Una joven de 19 años fue víctima de una agresión por parte de un individuo en un complejo de departamentos, suceso que tuvo lugar el jueves por la noche recién pasado, cuando hablaba por teléfono cerca de la playa.

Se presume que el hombre la atacó con intención de violarla o secuestrarla, pero no logró su cometido, pues logró zafarse del agresor y ponerse a salvo.

La madre de la joven, Nataly, y su familia en general, están muy molestos por lo ocurrido, pues, aunque saben que este tipo cosas pueden pasar en cualquier lado, consideran que es inaudito que suceda en un complejo de playa en el que pagan altas cuotas por el mantenimiento y la seguridad.

Falta de seguridad e iluminación

La molestia principal es porque aseguran falta más seguridad en el sitio, y porque las luces del área de la piscina y la playa, donde sucedió el hecho, no estaban encendidas.

Consideran que esto puso en riesgo a la joven, pues si las luces hubieran estado encendidas podría haberse alertado de la presencia de un extraño en el sitio.

El complejo, ubicado en el km 25.7 de la carretera Progreso-Telchac, es cerrado por lo que para entrar hay que pasar una caseta de seguridad en la que hay que mostrar identificación e incluso utilizan un código QR, entre otros, y el único otro acceso es por la playa, que es donde alguna persona extraña podría introducirse al sitio, como fue en este caso.

La joven estaba hablando por teléfono

La joven de 19 años y estudiante de medicina estaba hablando por teléfono con una amiga, en una zona donde se encuentra la piscina, un canal de lado y un arriate, luego del cual sigue el camino de arena que conduce a la playa.

Según contó estaba caminando mientras hablaba cuando en un momento dado giró hacia el complejo quedando de espaldas a la playa, momento que el agresor aprovechó para sujetarla con fuerza del brazo derecho y tratar de llevarla hacia él.

Resulta con heridas en los brazos

Por instinto, la joven, quien es de complexión atlética, pues siempre ha practicado deporte, logró zafarse del individuo con un codazo, al tiempo que con la linterna del celular cegó por un instante al individuo y echó a correr. Sin embargo, en el breve forcejeo, la joven quedó con arañazos en los brazos y unas pequeñas cortadas, pero no pudo ver con qué fue el corte y si el hombre llevaba un arma punzocortante en las manos.

La estudiante corrió hasta llegar al departamento que ocupa con su familia, y del que son dueños desde hace 15 años, y todavía en shock narró a su madre lo que acababa de ocurrir.

No llega el guardia de seguridad

La mujer al ver que la menor se encontraba relativamente bien salió del departamento para buscar un guardia de seguridad, pero no encontró a nadie así que llamó a la caseta de la entrada, contó lo sucedido y pidió que enviaran un guardia que nunca llegó, por lo que salió de nuevo para por sí sola tratar de ir en busca del agresor, pensando que tal vez se había escondido en el complejo.

En el trayecto por el área de las piscinas se percató que las luces estaban apagadas. El sitio cuenta con dos palapas que normalmente están iluminadas y brindan también iluminación al resto del área, y hay otras dos más en la zona de playa, que luego vio, también estaban apagadas.

Fue por el área de las piscinas donde finalmente encontró a un guardia de seguridad, y a quien le cuestionó lo de la iluminación, a lo que le contestaron que porque el administrador les tiene dicho que cuando haya poca gente en el complejo apaguen las luces.

Nataly, considera que no es posible que un complejo, que se anuncia como de lujo, no se enciendan las luminarias todos los días, sobre todo porque sin importar cuanta gente hay en el sitio, pagan sus cuotas de mantenimiento y tienen el derecho de que todo se mantenga limpio y seguro.

Además, señala que el complejo ha crecido, y el tema de la seguridad ya resulta insuficiente, pues si bien hay un control de acceso por la zona de la carretera, hay nula vigilancia en la zona de la playa, y si las luces están apagadas es un riesgo para todos.

La madre de la joven cuenta que cuando habló con la administración sobre el hecho, la sugerencia fue que acudiera a poner la denuncia a Progreso, lo cual no hizo, porque siente que será inútil, ya que en ningún momento su hija pudo ver el rostro del agresor.

Exigen más seguridad 

Al tiempo que hace una exigencia de mayor seguridad en el complejo y de servicios que realmente cubran las necesidades de los socios, quiere alertar también a las familias yucatecas que esta temporada de verano irán a la playa con sus hijos e hijas, para que no se confíes, pues las situación ya no es la misma que años atrás, y “hay gente enferma que está buscando la oportunidad de hacer daño”.