Desde hace varios meses las quejas por el desabasto de medicamentos en las clínicas del IMSS han ido en aumento. Muchos derechohabientes acuden puntualmente a sus citas de control o consultas médicas y, al llegar al área correspondiente para surtir sus recetas se topan con la misma respuesta: no hay medicamentos disponibles.
En la mayoría de los casos se les pide regresar en otro momento con la promesa de que habrá existencia o, al menos, para verificar si el medicamento ya llegó.
Anteayer lunes por la tarde Mónica Ramírez acudió a la clínica de Chuburná y salió molesta, pues de nuevo no logró surtir su tratamiento.
La mujer explicó que había acudido en busca de letrozol, un medicamento oncológico que Elda María Valdés Carrillo, también paciente oncológica, ya había reportado como inexistente, por lo cual tuvo que realizar diversas protestas y comentarios en redes sociales hasta conseguirlo.
A Mónica Ramírez solo le informaron que debía regresar en otra ocasión para verificar su disponibilidad.
También señaló que esta es la segunda vez que enfrenta este problema. El mes pasado tardaron tres semanas en entregarle el medicamento, lo que significó un verdadero calvario al tener que trasladarse de una clínica a otra con la esperanza de encontrarlo.
La paciente recordó que durante esas tres semanas el personal le aseguraba que la llamarían en cuanto hubiera disponibilidad, pero al final nunca recibió la llamada.
Fue únicamente gracias a la intervención de una Técnica en Atención y Orientación al Derechohabiente (TAOD), quien gestionó directamente con el coordinador, que le asignaron una fecha de entrega segura.
Aunque la entrega se cumplió, destacó que ya había acumulado un retraso que afectó su tratamiento.
Desabasto de medicamentos en Mérida
Ana Celia Pacheco Santamaría, otra derechohabiente, comentó que hace un año también sufrió el desabasto de medicamentos.
Ella acude cada mes por fármacos para controlar la diabetes y, aunque en esta ocasión no ha enfrentado falta de suministro, sí percibe cambios en la calidad de los productos.
Según explicó, antes le proporcionaban pinaverio en grageas, pero ahora recibe tabletas que describió como muy amargas y que incluso le provocan reflujo.
La derechohabiente agregó que su médica familiar le informó que los medicamentos provienen de otro laboratorio, con presentaciones más baratas.
Ana Pacheco considera que los nuevos fármacos no son tan efectivos como los anteriores y por ello, además de surtir sus recetas en el IMSS, acude a consultas particulares para monitorear su salud.
Ella recordó que en las ocasiones en que su receta no fue surtida en su totalidad tuvo que insistir y exigir para obtener sus medicamentos completos.
No todos los testimonios fueron negativos. Ricardo Herrera Arceo, derechohabiente del IMSS, afirmó que nunca ha tenido problemas con el surtimiento de sus medicamentos.
Incluso, la tarde del lunes salió de la clínica con su receta completamente surtida y destacó que, hasta ahora, siempre ha recibido sus medicinas en tiempo y forma.