• Arriba, las obras en el adoquinado de la Ermita, a cargo de la Comuna, y, a la izquierda, una vista aérea de 2014 de parte de la capital yucateca, en esa época se intensificó el crecimiento exponencial de la capital yucateca
  • Arriba, el desazolve de zanjas pluviales, uno de los trabajos de fuerte impacto en esta temporada. A la derecha, el investigador Luis Ramírez Carrillo en la entrevista con el Diario

La presencia de Cecilia Patrón Laviada ha aumentado, su imagen ha crecido y su peso político es mayor, considera el doctor Luis Ramírez Carrillo, investigador de la Uady, al analizar la estrategia de acercamiento con la gente que ha tenido la alcaldesa de Mérida en el primer año de su gestión.

Además, opina que se ha quitado de encima a Mauricio Vila “porque el personaje ayudó quitándose de encima él mismo”.

Ya no existe la presencia de Mauricio Vila sobre los hombros de Cecilia Patrón. Ella irá sola, ya se la ve caminando sola con todos los problemas y debilidades que esto puede tener, pero su peso y valor político ha aumentado. Ha sido un año favorable a la figura de la presidenta municipal.

“En términos políticos y de administración del Ayuntamiento, este año también ha sido favorable porque la estrategia de tener mayor presencia le ha dado obviamente redes más amplias y propias dentro de la ciudadanía en las distintas clases sociales y en las colonias, comisarías y subcomisarías.

“Cecilia no se ha limitado a circular con las redes del PAN en la ciudad, que son históricas, sino que las ha vuelto a tejer o las está volviendo a tejer en lo personal y eso es fundamental para lo que sigue”, indica.

El también analista político dice que en el tramo por recorrer la alcaldesa enfrentará un reto y una contradicción, entre mantener el recurso disperso en muchos frentes o tratar de ponerlo en los problemas más graves.

“El problema es que no le dará y las decisiones aquí son difíciles. Lo que se le quite a la dispersión de recursos se pierde quizás en redes o en la efectividad misma de la política pública.

“Por otra parte, lo que no se destina a problemas muy graves, se patea la pelota para más adelante.

“Por ejemplo, las vialidades y los usos del suelo. Estos últimos son problemas de grandes dimensiones, Mérida ha crecido en miles de hectáreas. Acabo de ver imágenes satelitales por un proyecto de investigación y se ve como un archipiélago. No como una ciudad”, indica el investigador.

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Mérida, ¿un conjunto de islas?

El doctor Ramírez Carrillo señala que Mérida dejó de ser una ciudad céntrica, concéntrica o policéntrica, pero unida. Ahora se ve como un conjunto de islas.

Hay 200 islitas alrededor, cada una de ellas tiene varios fraccionamientos y hay espacios vacíos en medio. La deforestación que esto ha implicado en la última década ha sido brutal. Estamos hablando de miles de hectáreas, de monte tirados, miles, en 10 años.

“Todo esto genera un problema ecológico e hídrico. La deforestación significa menos agua y ese reto ya está generando problemas. Será muy difícil en dos años darle una solución razonable a esto.

“Quizás en términos estratégicos tuvieran que pensar en establecer las bases para el futuro, como una nueva normativa que sea innovadora, ingeniosa y consensuada porque tampoco se trata de ponerte a satanizar al capital inmobiliario.

“Esto es crucial porque sencillamente una ciudad de estas dimensiones es imposible de administrar eficientemente a mediano y largo plazo, para cualquier Ayuntamiento. Allá hay un reto y va a implicar que se destinen recursos”, apunta.

El doctor Ramírez Carrillo señala que otro tema es la inmigración a Mérida, que es muy grande.

En 2020 la ciudad tenía prácticamente casi un 20% de población foránea y en estos años debe acercarse ya al 25%. El 9% de esta población llegó en la última década y esto significa en términos sociales, económicos y políticos una verdadera transformación porque es una población que normalmente es mayor de edad.

“No son niños en su mayoría, pero tampoco son ancianos. Es una población que tiene entre 18 y 55 años de edad, económicamente activa, con una posición política al votar, que requiere o no un empleo, que requiere o no educación, que tiene hijos chicos o va a tenerlos en un corto plazo.

“El boom demográfico de la ciudad es muy grande y hay que tenerlo en cuenta porque esto no disminuirá. Este tipo de migración que tiene Mérida no depende de un auge económico de la ciudad. Mérida no ofrece empleo y no tiene ningún auge económico, excepto el inmobiliario.

