese sitio.

También dijo que se debe de permitir al menos dos visitas por paciente, pues actualmente solo es una.

“Están para servir a la comunidad”

Martín Ojeda deploró que no haya información constante del estado de salud de los internados y el trato que dan los vigilantes. “Están para servir a la comunidad”.

Juan José Juárez Puc, vecino de Sodzil Norte, externó su desacuerdo con la atención a su hija, quien al parecer tiene una hernia y fue ingresada al nosocomio.

“Lleva dos días acá y no le han hecho un ultrasonido para confirmar ese problema. Ella ingresó el 19 de mayo, no la han atendido y está sentada en un pasillo con otros enfermos. No me dicen nada de mi hija. Que me digan si no cuentan con el aparato para saber qué hacer. Llevo dos días así, sin información”, afirmó el día de la entrevista, el martes 20 de mayo.

“Vivo al día, desgraciadamente no tengo dinero y hay que venir acá. Que no nos hagan de menos”.

Por su parte, Asunción Iuitz dijo que su hijo sufrió un accidente, lo internaron y lleva ocho días durmiendo en el suelo en la sala de espera de urgencias. Según dijo, se baña en el albergue cercano a cargo de unas religiosas.

Asimismo, afirmó que el nosocomio está saturado y hay tardanza en la información que reciben los familiares de los pacientes sobre su evolución.

Así pasan las horas y los días en la sala de espera de urgencias del O’Horán, aunque el jueves 22 de mayo muchos de los que llenaban ese sitio se llevaron una sorpresa por la irrupción de una mujer que en voz alta dijo que tenía problemas de salud mental.

Se había escapado del Hospital Psiquiátrico por un abuso que dijo que sufrió y pidió la colaboración económica de los presentes para llegar a su casa.

Ingreso

En una vieja cartulina en esa sala hospitalaria se puede leer el siguiente aviso sobre el Reglamento hospitalario de urgencias.

“Sobre el ingreso: todo paciente que desee ingresar al servicio de urgencias deberá pasar a admisión hospitalaria y de ser necesario al departamento de servicio social…

Para recibir informes del paciente ingresado los horarios son los siguientes: horario matutino, 11 a.m. (no hay visitas). Horario vespertino, 5 p.m. (consulte horarios de fines de semana y festivos). Para los informes deberá atender a las listas que nombrarán las y los trabajadores de trabajo social.

Se le mencionará el nombre del doctor que le informará sobre su paciente. Solamente un familiar recibe informes. Importante: cualquier pago se hace directamente en caja. Ningún trabajador fuera de esta área debe cobrarle”.

En otra cartulina se pide: “Favor de guardar su celular al momento de recibir información”.

El nuevo Hospital O’Horán

Según se ha informado, el nuevo Hospital O’Horán” tendrá clínicas de la mujer, de labio y paladar hendido, del dolor y cuidados paliativos, y habrá estacionamiento, auditorio y helipuerto.

Contará con 300 camas, 50 más que con las que cuenta en la actualidad, y en lugar de seis quirófanos tendrá 15. De 41 consultorios pasará a 87.

Ofrecerá servicios de urgencias, terapia intensiva para adultos, terapia pediátrica y neonatal, servicios de apoyo como resonancia magnética, ultrasonido, tomografía, fluoroscopía y mastografía, laboratorio de análisis clínicos, área de imagenología y servicios de electrocardiografía, electromiografía y electroencefalografía.

Según se ha afirmado, al incrementarse el número de camas, quirófanos y consultorios se logrará una atención más rápida y de mejor calidad y se dará importancia al confort de los pacientes y sus familias.

Meses atrás se informó que el antiguo O’Horán seguirá dando servicio mientras no entre en funciones el nuevo hospital.

La situación en el hospital O’Horán se vio agravada durante la pandemia.

En 2021, la Comisión de Derechos Humanos del Estado de Yucatán detectó que el área de urgencias del O’Horán llegó a atender hasta 120 pacientes simultáneamente, superando su capacidad instalada.