Un reporte de la Comisión Nacional de Derechos Humanos (CNDH) da cuenta de deficiencias con las que operan los tres Centros de Reinserción Social del Estado (Ceresos), ubicados en Mérida, Valladolid y Tekax, pero también se destacan aspectos positivos en esos espacios de reclusión.
En el Diagnóstico Nacional de Supervisión Penitenciaria de 2024 se da una calificación promedio a los tres Ceresos yucatecos de 7.34. El de Mérida obtuvo 7.09; el de Valladolid, ubicado en la comisaría de Ebtún, tiene 7.19, y el de Tekax, 7.75.
En 2023 los Ceresos yucatecos tuvieron una calificación global de 7.54, divididos así: el de Mérida, 7.07; el de Valladolid, 7.60, y el de Tekax, 7.72, aunque ese año se incluyó en la evaluación al Cereso femenil, que tuvo 7.77.
Con el reporte de 2024 los penales de Yucatán obtuvieron el quinto lugar de los mejores evaluados en promedio en todo el país, ya que solo fueron superados por los Ceresos de Querétaro, con una calificación de 9.10; Nuevo León, 7.79; Guanajuato, con 7.62, y Morelos, que obtuvo 7.40.
La CNDH indicó que el Diagnóstico Nacional de Supervisión Penitenciaria 2024 es un instrumento que permite constatar las condiciones en las que se encuentran las personas privadas de la libertad en nuestro país, de acuerdo a las áreas de oportunidad o mejoras efectuadas a partir de la observancia de los resultados emitidos en los diagnósticos nacionales anteriores sobre el respeto, protección y garantía de los derechos humanos, bajo la perspectiva establecida en la normatividad nacional e internacional, que les confiere a las autoridades la obligación de respetar, proteger y garantizar los derechos humanos de este grupo de población”.
Cereso de Mérida
En la supervisión en el Cereso de Mérida, indicó la CNDH, se detectó que es importante prestar atención en los siguientes temas: hay deficiencias en la atención a personas privadas de la libertad en condiciones de aislamiento, deficiencias en los servicios de salud, e insuficiencia de vías para la remisión de quejas de probables violaciones a los derechos humanos.
Además, se detectaron deficiencias en la alimentación y en las condiciones materiales e higiene de instalaciones para alojar a las personas privadas de la libertad. Al mismo tiempo, se reportó la inexistencia o deficientes condiciones materiales e higiene de la cocina y/o comedores.
Sanciones
Asimismo, en el penal meridano hay deficiencias en el procedimiento para la imposición de las sanciones disciplinarias, deficiente integración del expediente técnico-jurídico y deficiente separación entre procesados y sentenciados, inadecuada clasificación de las personas privadas de la libertad e inadecuada organización y registros para el cumplimiento del plan de actividades.
Otro indicador negativo es que hay insuficiencia en los programas para la prevención de adicciones y desintoxicación voluntaria.
En el Cereso meridano, en contraste, se observó una apropiada atención en los siguientes temas: distribución de las personas privadas de la libertad, número de personas privadas de la libertad en relación a la capacidad del Centro, programas para la prevención y atención de incidentes violentos, separación entre hombres y mujeres, y supervisión del funcionamiento del Centro por parte del titular.
Se resaltan las condiciones materiales e higiene de los talleres y/o áreas deportivas; la ausencia de funciones de autoridad por parte de personas privadas de la libertad del Centro (autogobierno-cogobierno), capacitación del personal penitenciario, inexistencia de actividades ilícitas e inexistencia de cobros (extorsión y/o sobornos).
Aciertos
En el reporte se destaca la presencia de personal de seguridad y custodia, la existencia de actividades laborales y de capacitación, la vinculación de la persona privada de la libertad con la sociedad y la atención a personas indígenas y Lgbtti.
En cuanto a la evaluación al Cereso de Valladolid, el diagnóstico de la CNDH dio cuenta de deficiencias en la atención a personas privadas de la libertad en condiciones de aislamiento, deficientes condiciones materiales e higiene de instalaciones para alojar a las personas privadas de la libertad, y deficiencias en el procedimiento para la imposición de sanciones disciplinarias.
Custodios
También se hace notar que en el penal de Valladolid hay insuficiencia del personal de seguridad y custodia, deficiente separación entre procesados y sentenciados, insuficiencia o inexistencia de actividades deportivas y educativas, y hay deficiencias en la atención a personas con discapacidad.
En el Cereso vallisoletano se observó una apropiada atención en estos temas: número de personas privadas de la libertad en relación a la capacidad del Centro, programa para la prevención y atención de incidentes violentos, y supervisión del funcionamiento del Cereso por parte del titular.
Se destacó la alimentación, las condiciones materiales e higiene de la cocina, comedores, área médica, talleres y áreas deportivas.
Asimismo, hay ausencia de funciones de autoridad por parte de personas privadas de la libertad del Centro, inexistencia de actividades ilícitas,; inexistencia de extorsión y sobornos y hay actividades laborales y de capacitación, atención a personas indígenas y a quienes viven con VIH/Sida.
Cereso de Tekax
En cuanto a la supervisión en el Cereso de Tekax, entre los aspectos negativos se mencionó la sobrepoblación, deficiencias en el procedimiento para la imposición de sanciones disciplinarias, insuficiencia de personal de seguridad y custodia, deficiente separación entre procesados y sentenciados, e inadecuada organización y registros para el cumplimiento del plan de actividades.
En contraste, en el penal tekaxeño se observó una apropiada atención en temas como los programas que hay para la prevención y atención de incidentes violentos, supervisión del funcionamiento del Cereso por parte del titular, se destacó la alimentación y las condiciones e higiene de la cocina, comedores, área médica, talleres y áreas deportivas.
Al mismo tiempo, no hay autogobierno o cogobierno, inexistencia de actividades ilícitas y cobros, se resaltó la capacitación del personal penitenciario, hay actividades laborales y de capacitación, vinculación de las personas privadas de la libertad con la sociedad, atención a personas adultas mayores y a personas con discapacidad.
En el diagnóstico 2024 de la Comisión Nacional de Derechos Humanos se indicó que el Cereso de Mérida tiene capacidad para 2,147 hombres y 111 mujeres y su población es de 1,394 hombres y 39 mujeres.
El de Valladolid tiene capacidad para 156 hombres y cero mujeres y su población es de 127 hombres. El de Tekax tiene capacidad para 152 hombres y cero mujeres, y su población es de 182 hombres.
La CNDH explicó que el Diagnóstico Nacional de Supervisión Penitenciaria 2024 se realizó sobre una muestra de 162 centros penitenciarios, los cuales se dividen 145 centros estatales, 14 centros federales y 3 prisiones militares.
En estos 162 centros se encontraban 132,965 personas privadas de la libertad, de las cuales 125,723 son hombres (94.55%) y 7,242 mujeres (5.45%).
