Si bien los poco más de 217 kilómetros de ciclovías en Mérida han sido un paso importante dentro del desarrollo de una movilidad incluyente, enfocada en el uso de la bicicleta como medio de transporte, aún se está muy lejos del ideal de conformar una red funcional para el fluido tránsito de estos vehículos.
Así lo expuso Rodrigo Emiliano Casanova Castro, coordinador del Laboratorio Urbano de la Universidad Modelo.
Las autoridades deben continuar trabajando en la consolidación de esa red, consideró al presentar ayer en esa institución educativa el Diagnóstico de Infraestructura Ciclista Metropolitana.
La disertación se da en el marco de las actividades alusivas al Día Mundial sin Automóvil, conmemorado el pasado 22 de septiembre.
La Universidad Modelo abrió un espacio destinado a ahondar en torno al tema de la movilidad y el uso de la bicicleta como una alternativa viable en Mérida, como sucede en Lisboa, Copenhague, Ámsterdam, Barcelona y otras ciudades europeas.
Casanova Castro subrayó que el uso de la bicicleta tiene múltiples ventajas dentro del desarrollo de una movilidad incluyente y efectiva.
Por ejemplo, recordó que el uso de la bicicleta es ecológico, sano, dinámico y económico, pero para que sea una verdadera alternativa deben darse las condiciones de infraestructura mínimas a fin de garantizar el tránsito libre y seguro de los ciclistas.
El especialista dijo que muchas personas declinan usar la bicicleta como medio de transporte debido a la prevalencia de condiciones ambientales extremas que la hacen poco práctica.
Según destacó, parte de la planeación de la infraestructura ciclista en la ciudad va de la mano con la reforestación de espacios en la urbe.
Mientras se planten más árboles, habrá mejores condiciones ambientales para incentivar los traslados en bicicleta.
“El clima va de la mano, se requiere fomentar una cultura ecológica para dotar a la urbe de espacios arbolados que brinden condiciones propicias para el uso de la bicicleta”, comentó el ponente.
“En la medida en que se habilita más infraestructura para el uso de la bicicleta, mayores responsabilidades adquieren los ciclistas; hacer un uso adecuado de la ciclo vía solo se logra cuando se ofrece a las personas condiciones atractivas y seguras para hacerlo, y propiciar un clima idóneo para esto es una prioridad”, señaló.
No están conectadas
En cuanto a los espacios habilitados como ciclovías en la capital yucateca, recordó que son poco más de 217 kilómetros; sin embargo, no están interconectados entre sí, se trata de fracciones de ciclovía dispersos de tal suerte que no es posible generar una red vial para ciclistas funcional y eficiente.
“No es solo que se trata de tramos aislados, también está el hecho de que existen muchos obstáculos urbanos que no facilitan la vialidad, como ocurre con ciertos bancos de materiales o, el caso más concreto, la periferia del Aeropuerto Internacional de Mérida”.
Además, destacó que el tránsito de bicicletas en ciclovías se restringe a determinadas zonas de la ciudad y a puntos muy específicos, pero sin lograr una interconectividad tan eficiente que potencie el alcance del uso de la bicicleta como medio de transporte alternativo.
Finalmente, insistió en la importancia de dotar de ciclo vías a la ciudad como una estrategia tendiente a profundizar en una verdadera cultura de vialidad y movilidad incluyente, efectiva, respetuosa y segura.— Emanuel Rincón Becerra
Más ciclovías
El ponente Rodrigo Casanova Castro, de la Universidad Modelo, subrayó que las autoridades deben continuar trabajando en la creación de kilómetros de ciclovías en puntos estratégicos.
Programa
También se requiere un programa integral de movilidad que privilegie el uso de otras alternativas, reduciendo con ello el uso del automóvil, dijo.