SOFÍA.- El primer ministro de Bulgaria, Rosen Zhelyazkov, anunció este jueves en el Parlamento la dimisión de su Gobierno tripartito, encabezado por los conservadores del GERB y conformado además por el Partido Socialista Búlgaro (BSP) y el populista ITN.
La decisión se produjo horas después de multitudinarias protestas en Sofía, donde decenas de miles de ciudadanos exigieron su renuncia entre acusaciones de corrupción y mala gestión económica.
“Hemos oído la voz de la sociedad”, afirmó Zhelyazkov al anunciar su dimisión, presentada minutos antes de que se votara una nueva moción de censura, la sexta desde que asumió el poder el pasado 15 de enero.
Aunque aseguró que “no dudamos de que el Gobierno superaría la próxima moción de censura”, defendió que “las decisiones del Parlamento tienen sentido cuando expresan la voluntad del pueblo soberano”.
La caída del gabinete se da a pocas semanas de que Bulgaria adopte el euro el próximo 1 de enero, un proceso que ha sido acompañado de tensiones por el rechazo ciudadano al primer presupuesto estatal diseñado bajo la moneda única.
Protestas en Bulgaria: corrupción, eurozona y presupuesto 2026
Las manifestaciones, convocadas por sectores opositores y encabezadas por el partido europeísta PP-DB, han ido en aumento desde la semana pasada, cuando el Gobierno presentó su proyecto de presupuesto para 2026 con incrementos de impuestos, cotizaciones y diversas tasas.
Aunque el plan fue retirado, el descontento continuó en un país que ha celebrado siete elecciones nacionales desde 2021.
El miércoles por la noche, estudiantes universitarios y jóvenes protagonizaron una de las marchas más numerosas.
Organizaciones estimaron en más de 100,000 los asistentes, una cifra respaldada por imágenes aéreas difundidas por los medios. Las consignas se centraron en el rechazo a la corrupción y a la influencia de actores políticos externos al gabinete.
“Las decisiones de la Asamblea Nacional son significativas cuando reflejan la voluntad del pueblo”, reiteró Zhelyazkov al justificar su renuncia.
Analistas políticos señalan que la masiva participación ciudadana logró lo que seis mociones de censura previas no habían conseguido.
El papel de Peevski y Borisov en la crisis gubernamental
En el centro del enojo ciudadano se encuentran dos figuras: el ex primer ministro Boiko Borisov, líder del GERB, y el oligarca Delyan Peevski, sancionado por Estados Unidos y Reino Unido por corrupción.
Aunque ninguno forma parte formal del gabinete, “ambos ejercen una influencia decisiva en la toma de decisiones del Ejecutivo”, coinciden politólogos búlgaros.
“¡Dimisión! Fuera Peevski y Borisov del poder”, gritaron los manifestantes, mientras estudiantes proyectaban frases como “La mafia fuera del poder” en la sede del Gobierno.
Según Transparencia Internacional, Bulgaria se ubica en los niveles más bajos de percepción de corrupción en la Unión Europea, solo por encima de Hungría.
Los expertos sostienen que Peevski tiene influencia en sectores clave, entre ellos el sistema judicial, los servicios de seguridad, medios de comunicación y áreas estratégicas de la economía del país más pobre de la UE.
Lo que sigue para Bulgaria: posibles nuevas elecciones
La dimisión será presentada formalmente este viernes y deberá ser aceptada por el Parlamento.
Luego, el presidente Rumen Radev entregará mandatos sucesivamente a las mayores fuerzas políticas para intentar formar un nuevo gobierno.
Si fallan los dos primeros intentos, el presidente deberá nombrar un gobierno provisional y convocar elecciones anticipadas, probablemente las octavas desde 2021.
El liderazgo opositor celebró la caída del gobierno como “el primer paso para hacer de Bulgaria un estado europeo normal”, e insistió en que el país necesita “elecciones justas y libres” sin manipulación del voto.
Bulgaria, nación de 6.4 millones de habitantes, tiene previsto ingresar a la eurozona el 1 de enero, culminando un proceso iniciado desde su adhesión a la Unión Europea en 2007.
Con información de EFE y AP






