PLAYA DEL CARMEN.–  Especialistas insisten en la gravedad de los daños a los cenotes que dejará la nueva ruta del Tren Maya, en su tramo 5, que comprende Playa del Carmen y Tulum, Quintana Roo.

El principal argumento es que debajo de la selva maya de la zona se encuentra  uno de los sistemas de cuevas inundadas de agua dulce más grandes del mundo, con mil 800 kilómetros explorados, que corre riesgo de sufrir un impacto irreversible, publica Proceso

Ambientalistas, exploradores y biólogos de ambas localidades quintanarroenses que han estudiado la zona intentan detener ese proyecto por la vía judicial. Lamentan que haya fracasado su reunión del 25 de abril con el presidente Andrés Manuel López Obrador en Palacio Nacional sólo porque no iban a asistir artistas del movimiento “Sélvame del Tren”, entre ellos Eugenio Derbez.

Impacto ambiental  del Tren Maya

Tania Ramírez González, espeleóloga, ambientalista y defensora de derechos humanos, fue una de las integrantes del grupo que el presidente se negó a recibir. Relata que habían preparado material documental para exponerle el riesgo ambiental e histórico que trae consigo su proyecto sexenal. 

“Justamente la fragilidad del sistema kárstico (relieves formados por la disolución de las rocas compuestas por minerales solubles al agua), en el cual vivimos en esa zona específicamente. (El propósito) era mostrarle (a López Obrador) lo que hay ahí debajo”, dice Ramírez González.

“No estamos en contra de él ni de su proyecto. Estamos en contra del lugar donde se está planteando hacer”, agrega la científica, especialista en el estudio de cavernas y cavidades subterráneas como las encontradas en la región.

El trasfondo de la lucha es también la conservación intacta del conjunto natural donde se encuentra Sac Actún, un sistema acuífero interconectado entre sí de unos 369 kilómetros de longitud, apenas descubierto en 2018.

Recorrido del Tren Maya dañará cenotes

“Todo está en riesgo, desde la conexión que existe con la cima de los árboles a la entrada con los cenotes y la conexión que tiene con la selva y, por supuesto, lo que está más allá de la entrada de los cenotes. Los cenotes son la entrada al Xibalbá, según los mayas, y son la entrada a un complejo sistema de ríos subterráneos; estos ríos pueden ser pequeños, muy angostos o enormes, con unas cavidades del tamaño de una catedral, y llevan el agua dulce”, explica José Urbina Bravo, espeleobuzo.

Fue él quien, al tener noticias del cambio repentino de la ruta del Tren Maya, en su tramo 5,  y el inicio del desmonte de selva, justo encima del sistema, decidió presentar un amparo con dos buzos más, litigio que aún está en tribunales federales.