Fotos del huracán "Wilma" en Quintana Roo

¿En qué año fue el huracán “Wilma” en Cancún?

El huracán “Wilma” azotó el norte de Quintana Roo el 21 de octubre de 2005. Ofrecemos hoy un recuento de testimonios y fotos de aquel devastador meteoro. 


MÉRIDA.- “Larga pesadilla. ‘Wilma’ deja en Quintana Roo una estela de destrucción sin precedente“. Ese fue el título en la portada de Diario de Yucatán de aquel sábado 22 de octubre de 2005. Un día antes, el considerado “uno de los meteoros más poderosos de las últimas décadas” ingresó a territorio quintanarroense. Y para entonces la pesadilla aún no acababa.

Huracán Wilma, periódico. Portada  Diario de Yucatán del domingo 21 de octubre de 2005
Portada de Diario de Yucatán del domingo 21 de octubre de 2005

¿A cuántas personas afectó el huracán “Wilma”?

El huracán de categoría 4 permaneció en tierra 30 horas. La gente se resguardó en sus casas desde la noche del jueves 20 y pudo salir nuevamente en el transcurso del domingo 22.

Ese día en la primera plana del Diario se leía: “Caos en Quintana Roo. Las 30 horas de Wilma en tierra dejan un millón de damnificados“.

Huracán Wilma, periódico.
Portada de Diario de Yucatán del domingo 22 de octubre

En las crónicas se leen reiteradamente frases como “furia”, “destrucción sin precedente”, “caos” y “devastador ciclón”. Y es que el meteoro, con paso lento, tuvo vientos de hasta 300 kilómetros por hora.

Zonas afectadas por el huracán “Willma”

Los relatos de daños fueron diversos. La zona hotelera de Cancún quedó inundada. El agua alcanzó acumulaciones entre 5 y 8 metros de altura, y en algunos casos hasta el tercer piso de los hoteles, según publicó el Diario.

“Hay reportes de daños a la infraestructura de Cancún por todos lados. prácticamente no hay escuela, hospital, carretera que no haya sido dañado”, dijo el gobernador Félix González Canto en declaraciones publicadas por el Dairio aquel sábado 21. Cancún quedó sin agua, sin electricidad y sin teléfono.

Aspecto de la zona hotelera en Cancún, en el caribe mexicano al paso lento y devastador del huracán “Wilma”, que se desplaza por las cálidas aguas del Golfo de México que le servirán como “combustible” para intensificarse y alcanzaría hoy la categoría tres en la escala de intensidad Saffir-Simpson, de cinco. El presidente de México, Vicente Fox, viaja a Chetumal, capital del estado de Quintana Roo, para hacer la primera evaluación de los daños hasta ahora sin cuantificar. EFE/Jorge Nuñez

¿Cuándo fue el huracán “Wilma”?

El 21 de octubre de 2021 se cumplen 16 años de la llegada de aquel meteoro. Y así como “Isidoro” o “Gilberto” detonan muchos recuerdos en la mente de quienes los vivieron en Yucatán; el nombre “Wilma” lo hace entre quienes lo afrontaron en Quintana Roo, entre ellos muchos yucatecos.

Tal es el caso de Carlos José Cervera Montero, quien en ese entonces era gerente de alimentos y bebidas del hotel Fiesta Americana Gran Coral Beach, quien vivió la experiencia coordinando la atención a los huéspedes de dicho centro de alojamiento en un refugio habilitado en la Universidad del Caribe. Eran 500 personas, entre ellas un grupo de 180 japoneses.

“Uta. Recuerdo todo”, es la frase con la que comienza su relato. Detalla desde el momento en que tuvo que acudir a revisar las instalaciones de la universidad, en la que creyeron estarían menos de 24 horas y donde pasaron tres noches, dos de ellas con un huracán inclemente sobre ellos.

El sonido del aire es algo que marca a quienes han vivido un huracán. Carlos no es la excepción. En su relato describe con detalle cómo se estrellaban esa ráfagas de viento contra las ventanas anticiclónicas del lugar donde estaba. Recuerda que desde la noche del jueves ya veía cómo los árboles se doblaban: “Y el huracán aún no llegaba”. Y es que el huracán se movía a 7 kilómetros por hora, dato que reitera en un par de ocasiones, señal de lo eterno que se hizo su avance para quienes lo sufrieron.