“Esto depende de la inseguridad en otras partes del país y mientras ésta no baje, la tendencia migratoria hacia Mérida y Yucatán aumentará. La inseguridad no parece bajar en lo más mínimo. Y si aumenta lo que vamos a observar es un incremento de la migración misma. Esto hay que preverlo.

“Por eso decía al principio que la ciudad que estamos viviendo ahora se ha transformado la última década. Y lo que vamos a ver dentro de 10 años será algo inédito en Mérida. No disminuirá el flujo de gente, ni la migración ni sus orígenes, no va a disminuir el proceso de expansión urbana de la ciudad, no disminuirá el número de vehículos, no disminuirá la deforestación y no disminuirá la presión sobre el recurso del agua. ¿Qué vamos a hacer al respecto?

“Sé que un Ayuntamiento de tres años no tiene la capacidad de dar estas soluciones. Eso queda claro, pero también es cierto que tienes que empezar a discutir y plantear estas problemáticas, o hacer una visión de Mérida 2020-2030 o 2020-2050, metiendo estos insumos en la generación de los escenarios. Es obligación de política pública atenderlos.

Sobre la relación de la alcaldesa y el gobernador Joaquín Díaz Mena en este primer año, el doctor Ramírez Carrillo considera que ha sido armónica.

“Creo que Huacho sabe que gran parte de su presencia política o la del gobierno del Estado tiene que tomar en cuenta que casi el 50% de la población vive en Mérida, el 60% en la zona metropolitana y el 80% de los yucatecos tiene asuntos que tratar en la capital. Tienes que tener en cuenta que alguien de Suma, de Peto, de Ticul o de Oxkutzcab vendrá a Mérida una vez a la semana para algo.

Escrutinio público

“Están en Mérida, la observan, la sufren o la disfrutan. En esa medida, como gobernador no puedes simplemente lavarte las manos y decir ‘este asunto es del Ayuntamiento y como es panista no me meto’. Esto es el gobierno. En ese sentido, ningún titular del Ejecutivo estatal puede darse el lujo de desatender la ciudad capital sin perder popularidad o impacto en cuanto a política pública. Ninguno lo ha podido hacer, ni del PRI, ni del PAN, ni ahora con Morena.

“Si lo hace, la propia figura del gobernador empieza a verse mellada. Si la ciudad capital se cae, el propio gobierno del Estado lo resiente, aunque se lave las manos y diga ‘es un problema del Ayuntamiento’.

“Lo mismo le pasa a la Comuna respecto a la seguridad, el agua potable y el transporte. Aunque se lave las manos y diga ‘es un problema del gobierno del Estado’, si la gente abre la llave y no sale agua, si no pasa el camión y si hay muchos robos, pues la población dice que la culpa es del gobierno y el más inmediato es el Ayuntamiento.

“Es un juego doble, en el que las dos partes digamos que tienen un matrimonio a fuerzas y el que piense que puede divorciarse está equivocado. Los dos lo van a resentir por interés mutuo y ambos tienen que trabajar. Por interés mutuo tienen que reparar un bache o impedir un robo. Si dejan que la cosa cunda o se adopta una política de manos caídas por un lado, el rebote acaba siendo también para el gobierno del Estado.

Necesaria cooperación

“La colaboración entre Cecilia y Huacho, les guste o no les guste, y desconozco si les gusta o no, tiene que darse. Si tienen pensamiento estratégico político, saben que tiene que darse. Además, está el plus que se conocen desde hace 30 años. No hay mucha novedad en cuanto a saber quién es quién y tampoco han surgido conflictos entre ellos.

“El factor personal creo que está solucionado y no tienen problema en levantar el teléfono y hablarse, estoy seguro. Tendrán movimientos estratégicos para, por ejemplo, que en un evento no luzca tanto la alcaldesa.

“El gobernador tiene obviamente una posición de poder superior y puede tender a castigar a la presidenta municipal, pero no puede darse el lujo de pasarse de la raya porque hay costos políticos y hasta donde sé todavía hay elecciones, no sé cuánto tiempo más, pero aún las hay. Si ellos trabajan armónicamente, aunque sea por su propio interés político, la ciudad y los ciudadanos también se ven beneficiados”, indica el doctor Ramírez Carrillo.

Al preguntarle si considera que Cecilia Patrón es la candidata natural del PAN para buscar la reelección en la alcaldía en 2027, dijo que ese es el gran tema que se acabará jugando y se pasa a otra dimensión de la administración municipal.

