El papa León XIV (c) y el arzobispo de York, Stephen Cottrell, han presidido en la Capilla Sixtina en el Vaticano la oración ecuménica dedicada a la defensa del medio ambiente en la que participan los reyes de Reino Unido

CIUDAD DEL VATICANO (EFE).— El papa León XIV pidió una Iglesia “abierta” a las preguntas de la humanidad, aunque estas pongan “en crisis” sus enseñanzas, durante una audiencia con los peregrinos llegados este sábado a Roma por el Jubileo.

“¡Cuántas preguntas ponen en crisis nuestra enseñanza!”, exclamó. “Preguntas de los jóvenes, de los pobres, de las mujeres, de quienes han sido silenciados o condenados por ser diferentes de la mayoría. Estamos en un tiempo bendecido: ¡cuántas preguntas!”.
“La Iglesia se convierte en experta en humanidad si camina con la humanidad y lleva en su corazón el eco de sus preguntas”, añadió.

El pontífice estadounidense recorrió la Plaza de San Pedro a bordo del papamóvil, donde saludó a miles de peregrinos reunidos por el Año Santo, tras aparecer con unos veinte minutos de retraso.

Mensaje de León XIV

En su discurso, León XIV evocó al teólogo Nicolás de Cusa y su tiempo, el “agitado” siglo XV, una época en la que la cristiandad se sentía amenazada desde fuera y dividida en su interior por guerras y cruzadas.

“Muchos de sus contemporáneos vivían con miedo; otros se armaban preparando nuevas cruzadas. Nicolás, en cambio, eligió desde joven frecuentar a quienes tenían esperanza (…). Creía en la humanidad. Comprendía que hay opuestos que deben mantenerse unidos”, refirió.

Al concluir, el Papa recordó que la Iglesia “no tiene respuestas para todas las preguntas”, pero defendió la necesidad de componer “un pueblo en el que los opuestos se integren en la unidad”.