Daños dejados por el huracán “Wilma”

El grupo estaba en dos edificios. Uno en el área de salones, donde el centro educativo contaba también con área de cocina, y otro en el auditorio. A estos últimos les fue mal. El área donde estaban no contaba con ventanas anticiclónicas y aunque cubrieron los cristales con placas de madera, el viento las arrancó, rompió los vidrios y “entró el agua y destrozó todo”.

La gente que estaba ahí tuvo que resguardarse en el baño de ese lugar. Ahí todos. De pie, con las pocas pertenencias que lograron sacar de lo que creyeron serían unas relajadas vacaciones. (Sus maletas las dejaron en las habitaciones de su hotel, también en el baño, sobre el lavabo, la cual, explica Carlos, es la zona más segura en un cuarto). Y así, ellos también salvaron la vida en un baño.

Y aunque ambos grupos estaban en la misma universidad, quedaron incomunicados entre ellos durante dos días. Los de un edificio no supieron de lo que les había pasado a los otros. Nadie podía salir. La escuela estaba inundada. No había luz.

Consecuencias de “Wilma” en Cancún

El servicio nunca se dejó de dar recuerda el especialista en atención a turistas. Y es que recuerda que llevaron, agua, comida, equipo médico y herramientas para hacer frente a lo que venía. Servían comida y había estaciones de té y café. En algún momento el agua comenzó a filtrarse y también los huéspedes, ahora convertidos en refugiados, ayudaban a limpiar.

Otra imagen que describe del paso del huracán “Wilma” es cómo las ráfagas de aire comenzaban a levantar un camión refrigerante en el que también llevaron víveres, el cual tuvieron que desocupar y reubicar por temor a que sea volteado.

Fotos del huracán "Wilma" en Quintana Roo
Turistas en un refugio durante el paso del huracán “Wilma” en Cancún

Entre toda esa emergencia incluso a un hombre le dio un infarto. En el equipo había un médico y enfermeras, además de respiradores e incluso un desfribilador. Lo atendieron y estabilizaron. Ya para el domingo, amarrados con cuerdas pudieron rescatar a sus compañeros que quedaron atrapados en los baños del auditorio.

“Parecía que los habían bombardeado. los encontramos todos apilados en un baño”, recuerda el también padre de familia, quien recopiló todas sus vivencias en el libro “Refugio: De la vida real del huracán Wilma en 2005“.

Ya para el domingo en la tarde comenzaron a llegar camiones procedentes de Mérida para rescatar a los turistas y traerlos a la capital yucateca. Ese regreso a casa fue también una odisea.

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El turistero recuerda que fue tal la cantidad de lluvia caída que el agua brotaba del piso (tal como ocurrió el año pasado en Mérida y otras zonas luego del paso del huracán “Delta”).

En el camino vieron automóviles atrapados entre el agua, camiones volteados, postes hierro doblados y tramos de carretera inundados. A ratos los pasajeros tenían que bajar del autobús para que el chofer cruzara caminos complicados.

Un auto cubierto por las inundaciones en Playa del Carmen

Recorrer esos 303 kilómetros en ese viaje de regreso les tomó aproximadamente 11 horas: de 10 de la noche del domingo a nueve de la mañana del día siguiente. En temporada regular el trayecto dura alrededor de 4 horas o menos.

Carlos recuerda el llanto de los pasajeros y la emoción de llegar a Mérida para minuto después ver estallar el motor del camión… Así de providencial como se lee. Justo minutos después de llegar.

“Wilma” en Cancún, “nos rompió el alma”

“Ese huracán nos rompió el alma… Cancún quedó destruido. Fue una licuadora que se movía a siete kilómetros por ahora”, dice el profesional de alimentos y bebidas.

Recuerda que estuvieron un mes si electricidad. Al hotel le tomó 3 meses reabrir, a otros un año. Al año, algunos turistas regresaron luego de recibir cortesías de estancia. Se habían convertido en “sobrevivientes de Wilma“, con una camiseta con esa frase que los identificaba. Entonces ya no hubo llantos o susto. Solo abrazos y agradecimiento.

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Jessica E. Ruiz Rubio es licenciada en Periodismo y maestra en Gestión de la Mercadotecnia. Comenzó su carrera periodística en 2004, año en que ingresó a Grupo Megamedia. Se especializa en análisis...