GUADALAJARA, Jalisco.— Con un llamado a colocar la fe, la ética y la responsabilidad social en el centro de la vida empresarial, se inició ayer en Guadalajara el XV Congreso Latinoamericano de la Unión Internacional de Asociaciones Patronales Católicas (Uniapac).
El encuentro, que reúne durante tres días a líderes empresariales, eclesiásticos y académicos de la región, busca consolidar a la empresa como motor de transformación social y esperanza para América Latina.
La jornada inaugural incluyó la celebración de una eucaristía presidida por el cardenal Francisco Roblesse, quien recordó que los desafíos actuales en materia económica, política y social exigen de los empresarios soluciones inspiradas en la enseñanza de Jesucristo.

Las reflexiones, apoyadas en pasajes de las cartas de San Pablo, resaltaron la necesidad de un liderazgo firme en la fe, generador de frutos visibles y constructor de comunidad.
Los ponentes insistieron en que el liderazgo empresarial debe reconocer la dignidad de cada colaborador, trascendiendo la visión utilitaria para ejercer un papel humano y ético que incida directamente en la calidad de vida de trabajadores y comunidades.
Ejes del debate
Durante el encuentro se abordaron tres temas centrales que marcan la agenda empresarial y social en América Latina:
La empresa como motor de transformación social.— Se destacó que el crecimiento económico carece de sentido si no garantiza inclusión y justicia. Se exhortó a los empresarios a afrontar las cuatro pobrezas que persisten en la región —educativa, de salud, financiera y patrimonial—, fortaleciendo así a colaboradores y familias.
La defensa del Estado de Derecho y la democracia.— Se advirtió que las libertades de emprender, invertir y expresarse se debilitan cuando las instituciones pierden fuerza. Y se propuso la creación de un Consejo Social, Económico y Ambiental para garantizar estabilidad y corresponsabilidad.
La seguridad, la justicia y la paz.— Se denunció la extorsión como el “impuesto más caro” que pagan las empresas, especialmente las micro y pequeñas. Ante ello, se pidió una legislación efectiva y estrategias conjuntas que otorguen certidumbre a la inversión y al empleo.
Los participantes coincidieron en que el empleo formal es el programa social más efectivo, pues ha permitido a millones salir de la pobreza. En este sentido, se subrayó la importancia de fortalecer a las micro, pequeñas y medianas empresas (Mipymes), brindándoles acceso a crédito, capacitación y cadenas de valor para impulsar su productividad y capacidad de generar trabajo digno.
También se enfatizó que la confianza empresarial es indispensable para aprovechar las oportunidades de inversión y relocalización de cadenas productivas, lo cual solo será posible con seguridad, respeto a la democracia y certeza jurídica.
Definido como un “congreso de la esperanza”, el encuentro retomó el mensaje del papa Francisco sobre una economía al servicio de la persona y del bien común.
Los organizadores invitaron a empresarios jóvenes y experimentados a contagiar entusiasmo y compromiso, demostrando con su liderazgo que es posible construir sociedades más justas e incluyentes.
Referencia
Con ello, el XV Congreso Latinoamericano de Uniapac en Guadalajara consolidó su papel como un foro de referencia en el que la fe, la ética y la acción empresarial se unen para fortalecer la esperanza, defender la democracia y comprometerse con el desarrollo de México y América Latina.— Josué Lozano / Megamedia
Mensaje vía remota
El presbítero José Merino Benítez, asesor espiritual de la Confederación USEM, brindó un mensaje vía remota.
“Con toda esperanza”
“Nuestro país está en circunstancias difíciles, lo sabemos, pero tenemos que verlo con toda esperanza, tenemos que verlo con toda la fe, poniendo todo lo que está de nuestra parte”.
Principios para aplicar
“La Doctrina Social de la Iglesia nos da principios de reflexión, pero también debemos reflexionar para que sepamos escuchar”.
Taller y cena
Como parte de la jornada, por la tarde se ofreció el taller Presentación de la oferta de valor USEM y del protocolo de responsabilidad social, y por la noche se compartió una cena.