“Puede ser que todo sigue igual en dos años más y termine con esta buena aplicación que ha tenido el primer año, quizás superior o inferior. En algunas partes tiene la oportunidad de hacer cosas más grandes, en otras tendrá que hacerlas más chicas y al final será insuficiente en términos generales como en cualquier administración.

“Entrando ya en la dimensión política, será un juego muy interesante porque en Morena y partidos aliados hay una verdadera lucha por tratar de ser el candidato a presidente municipal de Mérida. Desde el punto de Morena, quien quiere ser candidato a presidente municipal está pensando en la gubernatura exclusivamente. No veo a nadie interesado en decir quiero ser alcalde y me quedo seis años.

“Quieren ser presidente municipal de Mérida porque automáticamente dentro de ese partido será el candidato natural a gobernador y entonces tendrá mano para usar el presupuesto de la ciudad para proyectarse. Teóricamente el gobernador tendría que ser el que tenga la visión superior con respecto a quién pudiera ser.

Candidaturas

“Digamos que (Huacho) puede tener como candidato a uno de sus secretarios, por ejemplo, el de Desarrollo Económico (Ermilo Barrera). Probablemente en términos personales y como influencia política le convenga, pero aquí tendrá que sopesar si este personaje tiene peso dentro de su propio partido y si soportará los ataques de los enemigos internos. Porque la jugada es interna y es frente a quienes tienen más años en la política.

“Luego tendría que negociar con otros candidatos, digamos los senadores que ya antes han manifestado su interés por Mérida desde distintos partidos y que lo vuelven a manifestar ahora desde Morena, como Verónica Camino Farjat y Jorge Carlos Ramírez Marín. Yo creo que ambos querrán ser candidatos a presidente municipal. El punto es que ambos son núcleos de poder autónomos del gobernador.

“Su presencia en el Senado los vuelve aún más autónomos y no serían los candidatos que le aseguraran al gobernador una continuidad. Quizás ni siquiera una administración estatal armónica en sus tres últimos años de gobierno. Estos candidatos tendrían su propia agenda política y dinámica para crear clientelas, establecer pequeños cacicazgos urbanos y para controlar y comprar el flujo de votos a la hora de las elecciones.

“Lo que empezamos ya a observar es la creación de bloques dentro del partido en el poder que no corresponden ni a la lógica ni a la autoridad del gobernador. A esos tres nombres hay que añadir el de Rommel Pacheco, que tiene la cercanía con la presidencia de la República y piensa que tendría el apoyo de Morena a nivel nacional, aunque no lo tuviera en el ámbito estatal o del gobernador.

“En todos estos casos el panorama depende de que el flujo de dinero continúe. Si la solicitud o la exigencia al gobierno de Huacho Díaz es ‘no me importa lo que pase con Yucatán, ante todo entrégame la presidencia municipal de Mérida para Morena para pintar de guinda toda la Península’, entonces es posible que haya una mayor estrategia política y obviamente mucho más flujo de recursos. Es más, puede ser que le indiquen a Díaz Mena que su función como gobernador es ganar Mérida y no les interesa que haga carreteras o mejore la salud.

“Pero si hicieras una elección en este momento, con todos esos candidatos, Cecilia Patrón vuelve a ganar, sin una campaña. Vamos a ver qué pasa dentro de dos años después de una campaña. Hay que ver cuánto dinero le inyectan, cómo hace sus arreglos, si van a quedar candidatos molestos. Todavía es muy pronto para saberlo.

“En este momento la candidata natural del PAN es Cecilia Patrón porque mejoró su imagen política y su administración y trabajo en el Ayuntamiento es mucho más positivo que negativo. Creo que buscará la reelección y continuar con los resultados de este primer año. Siento que tendría que fijarse dos o tres metas estratégicas dentro de la ciudad que pudiera mostrar como éxitos de peso, que sean sensibles a la ciudadanía.

El PAN sería un verdadero suicida si no postula a la actual primera regidora para reelegirse, considera, aunque recuerda que la mitad de los militantes de ese partido ya se hicieron un harakiri en la campaña de Renán Barrera.

El doctor Ramírez Carrillo alerta que las posibilidades de ganar de Cecilia Patrón en la próxima elección por la alcaldía podrían venirse abajo ante una fuerte inyección de recursos para la campaña de Morena a la presidencia municipal. Sería una contienda muy desigual, es decir, un enfrentamiento de David contra Goliat.