PROGRESO.— Luis Armando Parra González tiene 45 años de edad y desde hace 15 años padece de neuropatía diabética, padecimiento que le impide trabajar y ganarse el sustento diario, tampoco cuenta con los recursos económicos para comprar el medicamento que requiere para su tratamiento.
Parra González es vecino de este puerto y encontró refugio en un campamento pesquero del playón poniente, donde vive y hace labores de vigilante de embarcaciones pesqueras.
Aunque ya se recuperó al alimentarse de pescado que le dan los ribereños, actualmente requiere de un medicamento para que su padecimiento no se agrave.
Todos los días se le debe aplicar inyecciones de Insulina Mix. Dice que el frasco cuesta $1,200 en las farmacias pero no tiene dinero para comprarlo, así que pide ayuda a las personas del puerto para adquirirlo.
Parra González cuenta que laboró como albañil y fue pescador, pero hace 15 años, cuando se le presentó la neuropatía diabética, su vida cambió, enseguida se debilitó, los dolores musculares en varias partes le impidieron trabajar.
Indica que cuenta con Seguro Popular, pero en el Centro de Salud de este puerto, donde consulta, no cuentan con la insulina, así que no se la han suministrado desde hace un mes y su cuerpo necesita del medicamento.
En el campamento pesquero del playón poniente, Parra González pasa todo el día, ayuda en la vigilancia de las embarcaciones pesqueras, es ahí donde pasó la Nochebuena, solo con los perros que habitan en esa parte de la playa.
Además de la insulina, Parra González requiere de ropa, camisas, pantalones, suéteres y alimentos.
Los pescadores lo ayudan para que sobreviva y cuente con un lugar donde pasar el día y la noche.— G.T.V.